Y vos querías triunfar
soñabas con ser un grande
y al futuro entre tus mano
lo tomaste como a un juego
pero el destino quiso
un día darte un mal pase
y en el partido de la vida
terminaste derrotado.
¡Qué angustia causó tu partida!
Hoy tus amigos te extrañan
y alguien que quizás no conocías
siente dolor en su alma.
¡Palo! Palo! querido...
Serás un símbolo de lucha,
el espíritu del triunfo,
el alma de la cancha,
como un duende invisible
corre, salta, grita y calla.
No te recordaré con tristeza
tampoco con una lágrima
sino con esa alegría
de toda tu juventud
te brindaré un aplauso
te cantaré una canción
y así, con tu garra
y con tu fuerza de león
en lo más hondo de mi corazón
estarás presente
y serás para siempre
el eterno campeón.

Blanca Rosa Pons