PROBLEMAS DE CONDUCTA y el uso de historias sociales Beverly Vicker Original en inglés en: http://www.iidc.indiana.edu/~irca/ftrainpapers.html Traducción realizada por Magda Mateu Ros Una recomendación de tratamiento positiva y satisfactoria para un individuo con autismo, síndrome de Asperger, u otros desórdenes de desarrollo importantes es que la familia, o los profesionales de un centro, desarrollen una o más "historias sociales" para presentar información excepcional o para hablar sobre situaciones específicas. Una recomendación de este tipo puede reflejar una postura proactiva o bien reactiva. Además de este objetivo, el desarrollo y uso de historias sociales es a menudo una tarea que es menospreciada en cuanto a su complejidad, o que es simplemente mal interpretada. Este artículo intentará identificar algunas de las cuestiones que deben considerarse cuando se usa esta herramienta de intervención. Las "historias sociales" se han convertido en una popular palabra de moda en el tratamiento. Pueden encontrarse ensayos sobre el desarrollo y uso de historias sociales y experiencias muy variadas en cursillos. Esto puede ocurrir porque las "historias sociales" es un término genérico y un término de tratamiento específico a la vez. El término de tratamiento específico lo usó inicialmente Carol Gray como una descripción para sus estrategias de intervención. (Gray ha presentado su información en muchas conferencias y ha publicado varios documentos relacionados con el tratamiento y materias desarrolladas y monitorizadas en su distrito escolar. Sus trabajos están actualmente disponibles en "Future Horizons" y se identifican bajo la marca de "Social Stories Unlimited", aunque mucha gente simplemente usa el término de "historias sociales (social stories)"). La expresión "Historias sociales" como término genérico, normalmente se relaciona con el material impreso o escrito que presenta información o guiones. El concepto de intervención informal es anterior al programa introducido por Gray. Las "historias" informales pueden o no pueden ser historias en el sentido de tener un argumento o una forma narrativa. En vez de eso, pueden describir una situación, o pueden sugerir los pasos de una secuencia o proceso. Algunas formas pueden llamarse "guiones sociales". La gente que habla de historias sociales en este sentido genérico pueden o no estar usando algunas de las líneas del programa de Gray. Estas "historias/guiones", sin embargo, pueden también representar un método válido para suministrar información y soporte visual para una persona con una discapacidad en el procesamiento social y de lenguaje. Se elija seguir el programa de Gray o no, se puede aprender mucho observando su método y todas las consideraciones en cuanto a su aplicación. El desarrollo de historias sociales, tal como dice Gray, se centra en escribir las historias en un tono positivo. Una historia concreta puede tener un impacto en la reducción de un comportamiento específico debido a la información y profundización que suministra a la persona con autismo. No se pretende que las historias sean moralistas o fuertemente directivas. Con tal de evitar esa pretensión, Gray desarrolló sus recomendaciones teniendo en cuenta la frecuencia de los tipos de sentencia para cada historia social. Las historias intentan ayudar a la persona con desorden del espectro autista a tener una mejor comprensión de los parámetros o argumentos de una situación problemática y a tener alguna idea de cómo manejarse, dirigir o funcionar en esa situación. No obstante, las historias sociales no son medios unilaterales para cambiar el comportamiento o acciones de la persona con autismo. Más concretamente, las historias sociales pueden representar solamente una estrategia mas de intervención, además de otras que pueden necesitarse con tal de reducir o corregir una situación dada. Por ejemplo, si Juan experimenta mucha frustración en la clase y libera alguna de esta tensión pegando a otros compañeros en el recreo, su programa positivo podría englobar muchos componentes. Podría incluir una historia social sobre ser buen amigo y compartir, pero podría también incluir una revisión de sus habilidades académicas y la prestación posterior de un apoyo académico extra, la adaptación de las actividades de trabajo, entrenamiento interno para el personal de apoyo para incrementar las situaciones diarias de interacción positiva, instrucción general en cuanto a habilidades sociales, y enseñanza específica de juegos de recreo y reglas para facilitar un juego en el recreo satisfactorio. La historia social no sería suficientemente efectiva por sí misma para modificar una situación compleja como la frustración y agresividad de Juan, pero podría tener un impacto notable combinada con otras estrategias adecuadas. Los factores a considerar al escribir una historia social para un individuo deben incluir lo siguiente: Tener en cuenta que las historias sociales no funcionaran igual con todo el mundo. Para algunos individuos, pueden ser inapropiadas; para otros, pueden ser especialmente inadecuadas, si se usan como una herramienta de intervención única. Conocer las recomendaciones de Gray y la literatura que explica cómo escribir buenas historias sociales, incluso si eliges no usar su método. Recopilar información sobre las complejidades de la situación antes de intentar escribir una historia social. Considerar el elaborar un programa de análisis de comportamiento positivo con las personas clave involucradas en una situación antes de escribir una historia social. Identificar el conjunto de estrategias necesarios para evitar o gestionar situación determinada. El desarrollo de una historia social podría tener alta o baja prioridad, dependiendo de la situación individual. Se pueden necesitar una o mas historias cuando la estrategia es adecuada. Solamente se debe escribir una historia social si se tiene idea de PORQUÉ, esto es, para qué propósito(s) el individuo se centra en una conducta específica (Nota: la función de la conducta). Una historia puede tener un enfoque totalmente inapropiado o presentar un conjunto de información irrelevante si la persona se está centrando en un comportamiento por un motivo diferente al que es contemplado en la historia social. Un análisis de la conducta identificaría también la frecuencia de un comportamiento y si es específico a un escenario o a una persona en concreto. A veces, ignorar un comportamiento específico es una estrategia de programación positiva mejor que hacer un esfuerzo de concentrar la atención en ello. Contemplar las historias sociales en los libros disponibles de "Future Horizons" sólo como ejemplos de cómo escribir una historia positiva. Es importante recordar que cada historia debe ser escrita para un niño en concreto. El comportamiento del niño o del alumno puede tener diferentes factores que necesitan ser considerados o apuntados, diferentes a las que aparecen en la historia de ejemplo. Muchas de las historias de muestra han sido escritas, bajo la supervisión de Gray, por estudiantes de clases de psicología. Los miembros de la familia y personal de la escuela, que tienen más amplia experiencia y más conocimiento personal del individuo para el que se elaboran las historias, pueden incorporar algunos puntos de vista distintos e información en sus narraciones. Que otras personas revisen la historia antes de presentarla a la persona con autismo. Considerar el implicar a un logopeda en el proceso de revisión pues la comprensión del lenguaje es frecuentemente un factor fundamental. El revisor debe considerar: El tema o propósito de la historia. ¿Está la historia escrita con el objetivo de promocionar la autosuficiencia, buena autoestima, una mejor comprensión del mundo aparentemente confuso que rodea all individuo, y teniendo en cuenta lo que es difícil para la persona con autismo? El nivel del lenguaje usado en la historia. ¿Entiende el niño el vocabulario? ¿Es la gramática demasiado compleja o las frases demasiado detalladas? O, dicho de otra forma: ¿Es el nivel del lenguaje demasiado simple para alguien con técnicas de lenguaje más sofisticadas? Las necesidades de elaboración de la historia. ¿Se han omitido algunos pasos o alguna información? ¿Debe inferir el individuo sobre lo que no puede fácilmente hacer? ¿Es el esquema de la historia breve pero demasiado complejo? ¿Ha omitido el individuo algunas experiencias previas o entendimiento básico que harán la comprensión más difícil? ¿Queda claro como el individuo puede manejar una situación de manera positiva en el futuro? Un mensaje positivo. ¿Es la historia mas que una orden tipo "Tu no debes...", una fuente positiva de información? ¿Depende la credibilidad de la historia de la empatía del individuo y de la comprensión de los sentimientos de los demás (a veces esto es difícil para una persona con autismo)? ¿Intenta fomentar la historia un sentimiento de culpabilidad o vergüenza, por ejemplo, "No hagas X porque mamá estará orgullosa de ti"? El plan para el uso de historias sociales. ¿Se ha diseñado un plan sobre quién debe empezar la historia, quién ha de supervisar el uso, y quien deberá monitorizar y revisar el plan o la historia, si es necesario? Así como las historias sociales pueden ser la pieza de un plan de comportamiento o programación positiva, es también importante recordar que las historias sociales representan una estrategia cuando se intentan enseñar habilidades sociales. Se necesitan muchas estrategias en este área, además. Hay disponibles muchos libros, artículos y material como bibliografía para desarrollar e implementar un programa de aprendizaje de habilidades sociales. Recursos sobre Historias Sociales:: Monografias: Carol Gray publications: New Social Stories, Taming the Recess Jungle, and Comic Strip Conversations Available from: Future Horizons, 720 North Fielder, Arlington, TX 76012, Phone: 800-489- 0727, Fax: 817-277-2270 Artículos y capítulos de libros: Gray, C. (1993). Social stories: Improving responses of students with autism with accurate social information. Focus on Autistic Behavior, 8, 1-10. Gray, C. (1996). Teaching children with autism to "read" social situations. In K. Quill (Ed.), Teaching students with autism: Methods to enhance learning, communication, and socialization (pp. 219-242). New York, NY: Delmar Publishers. Gray, C. (1996). Social assistance. In A. Fullerton (Ed.), Higher functioning adolescents and young people with autism (pp. 71-89). Austin, TX: Pro Ed Inc. Publicaciones: Morning News, c/o Carol Gray, Jenison Public Schools, 2140 Bauer Road, Jenison, MI 49428 Bibliografía sobre Programación Positiva y Componentes de Apoyo al Comportamiento Positivo: Libros: Carr, E. G., Levin, L., McConnachie, G., Carlson, J. I., Kemp, D. C., & Smith, C. E. (1994). Communication- based intervention for problem behavior: A user's guide for producing positive change. Baltimore, MD: Paul H. Brookes Publishing Company. Demchak, M. A., & Bossert, K. W. (1996). Assessing problem behaviors. Washington, DC: American Association for Mental Retardation. Koegel, L. K., Koegel, R. L., & Dunlap, G. (1996). Positive behavioral support: Including people with difficult behavior in the community. Baltimore, MD: Paul H. Brookes Publishing Company. Koegel, R. L., & Koegel, L. L. (1995). Teaching children with autism: Strategies for initiating positive interactions and improving learning opportunities. Baltimore, MD: Paul H. Brookes Publishing Company. Quill, K. (Ed.). (1996). Teaching students with autism: Methods to enhance learning, communication, and socialization. New York, NY: Delmar Publishers.