A la mejor familia del mundo
Mi
familia,
esto es lo que pienso, lo que he sentido, y lo que representa para mi, aquí
expongo todo lo que nunca les he dicho y cuanto los quiero:
Empezando por mi padre, el Sr., Pedro Gallardo Rodríguez, (q.e.p.d.), el
fue el pilar de mi familia, un hombre que lucho toda su vida, por darnos lo
necesario para sacarnos adelante, con limitaciones a veces, o con abundancia
otras veces, pero siempre con el cariño que lleva un padre a su familia, viajo
por muchos lugares buscando siempre la manera de sacar el sustento familiar, y
llevo siempre consigo su gran pasión, el componer canciones, inspirado en el
amor de mi madre, compuso varias melodías, siendo ella su musa principal, sin
olvidar el gran amor que tenia por su tierra que lo vio nacer, Los Reyes
Michoacán, en ella se inspiro para crear muchas de sus melodías y sus
alrededores, fue amigo de los amigos y gran compañero de trabajo para quienes lo
conocieron y laboraron con el, pero paso el tiempo y su salud se fue achicando,
hasta que llego lo inevitable, pero nos dejo un gran legado, su fuerza, su amor
por nosotros, por la vida y por mi madre, y claro sin olvidar sus excelentes
melodías que fueron fruto de su creación.
De mi madre la Sra. Maria Guadalupe Camarena López, (q.e.p.d.), que
puedo decir que no hayan dicho un hijo de su madre que le dio todo, era lo
máximo, era el amor en toda la extensión de la palabra, una madre cariñosa, una
madre abnegada, una persona entregada a todo lo que se proponía, luchadora
incansable para administrar las faenas familiares, amiga de todo el mundo, que
siempre supo dar amor y consejos a todo aquel que se le acercaba, siempre con
una gran sonrisa que le caracterizaba y derrochadora de una simpatía sin igual,
ella era mi madre.
Judith Marina, la mayor de mis hermanos y hermanas, una buena y cariñosa
mujer que lucho contra viento y marea, para lograr su vida al lado de su pareja,
a pesar de la diferencia de edades, y con el tiempo, volvió a luchar otra vez al
someterse a un tratamiento para ganarle la batalla al embarazo, fruto de esa
lucha nació un gran hombre llamado Julio Cesar, que se acaba de graduar de
licenciado en derecho, con mención honorífica, felicidades sobrino.
Rosa Maria, la segunda de la familia, otra gran luchadora, que se fue a
vivir a tierras donde ella no conocía, y sin saber a lo que se enfrentaba, por
seguir a su marido, Hernán, un excelente cuñado, tuvieron a dos excelentes
hijos, la primera, una personita que quiero mucho y que es ahora una exitosa
arquitecto, Rosa Iveth, y después nació una bolita de hombre que con el tiempo
se transformo en un gran hombre, cariñoso y trabajador, me refiero a Hernán, que
además es un gran hermano.
Pedro de Jesús, el mayor de mis hermanos, al cual le debo muchos de lo
que he vivido de mis conocimientos, es el primero en dejar la casa familiar,
siendo el apenas un adolescente, en busca de su futuro, se caso y tuvo a dos
excelentes hijos, estudiosos y trabajadores, Pedro y Cristian, que son ahora el
orgullo de su padre, mi hermano Pedro el que siempre esta dispuesto a darte un
consejo, y sobre todo, que con el tiempo a llegado a ser un gran amigo.
Carlos David, (q.e.p.d.), un excelente hermano al cual extraño mucho,
que Dios lo tenga en su gloria.
Andrés Gilberto, el súper hermano serio de la familia, un gran hombre,
ser humano y amigo, súper administrado y sobre todo, organizado y responsable en
sus acciones, casado con una buena amiga Ana Maria, y fruto de ese amor con
ella, un chiquito travieso y simpático sobrino llamado Andrés David.
Jorge Daniel, incansable luchador, al cual le debo muchas de las cosas
que he aprendido en esta vida, gran hermano y buen padre de familia, con dos
maravillosos hijos, Daniel y David, divorciado en primeras nupcias con Marisa,
tuvo a Daniel un niño picaron y travieso, posteriormente se relaciono con Maria
del Rosario, cariñosamente Charito, una buena amiga y confidente, de ese amor
nace David, otro gran travieso y simpático sobrino.
Después sigo yo, Francisco Javier.
Martha Alba, la hermana cariñosa y la tía preferida de los sobrinos,
siempre pensando en todos menos en ella, buena hermana, cariñosa y amable,
hogareña y soñadora.
Dulce Maria, la mujer emprendedora, y luchadora, que siempre por el
bienestar de sus hijos a buscado la manera de como sacarlos adelante, luchando
de sol a sol, siempre buscando la mejor manera de llevar una vida plena. Casada
en dos ocasiones, ha tenido la dicha de ser madre por tres ocasiones, la primera
de otra bolita de humano, que con el tiempo se transformo en un hombre
responsable y cariñoso, llamado Raúl David, excelente sobrino y amigo, después
vino a este mundo una personita, que ahora es una preciosa señorita, mi querida
Valeria Yamileth, una jovencita amorosa y cariñosa y gran hermana, y por ultimo
una belleza de niña, traviesa y jugadora, Dulce Maria del Carmen.
Y por ultimo, y no por eso menos importante, Maria Guadalupe, a quien
cariñosamente le llamamos Lupita, la hermana cariñosa que siempre esta al
pendiente de todos, la que reúne a todos nosotros en fiestas y ocasiones
especiales, gran luchadora e incansable en su trabajo, la hermana consentidora,
y sobre todo, la madre de una preciosa niñita, llena de vida y amor, llamada
Cindy, a la cual no he tenido tiempo de disfrutarla, pues no me encuentro entre
ellos en estos momentos, casada con un excelente hombre y amigo llamado
Guillermo.
A todos ustedes, les dedico este proyecto personal, y aunque no se los diga
muchas veces personalmente, saben que los quiero mucho y les agradezco todo lo
que han hecho por mí, en toda mi vida.
Que Dios los bendiga siempre.
Sinceramente Javier.