Cultura chavín

La cultura chavín fue una civilización preincaica que se desarrolló durante el Horizonte Temprano y tuvo su centro de desarrollo en Chavín de Huántar que está ubicado entre los ríos Mosna y Huachecsa,1 2 en el actual departamento de Áncash.

Tradicionalmente, el desarrollo histórico de Chavín se considera como un “horizonte cultural” debido a sus influencias artísticas y religiosas presentes en otras culturas contemporáneas a ella. Gran parte de aquel desarrollo histórico corresponde al Periodo Formativo específicamente al Formativo Medio y al Formativo Superior que tiene como características la intensificación del culto religioso, la aparición de la cerámica estrechamente relacionada a los centros ceremoniales, la intensificación del cultivo del maíz y la papa, el perfeccionamiento de las técnicas agrícolas y el desarrollo de la metalurgia y la textilería.

Fue el arqueólogo Julio César Tello (conocido como el «padre de la arqueología peruana») quien la descubrió y consideró como la "cultura matriz" o "madre de las civilizaciones andinas", sin embargo descubrimientos recientes sugieren que la cultura caral―del periodo Arcaico Tardío― es más antigua que Chavín pese a ello es aún referente en los trabajos generales

Tello planteó que la cultura chavín fue de origen amazónico debido a las múltiples representaciones de la iconografía selvática en sus manifestaciones artísticas, especialmente en la cerámica. En su máximo apogeo Chavín de Huántar, centro principal chavín, actual Patrimonio Cultural de la Humanidad,4 fue un importante centro ceremonial y centro de irradiación cultural cuya influencia se extendió por gran parte de la costa y sierra de los andes peruanos .

El lanzón monolítico

El lanzón monolítico (que representa a un dios con el rostro fiero o según John Rowe al 'Dios Sonriente') es una escultura de 5 m de altura que está clavado en medio de un espacio reducido de forma cuadrangular, dentro de un crucero que está debajo de la tierra, en la parte céntrica del Templo Antiguo del complejo arqueológico de Chavín de Huántar. Fue bautizado como el «lanzón» por su forma de punta de proyectil gigantesca, aunque esta denominación es errónea, pues en realidad se trata de un huanca (wanka enquechua) o piedra sagrada, de primordial importancia en el culto religioso. La razón de su peculiar forma es todavía materia de discusión; posiblemente fue tallado para simular la forma de un colmillo. En su superficie está labrada la imagen de un dios con rasgos antropomorfos y zoomorfos (entre estos últimos destacan los cabellos y cejas en forma de serpientes, la boca con dos grandes colmillos y las manos con garras felinas). El ser antropomorfo representado lleva la mano derecha alzada y la izquierda apoyada en el muslo. Posiblemente era la principal divinidad del Templo Viejo de Chavín de Huántar y al parecer es similar al dios representado en la estela Raimondi (su principal diferencia con ésta es que no lleva báculos).

 

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CERAMICA:

La cerámica fue extraordinaria. Es generalmente monocroma, en algunas ocasiones es decorado con colores rojo y negro-plata. Se añade una serie de puntuaciones. Entre los seres más representados figuran: seres zoomorfos (felinos, monos, lagartos, serpientes y aves), fitomorfos (tubérculos) y antropomorfos. Los colores más usados fueron: gris, marrón y negro.

De acuerdo al uso, se puede distinguir dos tipos de cerámica: 6

Asimismo de acuerdo al desarrollo temporal, existen dos tipos:

 

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