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LOS PRIMEROS POBLADORES DE NEPEÑA Por: Lorenzo Samaniego Román* Hasta la fecha los restos arqueológicos más antiguos de la Cuenca de Nepeña están agrupados en el litoral, hacia arriba de la cuenca no se ha logrado ubicar; futuras investigaciones deberán dar noticia al respecto. El arqueólogo francés Frederic Engel cuando recorrió casi toda la costa peruana en 1957, procurando ubicar ocupaciones “precerámicas” en el litoral y desembocaduras de los ríos, halló también en el valle de Nepeña varias de ellas identificadas mayormente por pequeñas elevaciones negruzcas, color formado por la descomposición de vegetales y moluscos aprovechados por sus ocupantes. Al sitio lo denominó Los Chinos, conforme estaba indicado en la Carta Geográfica del Ejército que llevaba, pero el nombre actual es Los Chimus, que se refiere a la playa y al pueblo de pescadores aledaños. El autor también menciona otros montículos en los alrededores. Los Chinos lo componen varios sitios aglomerados, que numeró del I al VIII, y las conclusiones del autor parten del reconocimiento exhaustivo de Los Chinos y los otros montículos o sitios mencionados. Esos antiguos ocupantes tenían una economía depredatoria, dedicados a la pesca, recolecta y caza. El hallazgo de anzuelos de choro confirma la actividad económica del grupo que debió aprovechar el mar con buenos resultados. También utilizaron la piedra para algunos instrumentos: cuchillos y moledores de piedra; fibras vegetales para elaborar canastas, bolsas, esteras; telas; agujas de madera y hueso; cuentas para collares, hallados en los entierros humanos adornando los cadáveres. Conjuntamente con los hallazgos indicados, que explican una parte del comportamiento o conducta de esta gente, existe una específica modalidad constructiva: lo constituyen casas agrupadas sin ningún plan o aisladas, construidas casi debajo de la superficie o sobre ella, en las faldas de los cerros cerca a los pantanos y un poco distantes del mar. El material de construcción son piedras, usadas en su forma natural, sin retoque y unidas con mortero de barro. Las casas tienden a tener plantas de forma circular, cuadrada o rectangular, de tamaño promedio 1.50 m. por 1.80 m. y cerca de 1.50 m. de profundidad. Estas casitas no tienen buen acabado, se nota cierto orden en la construcción de los muros, son sencillos, rústicos; pero cumplieron con su fin de brindar protección de la intemperie y dar abrigo a sus ocupantes. Este importante sitio, Los Chinos, conocido también con el nombre de Los Chimus, es esencial para el mayor conocimiento de los primeros pobladores del valle, entre los 4,000 a 5.000 años. A propósito, Toribio Mejía Xesspe escribió lo siguiente: "... la presencia de numerosos monumentos arqueológicos a lo largo de la cuenca del río Nepeña induce a pensar que allí está el mejor archivo de nuestra prehistoria, no sólo por la calidad de los testimonios, sino por la enorme antigüedad que ellos representan, desde el período precerámico en Los Chimus, cuya edad se calcula en más de tres mil años antes de Cristo, hasta el período arcaico o formativo de las culturas, como Chavín..." (1963 : 4). En efecto, por ahora los antiguos pescadores y recolectores de Los Chinos, como de otros sitios desperdigados en el litoral del distrito de Samanco, aperturan la historia de Nepeña. Después, en forma progresiva, fue ocupado el valle. *Moro: Historia y Turismo. Municipalidad Distrital de Moro. Chimbote, 1992. |