Los retratos de
"El Fayum"



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Retrato de ni�o

Siglo II d.C.; 39 x 19 cm.
Egipto, per�odo romano
Enc�ustica sobre madera

En los primeros siglos de nuestra era el arte romano desplaz� a las tradiciones art�sticas de las regiones conquistadas. Las familias ricas del Egipto romano siguieron momificando a sus muertos, pero en lugar de a�adir im�genes del difunto ejecutadas en el antiguo estilo egipcio, (la tradicional m�scara funeraria egipcia tridimensional, moldeada sobre el rostro del difunto), colocaban un retrato del mismo, pintado directamente sobre el sudario o sobre una delgada tabla, que era colocada a la altura del rostro del cadaver. Pintados por artistas que dominaba todos los recursos del retrato greco-romano, estas obras, (de los que se han encontrado varios centenares procedentes de la necr�polis de El Fayum, Egipto), eran realizados por humildes artesanos, a pesar de lo cual sorprenden por su vigor y expresivo realismo.

El Fayum es una f�rtil llanura que se extiende al oeste del Nilo, unos 60 km al sur de El Cairo. En ella no se hallan monumentos importantes del Imperio Antiguo, aunque si hay algunos restos de templos y necr�polis del Imperio Medio; los restos del Imperio Nuevo casi han desaparecido, pero no los del Egipto greco-romano, �poca en que la zona cobr� extraordinaria importancia agr�cola. All� se desarrollo entre los siglos II y III de nuestra era, una importante pintura funeraria consistente en retratos de extraordinaria viveza, realizados con pincel o esp�tula sobre madera, empleando pintura al temple o pigmentos naturales mezclados con cera de abeja (enc�ustica) o mezclando ambas t�cnicas.

Andr� Malraux escribi�, a prop�sito de esos rostros, que en ellos "resplandece la llama de la vida inmortal". De hecho, en los m�s bellos, en su mayor�a pintados al natural cuando el personaje a�n viv�a, o bien copiados de alg�n retrato suyo, parece que los pintores, herederos de la tradici�n naturalista de los griegos, han sido capaces de captar la vida misma.

La sociedad egipcia de los primeros siglos de nuestra era constitu�a un conglomerado multicultural en el que conviv�an y paulatinamente se iban integrando, las pr�cticas religiosas de los distintos grupos. Luego de la conquista del pa�s por Alejandro Magno, en 332 a.C., y la constituci�n del reino ptolemaico a su muerte, se estableci� en Egipto una comunidad griega numerosa que r�pidamente se transform� en una clase alta terrateniente y poderosa que controlaba la econom�a del pa�s. La dominaci�n romana, a partir de las �ltimas d�cadas previas al nacimiento de Cristo, cambi� los aspectos pol�ticos y militares, pero la cultura y las costumbres en general, siguieron evolucionando y sintetizando las tradiciones y creencias de los principales grupos: egipcios, griegos y romanos. Pero no eran los �nicos, tambi�n se hab�an radicado en el floreciente Egipto, sirios, jud�os y libios, que se entrelazaban entre s� y con los pobladores locales, dando lugar a una sociedad cosmopol�ta y a una s�ntesis cultural que conoci� su m�ximo esplendor hacia el siglo II d.C.

Sarc�fago llamado
La muchacha de oro
125 -150 d.C.

Esta momia de reducidas dimensiones, lo que indica que se trata de una ni�a, tiene un retrato excepcional por las ricas y elaboradas joyas y por su fondo dorado, que lo hace parecerse a los �conos religiosos medievales.

Retrato de Artemidoro
98 - 117 d.C.
Detalle del sarc�fago de la derecha

Sarc�fago del joven Artemidoro
98 - 117 d.C.

El sarc�fago, de cart�n enriquecido con pan de oro, lleva inscrita la frase "Artemidoro, adi�s", y est� decorado con representaciones de varias divinidades egipcias: Horus, Thot con la cabeza de ibis y Anubis con cabeza de chacal.

De esta �poca es la mayor parte de los retratos funerarios de El Fayum, que constituyen la manifestaci�n clara del encuentro de civilizaciones distintas: griega es la invenci�n del retrato naturalista, mientras que tipicamente egipcios son el rito de la momificaci�n de los muertos. En el culto egipcio a los muertos, los retratos de El Fayum eran objeto de veneraci�n pues, al ser parte de la momia sobre la que se hallaban, eran considerados como la sustituci�n inmortal del difunto y, por ello, tenidos por objetos sagrados. Parece que durante los primeros a�os del reinado de Tiberio (14 - 37 d.C.) y por razones que se desconocen, comenz� a ser colocado sobre las momias el retrato pintado, en lugar de la tradicional m�scara funeraria egipcia. En general los retratos corresponden a personas j�venes, lo que no debe extra�ar, considerando que el promedio de vida de la �poca no alcanzaba los 35 a�os. Como en toda sociedad antigua, tambi�n eran muchas las mujeres j�venes que mor�an de parto, tragedia testimoniada en numerosas inscripciones en papiros y tumbas, por lo que es frecuente encontrar en estos retratos la imagen de mujeres muy j�venes.

Retrato de Eirene
37-50 d.C.

La inscrici�n dem�tica del cuello dice: "Eirene, Hija de S., Que su alma pueda resucitar junto a Osiris-Sokar, el gran dios, se�or de Abidos, por siempre."

Retrato de un soldado
138 - 192 d.C.



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