Pere Abrisqueta Prat
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LAS FLORES DEL HECHIZO…

 

Dedicado cariñosamente a Elena Con, 
una amiga de tiempos quinceañeros, felizmente reencontrada.

 

 

En algunos manuscritos antiguos se encuentran diversas citas sobre las "Flores del Hechizo". Las llaman así, porque el que consigue ver a una de ellas, ya no la puede olvidar. Forman parte de sus recuerdos de forma imborrable.

Aunque se las define de apariencia delicada, explican también, que no se marchitan, que solo desaparecen, que pueden permanecer ocultas por años hasta que un día vuelven a florecer. Cuando lo hacen, es una explosión de belleza y alegría, como si gritasen… ¡eh, que estoy aquí!

Como escéptico en leyendas, sean urbanas o no, siempre había creído que estas flores no existían en la vida real, que eran fruto de la imaginación de trovadores y que si un día surgía una sería en la mente de un romántico o de un poeta.

Pero no fue así, hace algún tiempo me encontré con una de estas flores y deje que sus pétalos me acariciaran, cuando desapareció pensé que no la volvería a ver.

Reconozco con humildad que estaba equivocado. La he vuelto a encontrar, fue alzar la cabeza y allí estaba de nuevo. La reconocí con solo mirarla y solo tengo una duda, en realidad ¿quien encontró a quien?

 

Su color era el mismo, solo su intensidad se embellecía con el brillo que dan la serenidad y el tiempo.

Sus pétalos, sin cambios aparentes, mostraban la belleza que da el terciopelo de la experiencia.

Su tallo es ahora más sugerente, erguido con fuerza, revela una esbeltez más rica de matices.

Las hojas, que parecen no haber cambiado, están perfiladas por el atractivo de la paciencia.

Su fragancia es también más suave, como si se difundiera por el aire a través del tamiz de la sabiduría.

Quede tan impresionado, que cuanto más la miraba más necesitaba mirarla, como si mis ojos necesitaran llenarse de ella. Ah…, y es verdad que no se marchitan…, solo desaparecen.

Así es como lo recuerdo todo y así os lo he contado. Pero existir…, existen.

 

 

 

 

© Pere Abrisqueta Prat

 

 

 

 

Pere Abrisqueta Prat .- Nacido en Barcelona en 1943. Informático de profesión y una vocación tardía a la hora de escribir. La participación en un taller de escritura creativa hizo posible que además de hacer volar imaginación y  fantasía, pudiera acompañar este vuelo con palabras escritas. Después de todo, explicar cuentos y pequeñas historias ha sido siempre una tradición familiar.

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