María Martín
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CUERPO

 

 
Dos hoyos oscuros,
sin mirada,
abiertos a una luz.

Boca cosida de palabras,
manchadas, infectadas,
de veneno letal.

Manos de hierro,
frías, oxidadas
caen por su peso.

Cuerpo de mármol
inerte, frío, pálido,
ya muerto.

Desterrada por olvido,
enterrada en el recuerdo.
Olvidada, perdida.

He muerto.
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

BÚSCAME

 

 
Búscame a través del pensamiento,
En una de tus lágrimas,
Por cada recuerdo de tu olvido,
Debajo de la piel,
En el fondo de tu corazón,
En los latidos del mismo,
En la izquierda de tu alma,
Por la derecha de tus sentidos,
Encima de los sueños,
De frente de cada ilusión,
Por detrás de los miedos,
En la oscuridad de la luz,
Entre la soledad del silencio,
En medio de la nostalgia,
En los extremos del amor
En el precipicio de los sentimientos
en el final de tu dolor,
en el principio del mío.

Búscame en la libertad
Y ¡encuéntrate conmigo!.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
 
LUNA

 

 
Pura, pura es la luna e intacta
bañada de plata ennegrecida
de un brillo que causa y que incita
querer alcanzarla y quedarse con ella.

Rayos de oro saliendo del sol
van deslumbrando toda su cara
hoy está entera nada la tapa
ya no es mitad ni cuarto ni media.

Cómo se viste por todos los cielos
luciendo en la noche diamantes y perlas
se siente tan rica en este universo
por esa belleza que al mundo le ofrece.

Y no vale menos que un rayo del sol
que por nada ni nadie a ella la venden
que es su plata la que tanto reluce
a la que pueden mirar sin que ciegue los ojos.

Ella se mira y ve su reflejo
llena de vida en cada pupila
sabe que su plata no vale oro
pero y al sol, ¿quienes lo miran?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
TODO

 

 
Toco el sueño con las manos
Siento el tacto de su cuerpo entre mis dedos
Abrazo todo lo que tengo
Y beso sus labios ahora que puedo.

Veo el sueño en el espejo
Peino su pelo y lo despeino
Espejo que imita su sonrisa
Sonrisa que se borra si despierto.

Oigo el sueño en el vacío
Del silencio en la noche y en el día
Voces que confundo con el viento
La llamada de una realidad tardía.

Huelo el sueño en la fragancia
de olores hechos a medida
del que solo puedo disfrutar
de un aroma único en la vida.

Toco, veo, oigo y huelo
Siento, vivo, río y muero
cuando escapa el sueño con sus alas
alas impulsadas de utopía.
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

I

La rosa se marchita;

Y el amor,

Afila sus espinas.

 

II

 

Los pétalos se deshojan;

y del corazón,

ya no hay nada que arrancar.

 

III

 

El tallo; se desploma de la vida.

 

 

 

© María Martín

 

María Martín, española de Cáceres ( Extremadura) tengo 21 años nacida el 3 de Junio de 1985.

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