Pero podemos desviar esa atención, podemos tergiversar la imaginación y hacer que tome la dirección que queramos. El caso que les traigo hoy es el anclaje de texto. Con algunas palabras sobreimpresas en la imagen, la atención e imaginación del espectador estará centrada e influenciada, con cualquiera sea el texto que le agreguemos. La palabra tiene una fuerza propia importante, que con la ayuda de una imagen, puede crear un concepto semántico muy grande.

Lo primero que hay que pensar al agregar un texto a una imagen es su posición. La posición determinara de manera importante el efecto final que tendrá sobre la fotografía. Un texto centrado vertical y horizontalmente hará que se convierta en el protagonista, dejando en segundo plano y como refuerzo secundario a la imagen. Por el contrario, un texto en una de las esquinas tendrá un efecto radicalmente distinto: en una esquina superior sera la introducción del texto, influenciando en la posterior lectura de la imagen; por otro lado, en una esquina inferior será el cierre de la imagen, completando o cambiando de dirección la idea que el espectador tenia de la misma.

La segunda cuestión a considerar es el tamaño. Utilizando fuentes de gran cuerpo hará que el texto tenga fuerza, que sea considerado parte primaria y principal del concepto. Una fuente pequeña será un detalle para aquellos que la contemplan por mas tiempo, una ayuda mas para terminar de contar lo que el fotógrafo quería decir. Cuidado, una tipografía muy pequeña hará que el texto se pierda y pase desapercibido, o tal vez sea considerado una marca de agua haciendo que sea completamente obviado.

Por ultimo, pero no menos importante, es la tipografía. La reina indiscutida es Helvetica, sobria y seria, si quieres darle un toque profesional, esta tipografía sera tu mejor opción. Hay miles de variantes y cada una tendrá un efecto subjetivo distinto. Lo mejor es que, una vez decidida posición y tamaño del texto, pruebes algunas tipografías y percibas que efecto causa en la foto.