La Madre: La Paz
del Señor sea siempre con vosotros.
PUBLICO: Y con tu Espíritu Madre.
La Madre: Ave María
Purísima.
PUBLICO: Sin pecado concebida.
El Maestro:
Estoy aquí, hijo mío, a tu lado; estoy a tu lado porque tú sabes ver con
claridad todo lo que el mundo hace en contra mía.
También sabes ver con
claridad hijo mío, la grandeza que mi Padre tiene sobre algunas almas,
almas que se han merecido esa grandeza, y almas que han rechazado lo que
Dios les ha dado. Pero tú, tú siempre estás en el mismo lugar, esperando una
voz, una llamada que diga: "¡Aquí estoy, hijo mío...!"
Entonces
tu sonrisa se abre y ves con claridad delante de tí un ser con el cual
campartiste en vida sufrimiento y dolor: ¡Aquí estoy, hijo mío! El mundo
no sabe escuchar, pero aquí estoy para que tú me escuches.
Son muchos los que viven en tu mundo
hijo mío, y pocos lo que saben escucharme. Mira, mira tu pais, al cual mi
Padre te ha enviado de nuevo. Quiero decirte algo, para que tú lo digas,
lugar por lugar, hijo mío:
"España está ofendiendo mucho a Dios..,. mucho.
Es el momento de que España abra sus ojos al cielo y sepa decir: Perdona
Señor, estábamos ciegos y no vimos tu Luz, pero ahora que la hemos visto,
sabemos decir que no hay nadie como tú".
Vamos a recordar algo hijo mío:
"Hace ...
..., muchos años, los moros intentaron invadir España por la parte Sur,
para entrar una religión pagana y tapar mi Nombre; y vamos a vover a tu
tiempo, en este año y en muchos pasados: La parte Sur de España es
invadida, esta vez no por moros, hijo mío...
Padre Eterno:
...Esta vez por Satán".
El Maestro:
Las almas le llaman. ¿Acaso no están
conformes con Dios, que llaman al espíritu de las tinieblas para que les
haga vivir en este mundo, y despreciar el Eterno? La parte sur está invadida por el mal hijo
mío, y vendrá subiendo a la parte centro hasta llegar al Norte de España.
Entonces será cuando España abra sus ojos y diga: 'Señor ayúdanos'.
Será tarde hijo mío ¡Díme tú!, ¿será tarde?. ¡No!, porque
tú estás entre ellos.
Quiero que tú y los que han escuchado, lo que Yo he
dicho, lo hablen por todos lugaresQue sepan el error que están cometiendo,
clamando al espíritu maligno; lo único que hacen con eso es ofender a Dios
y quemar su alma en el abismo. Que no lo hagan más. Dios está aquí, mi Padre, el tuyo y el
vuestro.
Que no clamen más el nombre maligno, porque ellos son lo que así
se perjudican. Lo que ahora digo hijo mío, para muchos ya ha hecho eco
entre ellos y lo han oido en muchos lugares, pero ahora que se acerca el
final, es cuando satán ataca con más fuerza para llevarse muchas más
almas.
Y tú, hijo mío estás entre medias de todo ello. Recuerda:
"Un JINETE BLANCO con su
espada, aniquilará al enemigo que se piensa dueño de España y del mundo.
Lo sacarás recorriendo toda España punta a punta, y lo sacará por los
Pirineos donde será la batalla final".
Tú ya lo sabes, hijo mío.
Padre Eterno: Ahora
Yo quiero que los demás también lo sepan.
El Maestro: ¡Pedidme
hijos míos!
PUBLICO: ( No se entiende lo que dice.)
El Maestro:
Llega la
hora de marcharme hijo mío. Aunque muchos no hayan sabido escucharme, me
conformo con que tú me has escuchado. Lanza mi palabra, la que Yo hoy te
he dejado. que nadie se quede sin saber el cambio que España, y el mundo
hace a tu Dios, mi Padre. Adiós hijos.
PUBLICO: Adiós Maestro.
La Madre: Adiós
hijos.
PUBLICO: Adiós Madre.
Padre Eterno: Adiós
hijos.
PUBLICO: Adiós Padre.
El Hermano: Adiós
hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano.
El Hermano: Adiós
hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano.
El Hermano: Adiós
hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano.
El Hermano:
Que la Paz del Señor Yahvé, la fuerza del Guerrero,
Príncipe de las almas, y el amor de MARÍA, mi Reina,
quede con vosotros.
PUBLICO: Que así sea Hermano.
El Hermano: Ave María
Purísima.
PUBLICO: Sin pecado concebida.
El Hermano:
Los días
señalados por aquel Angel llamado LUCHADOR (1)
ya pasaron hermano. Para tí han
marcado huella, ya que veo que puedes sonreir de verdad. Para tí esos días
están grabados, para otros son un día más que no significa nada, pero
pronto el mundo se dará cuenta del significado de esos dos días que ese
Angel Celestial (1), Protector tuyo, señaló.
PUBLICO: Adiós Hermano.
(1)
El Arcángel San Miguel. |