El Hermano:
La Paz del Señor Yahvé, Padre omnipotente, Creador del Cielo y de la
Tierra, Creador del género humano, está con vosotros.
PUBLICO: Y con tu Espíritu Hermano.
El Hermano: Ave María
Purísima.
PUBLICO: Sin pecado concebida.
El Hermano: "Aquí estoy hermano, contigo a tu lado; y también al lado de todos
ellos. Al lado de todos ellos, como bien dije, para despedirme, porque mi
misión ya ha acabado. Ha acabado después de mucho sufrimiento, y de mucho
escuchar todas las barbaridades que el ser humano habla en contradicción,
y en contra de DIOS.
Yo soy el SOLDADO del Dios celestial;
un guerrero del tiempo pasado y
del presente, y con el GUERRERO BLANCO, otro
guerrero del futuro, los cuales como Yo, hemos luchado por levantar la
palabra de Dios en muchos lugares. Hemos luchado porque no se olvide todo lo que hizo un hombre
por vosotros: JESÚS de Nazareth.
Hemos luchado por tantas cosas
demostrando de lo que DIOS es capaz.
DIOS es capaz de amar aquél que se lo merece, y es capaz de castigar
aquél que le ofende. El mundo no sabe escuchar, porque no conoce aún a
DIOS.
Es un mundo cruel amados hermanos, un mundo en el cual vino DIOS
HIJO; y no han sabido comprenderle. Hoy para Mí es un día especial en un pais muy lejano al vuestro, en el
cual a Mí, como Angel se me recuerda.
Se me recuerda por tantas cosas como
hice por aquel pais: Demostré que todos son iguales, pese así a sus
diferencias físicas. También es un día especial para muchos, para muchos, porque ya no me
oirán más, y para otros quedará un recuerdo. Como también os dije hace
tiempo, y hoy os repito amados hermanos: "Mi Espíritu siempre estará con
vosotros".
(PUBLICO: Gracias Hermano.)
...Como bien os dije: ¡Cuidad de vuestra alma!, y no os olvidéis de
DIOS. Y quiero decir, amados hermanos, que miréis el premio que esta
familia está ganando con todo lo que hacen por vosotros. Muchos se
preguntarán, y dirán que no hacen nada. Han hecho mucho más que otros
pudieron hacer:
"El lugar que pisáis,
hermanos, en un tiempo era un sembrado del cual esta familia vivía, y
ahora lo que pisáis, hermanos, es TIERRA SANTA, y ya no viven de esa
tierra, viven de la palabra de Dios; una palabra que les mantiene fuertes."
Es a la vez lo que muchos no vieron; esta familia está dando pasos
grandes hacia DIOS, y muchos no saben reconocerlo. Muchos intentan ayudar;
que sepan que no ayudan a esta familia: ayudáis a DIOS, a que el mundo vea
un ejemplo de caridad. También he oido las críticas.
Muchos no han ayudado porque alguien, y
Yo sé quién, les ha apartado de su fé, les ha hecho mirar este lugar como
una cosa del mundo, cosa que no es. Todo llega hermanos. Ya estaba
anunciado, y ha llegado por Mí:
"Primero llegó el día DIEZ, un día que ya está marcado para siempre, y
del cual se hablará, y después mi día, en el cual me
despido de todos, pidiéndoles a muchos que ya me verán, pero no
aquí, en esta vida, sino junto a DIOS, junto a mi REY y vuestro PADRE."
He hecho mucho por tí hermano, tú lo sabes; tus padres y hermanos
también lo saben, y los demás, si saben mirarte, también lo saben. Tus
padres terrenos saben que Yo te he dado lo mejor. No por gusto mío, sino
por obediencia a DIOS, mi REY.
He hecho todo cuanto se me ha mandado. Como ves, tú conmigo, y ellos,
hemos sufrido mucho en muchos MENSAJES, donde Yo os he hecho ver lo que a
muchos seres queridos les ocurrió en el tiempo pasado. Muchos ayer,
quedaron sorprendidos al escuchar tan triste mensaje. En verdad es triste,
pero a la vez es alegre:
"Aquel santo Apóstol entregó su vida y dijo adiós al mundo con una
sonrisa. MARIA le esperaba para llevarle junto a su Hijo.
Supo así con su
dolor despedirse de su hermano, de su esposa e hijos. A su hermano le
dijo: "Me marcho con el Maestro, cuida de ella y de mis hijos". Y aquel verdugo lanzando su
espada acabó con su vida, una vida de sufrimiento. Pero ahora todo será
al contrario. Esta vez no será así.
Será todo igual menos la muerte, cambiará.
Tú hermano, verás al
Señor de los Cielos bajar en una nube. Tú, con aquéllos con los cuales
viviste en el tiempo pasado: PEDRO, JUAN, PABLO; y tantos como a tí te
acompañaron: Veréis llegar a vuestro Maestro, y así haréis al mundo
encaminarse hacia DIOS.
Por eso aún te queda mucho en este mundo hermano, mucho sufrimiento y
mucha alegría, pero tú no has de temer a nada, ni a nadie. Tu sufrimiento
ya se acaba: Yo, el día 26 de Septiembre de 1.989 vine a tí y te entregué
un alma, muchos han pensado lo contrario, ¡borrad vuestros pensamiento!
Le entregué un alma al Guerrero, la
cual esa alma es tuya y de DIOS. Un alma como tú, pura, la cual taparía tu
sufrimiento y ya lo hace. Y con voz potente grita nuestro DIOS:
Padre Eterno:
"Ya nadie puede contradecir, ya nadie puede levantar su voz
contra la Mía, porque no teme mi voz, sino mi Poder".
El Hermano: Todo eso
es ordenado por tu DIOS, hermano.
Padre Eterno:
En este mundo, soy Yo el que hace los planes, no vosotros hijos
míos.
El Hermano:
Todo lo que Yo he hecho ha sido por ver tu felicidad, porque has
sufrido mucho y nadie lo sabe, nada más que Yo y tu DIOS. Yo porque he
permanecido junto a tí, y aún queda mucho por estar a tu lado.
Pero aunque
muchos han hablado mal de esa alma que DIOS te ha entregado;
que sepan que sus palabras han llegado hasta el Corazón Sagrado de DIOS,
del cual aquéllos que sus palabras fueron de ofensas, se han dado cuenta
de su error. No ofendáis más a DIOS, ni al Guerrero Sagrado, ni al alma que DIOS
entregó al Guerrero. Os hablo de una profecia
escrita en el "LIBRO DE LOS SOLDADOS CELESTIALES":
"En el cual se habla de un
guerrero, llamado "EL GUERRERO BLANCO DEL TAJO", el cual su sufrimiento se
apagaría en su corazón, y a la vez en su alma, se iría debilitando poco a
poco, en el momento en el cual Dios entregaría un alma, en la cual mora alguien del
pasado, alguien con quien tú viviste hermano, y ya no tengo más que decir."
¡Hermanos! Ha llegado el momento del cual Yo he de despedirme. Tú
confía en esa alma, y sobre todo en DIOS. Y digo lo que siempre he dicho:
Basta con que tú, tus padres y hermanos
sepáis quién es esa alma.
Cuando DIOS quiere y se cumpla su voluntad, que levante su voz
señalando. A todos, hermanos, que habéis sabido escucharme durante cuatro
años..., a todos vosotros, que muchas veces habéis sonreido, y muchas
veces llorado en este lugar, Yo me despido de vosotros con un adiós muy
grande.
¿Ves esa Luz hermano?, es la
puerta Celestial por la cual Yo pasaré.
Soy
tu Angel, no lo olvides; como sabes nunca te he fallado, ahora tampoco;
para tí he sido tu hermano mayor, y tú para Mí has sido el consuelo y lo
serás siempre. Que tus padres terrenos sepan que no
les dejo; que aunque Yo no hable, estoy con ellos para ayudarles a
soportar las burlas y ofensas de muchas almas, que vienen nada más que a
burlarse de DIOS.
¿Queréis servir a vuestro DIOS,
hermanos...?
(PUBLICO: ¡Sí, hermano!)
Es muy
sencillo:
"Aquél que quiera servir a su Dios que propague la
Palabra de su Dios, pero que no ponga ni quite nada, solo que lo haga;
y hable de la Palabra tal y como Dios la ha dicho."
Me despido de esta familia, la cual han tenido mi consuelo y también
lo tendrán, y de tantos como me han escuchado, y me han sabido llamar
amigo. De tantos como han llorado escuchando a una REINA triste: Soy
vuestro Angel, también vuestro amigo.
Soy un Espíritu que ha vivido también
en vuestro mundo, viendo el dolor de esta vida y soportando cuanto hay en
ella. También he visto la cara buena de la vida. ¿Sabéis cuál es? El saber
que estáis creados por Dios.
Eso fortalece el alma y hace caminar. Y tú sonríe hermano, de tí no marcho. ¿Deseáis algo por última vez,
hermanos?
PUBLICO: ¡Hermano..., Hermano!
El Hermano: ¡Pedidme,
hermanos!
PUBLICO: (Piden varios a la vez, hay confusión.)
El Hermano:
Ha llegado el momento de marcharme.
Muchos me podréis ver junto a DIOS, quizás algunos, o bien pocos, porque
algunos de vosotros os llega el momento de ver vuestros errores en esta
vida, y me refiero a la muerte.
Estoy junto a DIOS velando por
vosotros al lado de mi REINA, y también al lado de mi gran amigo, el
Guerrero. El ha sabido consolar a todos los Celestiales. ¿Quién como
tú? Nadie como tú. Adiós hermanos.
El Hermano: Adiós
hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano
Padre Eterno:
Adiós hijos.
PUBLICO: Adiós Padre.
El Hermano: Adiós
hermanos.
La Madre:
Adiós hijos.
PUBLICO: Adiós Madre.
PUBLICO: Adiós Maestro.
El Hermano: Adiós
hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano.
El Hermano: Que la Paz del Señor Yahvé, y la fuerza del
Guerrero, la gran labor que ha hecho el ANGEL CELESTIAL, vuestra voluntad
y vuestra fé, quedan con vosotros.
PUBLICO: Que así sea Hermano.
El Hermano:
Un ANGEL que ha sabido luchar por un
Guerrero, y aún lo hará; solo os pido que respetéis su Nombre: ANGEL
LUCHADOR (1); que
no le olvidéis en esta vida, y que sepáis que está junto a DIOS; y tú ¡no
llores hermano!
Tú sabes su plan, igual que Yo. El ha sufrido aquí, junto al Guerrero,
todo lo que se ha hecho contra el Guerrero. Te ha dado lo mejor por orden
de DIOS. Tú también quedas con ellos. Adiós hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano.
Padre Eterno:
Adiós hijos.
PUBLICO: Adiós Padre.
(1)
El Arcángel San Miguel.