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CHAÑAR CHICO

NARRACIONES MINERAS I

El campamento minero de Chañar Chico estaba situado en un breve portezuelo de uno de los cerros más elevados de una cadena sinfín. Los barracones, que en su perspectiva integral denotaba un conjunto descolorido y triste, formado de calaminilla descolorida y quebrajada. Eran verdaderos cajones, rectangulares, divididos interiormente por tabiques del mismo material en camarotes de a cuatro literas. Al hablar de camarotes y literas, es posible que se tenga una idea errónea pensando con la que se dispone en los cuarteles o en los barcos. Pero, lamentablemente aquí es totalmente distinto. Se trata de un reducido espacio en la que se hallan instalados unos piés derechos que sostienen listones conformando un marco en la parte baja y otro en la parte superior. Alambres entretejidos ofician de somieres. A veces son tablas, más este material de lujo pertenece a los favoritos o a los más antiguos. Aquí, este mueblaje tampoco está generalizado. No, en algunos camarotes hay que acomodarse sobre el piso de tierra. Dos cuerpos de este tipo de edificación alberga a unos sesenta mineros aproximadamente. En frente, en línea paralela se extiende el tercer barracón donde se encuentra ubicada la oficina, la bodega de materiales, la cantina y por último la pieza de la cantinera. Al extremo, a unos pocos pasos de la oficina del capataz, sobre una plataforma de madera y piedra, se halla el tanque de agua con su correspondiente grifo.

En nuestro camarote alojamos cuatro mineros. Tres trabajamos en una misma cuadrilla, el quarto es el compresorista mas en sus horas libres también para ganarse unos pesos más, extrae metalitos de "papeo".

La picardía nativa otorga sobrenombres, según la calidad de sus moradores, a cada camarote. Así por ejemplo el nuestro es llamado el camarote de los "abogados". Este apodo proviene del hecho de que aquí estamos en constante discusiones, lo que a veces llevados del calor del entusiasmo las voces iban en contstante "in crescendo". Naturalmente que estas conversaciones se efectuaban dentro de un clima de cordial amistad sin que se traspasara los límites pacíficos.

Pretenderé esbozar de alguna manera, ya que constituye una tarea harto difícil para mis escasos medios narrativos, las figuras de estos compañeros de verdadero infortunio. Si pudiera describirlos de tal forma que pudiera retratarlos con acertada fidelidad sería de lo más ideal, pues se merecen estos buenos amigos una imagen noble de sus personas, en homenaje a esta existencia obscura, desolada y de por sí triste, en que solo el espíritu de hombres como ellos pueden despertar sentimientos inequívocos de superioridad espiritual.

El primer lugar otorgo con todos los honores, al profesor Oscar, al que llamamos simplemente por "profe". Es un hombre singular. Capta la simpatía de inmediato, apenas pueda sentir el peso de su mirada inquisitiva, a la vez de cordial. De porte distinguido, alto, delgado, en su cabeza ostenta unas tiras blancas por ambos lados de la cabeza, canas que orientan a calcular su edad aproximada a los 48 años. Se mueve con serenidad. Nada le impacienta demasiado como para dar un paso fuera de lo acostumbrado. Sus ojos son de un color café, que a veces según la luz del momento se demuestran de un celeste suave. Su frente acusa el sacrificio de una vida trabajosa a través de rayas que parecen surcos, que se profundizan, especialmente cuando alguna preocupación prende su mente. Su boca espaciosa rematada de labios carnosos se repliegan de manera despectiva indiferencia cuando habla o de superioridad calculada. Sus manos se movilizan al ritmo de sus palabras. La derecha es la que hace el juego principal en un continuo arabesco. Cuando trata de ubicar una idea, un pensamiento, o tan solo una decisión, su dedo índice apunta tocando la frente como el cañón de un revólver apunta un blanco. Es su gesto característico, que le otorga una sensación de elegante tribuno. Su voz es ronca, grave pero de una modulación suave, sin dejar de ser firme. Gusta de que le escuchen, y estoy seguro que a él le agrada de sentirse a sí mismo. Cuando comienza cualquier conversación lanza una palabra como pidiendo silencio, se detiene, observa, y cuando está seguro que será escuchado prosigue o inicia el tema de su charla. En general nos gusta oir sus palabras ricas en expresiones y pronunciadas con una dicción clara y musical. Tanta riqueza intelectual y espiritual contrastaba con su vestimenta mísera hasta el extremo de igualarse al más pobre de cualquiera de nuestro minero, Sus raídos pantalones me hacía recordar, de una manguera gruesa que se usaba para llenar los depósitos de agua de las locomotoras desde el tanque de hierro de la estación de ferrocarril de mi pueblo. Con la diferencia que los pantalones del profe estaban llenos de mapas de remiendos. Una camisa de cotele mejor defendida de roturas pero desteñida y arrugada componían la tenida del elegante "profe". No sé porqué aún así - rotoso y desaliñado - denotaba un aire de noble distinción.

Han sido infructuosos sus anhelos de modificar tan mísero atuendo. Las veces que bajaba a la ciudad - generalmente los días de pagos - se compraba terno nuevo, un par de zapatos y un magnífico sombrero. Así, vestido con esas ropas, se parecía a un embajador en visita oficial.. Era irreconocible, de tal forma que los propios compañeros pasaban a su lado sin advertir que el gallardo varón que rozaron al cruzar la calle no era otro que el mismísimo "profe". Lástima grande que esta ficción de gran señor duraba tanto como el tiempo que demoraba en las cantinas para colmar con entusiástica prisa su capacidad de mediocre bebedor. Cuando el alcohol ha dominado su mente nuestro "profe" ha saltado un peldaño en la escala de la degradación humana para pasar a ser una pobre piltrafa. Entonces da lástima. Queda dormido en el suelo, totalmente transportado o inconciente cuando despierta sin atinar a nada. Sus ojos se clavan a un punto fijo y así pasa horas sin moverse dando la sensación macabra de un cadáver. Es entonces cuando los rateros empiezan a actuar para dejarlo prácticamente desnudo. Adiós sombrero, terno y zapatos, y si algunos pesos le han quedado, naturalmente que ha formado parte del botín. Terminado el trabajo de estos inmundo oportunistas, se inicia la labor de los carabineros. El profe es levantado por manos férreas y tirado como saco de papa al carro celular. Su estada en la comisaría será tan larga como consiga que la compañia mande la multa salvadora. Así vuelve otra vez a ser un mísero minero, después de haber vivido fugazmente una vida de rey sin corona. Episodios así se han repetido hasta el cansancio sin que haya fuerza humana capaz de modificar este infeliz itinerario de valor descreciente de tan desastrosa consecuencia para el "profe".

Después que han pasado dias, y así también el efecto de sus "parrandas" como suele llamarle él a sus borracheras, y ya en un ambiente de habitual camaradería, comentamos sus pérdidas prendarias, el "profe" suele decir con olímpica indiferencia:

Lo bailado no me lo quita nadie..!. lo que me enfurece son esos carabineros de mierda!. Esos c... de su madre, no contentos con tirarme como a una basura sobre el piso helado, se les ocurre bañarme de madrugada... no tienen entrañas, son más crueles que las mismas hienas... - El "profe" temblaba de rabia al recordar estas escenas.

De puro amable lo hacen - intervenía socarronamente el negro Gómez esbozando una risita incontenida.

No sea huevón...- respondía el "profe"molesto por la burla y siguiendo en su amargo desahogo continuaba - esos desgraciados, verdaderos engendros humanos todavía cobran por el alojamiento....y nada menos que el valor de cinco días de jornal.

El negro Gómez no pudo contenerse, su risa fué tan contagiosa que el "profe" se sintió desarmado.

Pero si es más barato que el Hotel Carrera, y todavía se queja - dijo al final de su risa explosiva

El "profe" no se dignó contestarle, pero tenía todavía mas que decir:

Estos desgraciados si que son comerciantes y de lo más inescrupulosos, se la saben por libro. Conocen a los mineros por el olor. No se equivocan en calificar a los vagabundos. Cuando apararece un minero por la ciudad ya no le pierden paso, como los jotes sobre su posible víctima. Lo siguen tranquilamente, saben que sus pasos se detendrán junto al mesón de alguna cantina. El negocio está hecho, es cuestión de esperar. Apenas sale, curao o nó, vamos para adentro. El minero es plata segura. La compañia tiene que pagar por él, somos mercaderías de primera necesidad. La libertad se vende al contado como pan caliente. En el caso del vagabundo es distinto; como no tienen a nadie que responda por él, no hay interés, pueden seguir gozando tranquilamente sus existencias inútiles, son ellos los verdaderos y únicos usufructuarios de la libertad: dueños y señores de su albedrío. Pero esperen que estos zánganos sociales empiecen a ser útiles a la sociedad, desde ese momento cobrarán valores, tendrán tarifa y, naturalmente, los carabineros ampliaran su rica clientela.

Es de lo más cierto - admitía el negro Gómez - y pasaría dias enteros contando sobre las pilas de artimañas que hacen los pacos para sacarnos dinero. Por lo demás no es ninguna novedad que entre los viñateros y estos desgraciados custodios del orden público, existe una componenda comercial de lo más vergonzosa. Fijese Ud. nomás en la cantidad de cantinas clandestinas que existen en todas partes, los pacos cobran elevadas coimas a cada una de ella.

Eso no importaría - dijo el "profe"- pues son vicios humanos, lo que importa en todo este asunto es que no hay un sentimiento superior, una orientación racional. Todo esto es una vil prostitucón, un negocio de lo más ruin porque es a costa de gente miserable, indefensas y pobres como nosotros. Si esas multas que representan días de jornales para nosotros sirvieran para crear algún centro de recuperación alcohólica, un hospital donde sanar al borracho consetudinario, al vicioso; entonces se justificaría y pasaría a ser una empresa social de las más alta consideración. Pero, así por el solo hecho de sacarnos dinero para pagar sus vanidades de oropeles, es de lo más injusto y de una bajeza denigrante que deshonra a nuestra policía que se la dá por una de las mejores de América....

Tiene toda la razón del mundo - decía afirmativamente el negro Gómez - eso es hablar. Yo quisiera haberlo visto en la cámara de diputados. Ud. hubiera sido un gran legislador, toda vez que los grandes trust económicos no lo hicieran su testaferro y lo manejara entonces como a un vulgar monigote...

Cuidado amigo, - saltaba el "profe" frunciéndo la frente - eso no le permito - yo soy un hombre de principio, y eso quiere decir invulnerable, de una sola línea...

Muchos dicen lo mismo - replicaba en forma cortante el negro Gómez - pero apenas llegan a ser elegidos, se contagian de la mafia que manejan los intereses del país desde el congreso.

Bueno, habremos de todos en la viña del Señor...pero felizmente siempre hay hombres de entereza y de virtudes pristinas que siguen señalando con su valentía, inteligencia y honradez los derroteros firmes de un futuro siempre mejor.

Ya, ya..., - detenía el discurso inspirado del "prefo"- Ud. está volando por mundos soñados - a toda costa quiere encontrar gente que se sacrifican por el prójimo y capaces de renunciamientos personales por el bien común, pero yo estoy seguro que vivimos una época positivista y metalizada...estoy con aquel personaje histórico que decía "todo hombre tiene su precio..." Hoy en día seguiría Diógenes buscando en vano el hombre...

Ud. no hace sino demostrar su constante amargura - sentenciaba severamente el "profe". Eso es, un amargado de los tantos que existen en el mundo. Encontrando todas las cosas malas, gente como Ud. son los que destruyen el mundo con sus porfiadas actitudes negativas y pesimistas. Yo - desde luego - los justifico en el sentido de que en la naturaleza hay de todos; desde las palomas de blanco plumaje que simboliza la paz, el bienestar, el amor y la serpiente que no es sino la expresión del mal, de la ponzoña y del veneno.

Por favor "profe"- interrumpía en actitud de confusión el negro Gómez - como se cree un ser superior se toma el derecho de herirnos a mansalva. No señor.. yo no soy ningún amargado, simplemente veo el mundo a mi manera, de acuerdo a lo que he vivido y aprendido en la vida. Ud. es un sentimental. Se ha buscado una vida a la que no ha pertenecido. Es un intruso, su existencia fué regalada, bella y amable. De pronto, por una situación que ha escapado a su voluntad por haber sufrido un golpe del destino, como única respuesta se ha arrojado al albañal humano, ha venido Ud. a este mundo sucio y malsano porque no ha sabido resistirse al vicio que fué su fuente de consuelo en sus horas amargas. Si señor, fué Ud. el que ha claudicado para venir a probar - por propia voluntad - los amargos sabores de este mundo negro y ácido; en cambio nosotros, estamos en nuestro ambiente, como el sapo en el barro, es nuestro escenario natural y no podemos pensar de otra manera, eso sería pretender lo absurdo.

Por favor no hablémos ahora de nosotros, no viene al caso; sigamos mejor con el tema de los hombre de gobierno, que según nuestro sentido democrático son los que nos representan. Están en manos de ellos que nuestras vidas mejoren...

Es perder el tiempo - formulaba su opinión el negro Gómez despectivamente. Ellos tratan de justificarse de cualquier manera toda vez que puedan seguir gozando de una suculenta dieta y de una serie de prebendas más; sin importarles para nada la suerte de gente como nosotros. Solo se acuerdan que existimos cuando necesitan de nuestros votos y cuando vienen en campaña proselitista. Ni siquiera consultan nuestra opinión, simplemente traen una cartera con dinero suficiente para comprar nuestra conciencia....Desde luego no nos queda otro recurso que la de sacarle el máximo de provecho, de lo contrario que ganaríamos ! Nada!! - Estos políticos de porquería vienen hasta aquí bien equipados con varios chuicos de vinos, sanwich y algunas aceitunas, nos llenan de palabras huecas pero que suenan bien en sus labios amaestrados. Nos emborrachan y, para darle un carácter solenme al mitín, nos hacen cantar el Himno Nacional y luego se van satisfechos de habernos narcotizados con el alcohol de sus mentiras y con el sabor de sus vinos baratos... Esa es nuestra vida política, ahi reside el valor cívico del ciudadano conquistado magistralmente en sucesivas victorias del hombre moderno, desde la Revolución Francesa.

Caramba, caramba......- enunciaba su admiración en forma entusiasta y como sorprendido el "profe" - que académico se ha puesto nuestro hombre de las cavernas...

No se equivoque "profe"- protestaba el negro Gómez, hinchando su pecho negro y velludo - también conozco la historia y el desarrollo lento de las conquistas sociales, aunque a Ud. no le merezca respeto mi exigua cultura, le informaré que he cursado hasta el cuarto año de Humanidades, y además la escuela de la vida me ha enseñado más de lo que hubiera pretendido aprender.

No señor - protestaba conciliador el "profe"- No, no he pretendido subestimar sus conocimientos; simplemente me dejé llevar por la inflamaciön entusiasta de sus palabras que acusa un punto luminoso en su espíritu tan escondido a estas clases de manifestaciones.

Lo que ocurre señor - continuaba el negro Gómez - es que los reiterados golpes de esta vida perruna me ha llevado a ser fríamente lógico, como es el mismo destino en sus determinaciones inexorables. Solo creo en lo que veo y siento, por lo demás retomando el hilo de nuestra conversación, creo realmente que la gran mayoría, sino todos, son meros instrumentos de poderosos intereses donde nosostros no figuramos sino cuando hay que tratar en cifras que convengan a sus mezquinos intereses. A próposito, digame señor "profe" a quiénes representan estos honorable diputados? a la mayoría, no es asi? Yquienes forman la mayoría, que tipo de pueblo? Si somos honrados en apreciar las cosas estará Ud. conmigo en decidir que la mayoría esta conformada por gente pobre como nosotros, los desheredados de la fortuna, los que trabajan de sol a sol para poder subsistir. Sin embargo, fijese Ud. en el aspecto físico de nuestros representantes que aparecen en las fotografías de las revistas, son todos bien comidos, elegantes, sobradores en sus miradas y orgullosos en sus portes. Que van a representar a la mayoría!!! Ellos desde luego son representantes del capital que le han facilitado dinero para comprar nuestro voto, eso es todo..

Por favor señor Gómez - interrumpía molesto por las aseveraciones tajantes - no, no es así, aunque en parte tiene Ud. razón; pero no podemos pensar de esa manera tan siniestra de nuestros hombres públicos. Necesitamos tener fé y confianza en alguno de ellos, por lo demás aceptará Ud. que mucho se ha logrado a través de unos pocos años. Ahora tiene Ud. los beneficios de la previsión, la caja de accidente de trabajo, jubilación, y una serie de beneficios que se ha logrado gracias a espíritus combativos y capaces que han llegado al Congreso....

Bueno, después de todo para algo están...Yo tengo algunas ideas sobre como podría ser más justo esa Representación. Aunque a Ud. le resulte risible se lo diré - escuche:

entiendo que allá debiera estar un representante por cada agrupación específica de modo de vida de los ciudadanos. Vamos al ejemplo que siempre resulta más práctico. Los cesantes que forman una legión numerosa podrían tener un representante; así tambien los borrachos que no por ser viciosos dejan de ser una realidad efectiva; como los mismos vagabundos o indigentes que se exhiben haraposos en cifras alarmantes por las calles de nuestras ciudades; sin omitir los mendigos...... y podemos seguir citando a grupos determinados que integran la vida de relación del pais, y que viven y ambulan por el ámbito de la República huérfanos de toda protección y asistencia. Ellos son los que realmente necesitan de representantes...

Muy bien, muy bien..- el entusiasmo del "profe" era sincero y amable - Ud. me ha conquistado definitivamente y ahora en más le tendré por un revolucionario genial.

Se ríe Ud. "profe"de mis ideas raras, pero si piensa con honradez tendrá que admitir que los desposeídos de la fortuna que son la mayoría, no tienen ninguna clase de representación en el Congreso, ni la tendrán jamás....

Porqué nó, todo puede ser. El mundo ha ido cambiando a pasos agigantados. Las ideas socializantes han traído ventajas sociales que antes no se soñaban. Sus ideas son novedosas y dignas de ser consideradas, pues no son sino el resultante de suvida versátil y rica en experiencias serias.

Somos apenas un granito orgánico lanzado en el abismo del tiempo y del espacio. No obstante la realidad tangible del nuestra existencia es cierta...Lllegamos a esta vida traídos por leyes infalibles y divinas. Nuestra aparición con este mundo, ocupado por millones de congéneres, nos hace aparecer como intrusos, beligerantes, rivales atávicos en una sociedad ocupada en el imperativo deporte de recorrer el círculo insalvable de nacer, procrear y morir.

No tenemos la culpa de nuestra existencia. Somos frutos del amor egoísta e irresponsable. Ahora tenemos la necesidad de sobrevivir. En varias regiones del mundo mueren millones de seres debidos al hambre, a la desnutrición y al pauperismo. El estómago es un soberano absolutista que no acepta postergaciones, ni treguas.

Que le pasa Gómez que está tan trágico? - interrumpió el "profe" decidido a tomar la palabra usufrutuada con tanto entusiasmo por el negro.

Nada, simplemente exteriorizo lo que pienso.

Es cierto, empero sus ideas y pensamientos denotan gran amargura - No creo que exista nada más negativo para el espíritu del hombre que la amargura - cuando se raciocina de la manera que hace Ud. es que se está al borde del abismo y de la desesperación. No amigo, deténgase, no abone con veneno el surco pujante de su juventud.-

Las palabras del "profe" sonaban para el negro Gomez como una música dulce, paternal y tierna, a través de lo cual avisoraba el gran afecto que éste le profesara.

No sé, a veces reniego de todo, odio a todos, Es cierto, estoy lleno de amarguras y de ideas nefastas. Pero que quiere que haga si la vida nos moldea conforme a sus cortantes relieves.

Nuestra vida moderna adolece de notables defectos - acotó sentencioso el "profe"y prosiguió - somos el producto de una sociedad que vive a golpes, y en cada martillazo de la ciencia el hombre recupera siglos perdidos en las tinieblas de la ignorancia, del odio y de las persecusiones religiosas. Hay mucho que hacer, que reformar, que corregir. Se ha dado un gran salto sin duda alguna en beneficio de la felicidad del hombre. Notables y ambiciosos reformadores han conformado nuestras estructuras sociales acondicionándolos a las exigencias de una sociedad en constante ebullición. La Revolución Francesa punto culminante desde donde se irradia la poderosa luz de la libertad y la igualdad de los hombres. Desde entonces surgieron nuevos ideales en cada violenta explosión bélica descubrieron los guerreros nuevas necesidades de una existencia distinta y en la convivencia entre el fuego y las trincheras encontraron fórmulas humanas en que primaron el amor al prójimo, la comprensión y un acercamiento estimulante entre seres de distintas razas, religión e ideologías. Así surgieron las doctrinas socializantes, y las ideas democráticas se hicieron más generosas suavizando el sistema liberal frío y decadente que hasta entonces moldeaba imperativamente la economía de los pueblos. Como consequencia de la primera guerra mundial nacieron al mundo - como hongo después de la tormenta - varios sistemas de goviernos en un afán de encontrar caminos más expeditivos para una vida mejor. Lamentablemente la mayoría del aquellas doctrinas basaron su poder en goviernos despóticos, tiránicos y totalitarios que - como consequencia de su propia autosugestión de grandeza enfermiza - concibieron pretensiones suicidas de dominio del mundo en estúpidos fundamentos de razas privilegiadas - El nacismo en Alemania; el fascismo en Italia brillaron con el oropel de su militarismo prepotente y ciego de fanatismo.

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