POESIAS
ESCRITAS
POR VOSOTROS
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POESIAS DE CECY
NOSTALGIA La noche ha caído la brisa suave y fresca baila una melodiosa canción al son del cántico de los grillos y las chicharras de un lado hacia el otro, al compás del mar. La luna ha abierto sus ojos con gran esplendor y sigilosamente me mira lloriquear no quiero verla porque me hacer recordar los momentos maravillosos que dejé escapar Y es cuando la melancolía inunda mi alma y al saberte lejos mi, entre sollozos me pregunto ¿Dónde estarás?, ¿Cuánto volverás? La verdad tengo mucho miedo y creo que no podré soportar la soledad tengo miedo porque en el recorrer de la vida mis pasos ya flaquean y creo tropezar, caer y desmayar. Necesito el calor de tus brazos para no congelarme en el frío de tu ausencia necesito escuchar tu voz aunque sea en el murmullo del viento para saber que estar cerca de mi. Febrero 20/2001 |
DÉJAME
ACARICIARTE Déjame acariciarte lentamente explorar uno a uno cada detalle tuyo descubrir la suavidad de tu piel cautivadora probar la miel que destilan tus labios al besar. Déjame acariciarte lentamente para sentir el latir de tu corazón exaltado, para descubrir en tu mirada lo que loco ansias y darte así todo el amor que para ti he guardado Déjame acariciarte lentamente y saciar mi sed en el manantial de tu alma con la pureza de tu tierno amor y ahogarme entre tus brazos hasta el amanecer Déjame acariciarte lentamente para perderme contigo en el lejano horizonte en el valle mas profundo y frío para poder sentir el calor de tu loco y apasionado amor. Déjame acariciarte lentamente para soñar y despertar día a día con la persona que siempre he amado en la vida "tu". Febrero 20/2001 |
EL
ULTIMO VERSO Quiero escribir el último verso porque estoy enferma de amor si, este amor que corroe mi alma y me hace perder la calma Esta noche hago vigilia con la soledad, y los viejos recuerdos de un amor prohibido amor que llevo enraizado dentro de mi cuerpo que crece y se alimenta con de cada día de mi existir. Mis pasos flaquean, mis fuerzas se agotan mis lagrimas brotan de mis ojos como un torrente de lluvia y creo que ya estoy en agonía. Su presencia, sus brazos, sus caricias, sus besos y tenerlo para siempre conmigo es la medicina que cure al alma mía. Dios mío......... Dios mío, no permitas que desfallezca dame tan solo un poco de dicha y felicidad antes que muera en vida. Diciembre 12/2001 |
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POESIAS DE PILAR (MELYSSA)
Oscuro
veo el futuro por muy claro que sea el día, cuando no te tengo cerca ni me haces compañía. Piensan q es un capricho, un recuerdo mejorado. Pero yo se la verdad, que yo a ti te amo. No quieres ver la realidad, ni miras hacia el pasado; porque tu vida debería estar a mi lado. Juntos seriamos felices yo no te dejaría de lado pasen los años que pasen. Tienes que volver a mí, el destino no puedo jugar así conmigo y cuando vuelvas aquí, estaremos juntos años y años. Felices seremos juntos recordando el pasado, viviendo el presente y el futuro esperando. *********** Precioso día despierta, |
¿POR
QUÉ VIVIR?, Me pregunto siempre al despertar. Quizás por un sueño iluso, cosa muy común en ellos, que al final son tan sólo eso, un sueño. Una esperanza de que las cosas cambien, de que algún día la suerte o un poco por lo menos de ella, te sonría, este a tu lado, te roce al pasar camino de esa gente con la que vive y de la que no se aleja. Yo siempre espere ese día. ese destello de luz, ese signo que cambiaría mi vida. Hoy puedo asegurar que tal vez la suerte ni tan siquiera se ha acercado a mi camino; quizás ni sabe de su existencia. Desde ahora se que no existen los sueños, sino una realidad mala y degradada, sin ilusiones ni esperanzas para comenzar un nuevo día. Jamás volveré a desear algo, ni tan siquiera a imaginarlo. He visto la realidad con los ojos de una niña asustada. Tan de repente me he dado cuenta de todo lo que me espera: Padecimiento y muerte, tal vez sea eso mi verdadero destino. Nunca, por fin me he dado cuenta encontrare lo que anhelo. Jamás ese dios maldito me permitirá pedir deseo. Ya una vez fuera todas mis ilusiones, poco me queda por vivir, sino tal vez aguantar la carga con la que nací crecí y moriré. |