ATSOVAMAD

Asociación de Tornillos SOlitarios VAliendo MAdre los Domingos

"Carlitos Koala y la Mamá Dora"

Carlos era un chico inocente. Sus roces con el sexo opuesto no hab�an pasado m�s all� de simples saludos de beso en la mejilla y juntadas para estudiar. El hab�a evitado a toda costa este tipo de contactos. Su objetivo no era tanto mantener su inocencia pura, sino m�s bien evitar aquello a lo que siempre hab�a temido. No contaba con que en aquella ocasi�n se ver�a vorazmente acosado por una persona a la que hab�a depositado toda su confianza y admiraci�n. Una admiraci�n que nace no s�lo debido al caudal de conocimientos que esta maestra derrochaba; tampoco debida �nicamente a su inigualable belleza de grandes curvas que le daban forma a un cuerpo bellamente iluminado por un rostro claro y una voz que la m�s fina de las sirenas del oc�ano envidiar�a.

Todo comenz� aquella ma�ana de agosto. Dio inicio la clase y Carlos se sinti� feliz al voltear a su alrededor y ver a varios de sus viejos compa�eros de estudios. Subliminalmente Carlos sent�a esta felicidad al saber que har�a equipos con personas con las que podr�a desenvolverse con confianza, e incluso, ganarse su admiraci�n temporal ante un chiste o an�cdota simps�nica que se le ocurriese espont�neamente. No tendr�a necesidad de conocer a nueva gente y ni hablar de tener que conversar con seres humanos del g�nero femenino! El estaba a salvo. Al menos asi se sinti� por un momento, un momento que se vio s�bitamente interrumpido al hacer contacto visual con una criatura extra�a para su experiencia... era una mujer.

La manera en la que los rubios y largos cabellos de Garby ca�an sobre su delgada figura lo admiraba. Aquel estilo que ten�a para agarrar la pluma al escribir la fecha de hoy... En fin, todo en ella le llam� la atenci�n. El no pod�a creerlo, el no quer�a creerlo, pero era verdad, una mujer le hab�a interesado.

La confusi�n se hizo presente en su cabeza: "Pero que me pasa?", pens�. "Que van a pensar mis amigos de la asociaci�n?". Pero la atracci�n era tal que r�pidamente ide� un plan: "Ya se, montar� todo un circo y dir� que va a haber un sucesor en la asociaci�n y asi yo me desafano de esa fama y adem�s incrementar� mi popularidad al hacer algo gracioso... matar� dos p�jaros de un solo tiro..."

Y se encontraba inmerso en sus sue�os adolescentes cuando no daba cuenta de lo que suced�a a su alrededor. La eminencia que ten�a por maestra hab�a dado inicio a el conocido ritual de pasar lista:
"Dork" - "presente caona"
"yoyo" - "aqui"
"punky" - "presente"
"Carlos Lopez" - "presente"
"Carlos Gonz�lez" - "presente"
"Carlos Ram�rez" - "presente"
"Carlos Moreno" - "presente"
"Carlos Ramos... Carlos RAMOS... CARLOS RAMOS"
"eh? ah! uh presente!"
"A ver, quiero que levantes tu mano para saber quien eres"
"Soy yo maestra" - Contesta Carlos levantando t�midamente su mano derecha
"Ummmmmhh, ok!, ok!" Contesta la maestra a quienes todos conoc�an cari�osamente con el mote de "mam�" "As� que tu eres..." le dice en un tono m�s sensual a�n. "Sabes algo?..."
"eh, no, no maestra, que es?" -"Carlos es mi hombre, digo, mi nombre favorito..."
"Ah! de veras? que coincidencia, yo me llamo Carlos!" -"Si lo se, pero no creas que por ello, o por tus cautivadores ojos de color...ojos, o por tu largo y sensual cabello ni por ning�n otro de los muchos motivos que me llaman la atenci�n de t� vas en ning�n momento a ser mi alumno consentido"

Y as� continu� pasando lista, present� el curso, escribi� algunas notas en el pizarr�n, aplic� un examen... Fue durante la aplicaci�n de este examen cuando la relaci�n alumno-maestra lleg� a su climax... literalmente!
Carlos se encontraba dominado por la duda ante una pregunta crucial en su examen:

5.- La teoria de siste____ es la que estudia a los sistemas.

Su mente divagaba y por m�s que se concentrara en tratar de obtener la respuesta su mente siempre le daba la misma: "Garby, Garby, Garby... Chinteguas! ya he contestado as� las primeras cuatro preguntas, y se me hace que la respuesta de esta no era la misma, pero no me puedo acordar"

La maestra, pose�da por la lujuria, libidinosamente se acerca a Carlos y al verlo preso de la duda toma provecho de la situaci�n y le dice con una voz m�s que dulce: "Yo te ayudar� Carlos, no te preocupes..."
Acto seguido, lo toma de la mano. Carlos se sonroja, su pulso se agita, sus partes toman formas nunca antes descubiertas, le sudan las manos, le suda la cara, siente un fr�o que le recorre toda la espalda, no puede m�s, quiere salir de ah� gritando y cont�rselo todo a qui�n m�s confianza le tiene. Pero no puede, no se atrever�. Su honor ha sido manchado. Qu� hara ahora?

Para su fortuna, sus compa�eros hab�an estado bromeando acerca de las incomparables formas de la maestra y el m�s pendejo de ellos hab�a delatado con su risa las acciones de este grupo. "A ver eso!" dice la maestra. "No es mio caona, es del punky, en serio, no fue mi idea lo de escribir que yo soy el Carlos, que me gusta usted y que mi principal hobbie es verle las piernas". La maestra olvida un momento su enojo y dirigi�ndose a su acosado dice: "En serio, Carlos? lo sab�a!!!...". A esto, Carlitos exclama en un grito desesperado: "No maestra!!! De veras!!! venga a mi pupitre... desde aqu� no se le ven las piernas... Ah! NO!!!". "Muy bien, Carlitos, aqu� te voooy."

Lo �ltimo que se supo es que para que los compa�eros de Carlos se salvaran de la deshonra acad�mica, Carlos ten�a que ir al cub�culo de la maestra para hacer un "trabajo" de dos horas. No se sabe si lo termin�, pero si es conocido por muchos que a Carlos no se le ha vuelto a ver cerca de un ejemplar del sexo femenino desde ese incidente. La "mam�" lo ha marcado para siempre...

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