PRINCIPIOS
GENERALES
Diversidad
de las funciones
"En
la Iglesia, que es el Cuerpo de Cristo, no todos los miembros desempeñan un mismo
oficio" (297). Esta diversidad de ministerios se manifiesta en el hecho de que
"todos,
ministros y fieles, cumpliendo cada uno con su oficio, hacen todo y sólo aquello que
pertenece a cada uno; de ese modo y por el mismo orden de la
celebración se manifestará la Iglesia constituida en su diversidad de órdenes y
ministerios" (58).
Con
"arte"
"La
Iglesia busca siempre el noble servicio de las artes y acepta toda
clase de valor artístico de los diversos pueblos y regiones" (254), ministerio que
debe ser ejercido con BELLEZA (69,62).
Importancia
del canto
El canto
juega un papel importante (19). Esto desde el origen (Cfr. San Pablo, Col 3,16), porque el
canto es "signo de la alegría del corazón" (Hch 2,46) y del amor: "Cantar
es
lo propio del que ama" (S. Agustín). El proverbio lo resume bien: "Quien bien
canta, ora dos veces"...; el que canta BIEN, es decir con "arte, verdad y
dignidad" (como para el adorno de los lugares) (279,283).
Dentro de
lo posible la Misa será cantada (77).
Finalidad
del canto
El fin que
se persigue es la progresión en santidad de la asamblea del Pueblo de Dios -"santo
por su origen"- gracias a su participación consciente, activa y fructuosa en el
misterio eucarístico. La unidad de las voces, expresa la unión espiritual (25,56 i).
Uso amplio
del canto
Se hará
un amplio uso del canto, pero siempre teniendo en cuenta:
a) el
carácter de cada pueblo,
b) las
posibilidades de cada asamblea: "con todo, no por eso se considere necesario usar el
canto para todos los textos que de suyo se destinan a ser cantados" (19).
Prioridad
de ciertos cantos
Hay que
dar prioridad a las partes cantadas por el sacerdote o por los ministros con respuesta del
pueblo -gran valor de los diálogos entre el sacerdote y la asamblea, y las
aclamaciones(14,15)-o a las partes que deben ser pronunciadas simultáneamente por el
sacerdote y el pueblo -el sanctus, por ejemplo- (19). En las reuniones internacionales
conviene privilegiar el latín -con melodías fáciles-, sobre todo Credo y Pater noster
(19).
Cualidad
de la voz
El tono
"de la voz debe responder a la índole del respectivo texto" y a la forma y
solemnidad de la celebración(18).
Nada de
oraciones, ni de cantos adicionales, ni de órgano u otros instrumentos durante las partes
"presidenciales" (del celebrante), "que exigen ser pronunciada claramente y
en voz alta, y que todos las escuchen atentamente" (12).
Respeto al
silencio
El
silencio es parte de la celebración (23, 32, 88, 122), tanto "el silencio
sagrado" después de la Comunión (21,56j.l21.230), como el silencio durante la
Oración Eucarística (fin del 55).
LOS
ACTORES MUSICALES DE LA CELEBRACION EUCARISTICA
El pueblo
de Dios
Para la
Misa con el pueblo, los domingos y fiestas (77) los actores son, desde luego, TODO el
pueblo de Dios "convocado y reunido bajo la presidencia del sacerdote, que hace
presente a Cristo en persona" (7,11). Cristo está realmente presente en la asamblea
misma, reunida en su nombre, así como en la persona del ministro (7).
Los
fíeles que constituyen el pueblo santo, forman un solo cuerpo no sólo "escuchando
la Palabra de Dios" sino, sobre todo, por la oblación común del sacrificio y la
participación común en la mesa del Señor, y también "tomando parte en las
oraciones y en el canto" (62). En el curso de la liturgia de la Palabra constituida
por las lecturas tomadas de la Sagrada Escritura, con los cantos que ahí se intercalan
(el salmo responsorial y el Aleluya), el pueblo hace suya esta palabra divina, se adhiere
a ella por la profesión de fe (símbolo o credo), y alimentado por ella, suplica con la
oración universal (33).
El pueblo
participa con las aclamaciones previstas por el rito mismo -muy especialmente, por el
sanctus (el primero de todos los cantos)- en unión con la acción, de gracias del
sacerdote y de los espíritus celestiales (55 b), así como por la doxología final (55
h).
El
sacerdote
El
sacerdote, para la eficacia pastoral de la celebración, tendrá cuidado en la
correspondencia de los cantos y sabrá aprovechar las múltiples facilidades de elección,
poniéndose de acuerdo con los ministros y los demás que habrán de tomar parte en la
celebración, sin excluirá los mismos fíeles, mirando más al bien espiritual común de
la asamblea, que a sus personales preferencias (313).
El cantor
"Conviene
(para la "Misa típica", es decir con el pueblo) que acompañe normalmente al
sacerdote celebrante un cantor (además del acólito y del lector) (78)". (Es un
mínimo, en relación a un siempre posible mayor número de ministros).
Papel: El
cantor o director del coro, tiene como finalidad guiar y sostener el canto del pueblo y
dirigir los diversos cantos (cuando no hay coro) (64).
Competencia:
Debe conocer bien, antes de la celebración, los textos que se van a usar en lo que le
concierne, a fin de que nada sea dejado a la improvisación del momento (313).
Lugar:
"No conviene que el cantor o director del coro suba al ambón (tampoco el
comentarista)" (272). Debe guiar el canto desde otro lugar que no sea el de la
Palabra.
El
salmista
Papel: El
cantor del salmo debe "decir" -cantar- los versículos del salmo responsorial, o
el Gradual (gregoriano) u otro cántico bíblico colocado entre las lecturas (36,67, 90).
Competencia:
Debe sobresalir en el arte de la salmodia, tener una buena pronunciación y una buena
dicción (67) y conocer bien el texto que será usado (313).
Lugar: El
ambón, porque el salmo es parte integrante de la liturgia de la Palabra (36,272).
El coro
Papel: El
coro debe realizar las partes que le corresponden, ejecutándolas como es debido, según
los diversos géneros de canto, ayudando en la participación activa de los fíeles por el
canto (63).
Competencia:
Como el salmista, debe saber bien cuál texto va a ser empleado, en lo que le concierne,
de manera que nada sea dejado a la improvisación del momento (313).
Lugar: Un
lugar que facilite la participación activado los fieles reunidos
en la iglesia, de la que forman parte (274,257).
El
organista y los otros músicos
Papel: Es
igual al del coro: "Ocuparse de las partes que le corresponden, ejecutándolas como
es debido, según los diversos géneros del canto, favoreciendo la participación activa
de los fíeles en el mismo" (63), apoyando el canto, tanto del pueblo como del coro,
poniendo de relieve con el silencio las partes presidenciales, pronunciadas claramente y
en alta voz por el presidente (12).
Si toca
solo, deberá ser escuchado bien por todos (275).
Lugar: El sitio más
favorable posible para realizar las dos funciones de acompañamiento de la asamblea -que
ocupa todo el edificio-y del coro -según su lugar determinado-, y su papel de solista
(275).