Aunque Colmenar Viejo sea bastante pobre en todo lo relacionado con el ocio (y no nos engañemos, es así aunque a todos nos duela), el ambiente que se vive suele ser muy animado en épocas de fiesta, ya sea las de Colmenar, o, como en este caso es, las de Navidad.

Tanto Nochebuena, como Nochevieja y Reyes, se convierten en una fiesta interminable, con locales, música, y todo tipo de diversión, que corre de nuestra cuenta generalmente, ya que Colmenar no ofrece mucho, cuatro o cinco cosas, y la mayoría de ellas destinadas a personas de otra edad, parece que nos discriminan a los jóvenes...esperemos que esto cambie. Suele hacer frío, y es lógico, vivimos en un pueblo de la sierra en el que casi todos los años nieva aunque sea muy poco. La gente suele decorar el exterior de sus casas y/o jardines con numerosos adornos navideños, luces, que hacen que el espíriru navideño aflore en muchos de nosotros, y es que los colmenareños, otra cosa no, pero estilo nos sobra.

La Fiesta de Fin de Año

La fiesta de Fin de Año es una de las más esperadas, se sale, se disfruta, y se celebra que sigues vivo un año más, que mucha gente es lo único que desea en estas fechas, salud, en cambio otros… se inclinan por algo más básico, por ejemplo que les toque la lotería o que aprueben todas, qué poco prácticos somos…

No importa dónde o con quién te pille la Nochevieja. Para nosotros, lo que más cuenta es lograr zamparse doce uvas al ritmo de las doce campanadas que indican la llegada del nuevo año. Y es que la tradición asegura que quien complete la operación sin atragantarse tendrá suerte en los doce meses siguientes. Lo mismo creen los portugueses... Como acompañamiento, una copita de cava para brindar por el Año Nuevo y ayudar a pasar mejor las uvas.

¿Y porqué uvas y no panchitos?, pues eso ya no lo sé, pero los panchitos que se diga no son muy navideños, pegan más las uvas, aunque eso ya es a gusto personal, yo conocí a una chica que en vez de uvas utilizaba gajos de naranja…

Cuando Ramón García nos da las instrucciones año a año de cómo va el proceso de las campanadas, que parecerá que no, pero somos como retrasados, nos lo explican cada nochevieja y siempre se nos olvida… ¡Un poquito de atención que no es tan difícil!, bueno cuando nos lo explica (con sus sonidos onomatopéyicos incluidos, que son una gran aportación por su parte), procedemos a prepararnos con las uvas y atentos a un simple reloj…

Una vez que dan las doce, nos ponemos a felicitar el año a todos y abrimos una botella de Freixenet (en el mejor de los casos), y…nos piramos de fiesta.

A locales, a casas, el caso es celebrar que empezamos un año nuevo, que esperemos que sea mucho más provechoso que el que acabamos de dejar.

¡¡FELICES FIESTAS A TODOS Y SER FELICES!!