El Proyecto de la Unidad
Popular ha sido fuente de debate desde hace 35 años. Las nuevas generaciones
que han tomado parte en los movimientos desde Brasil y Venezuela hasta España y
Bolivia pueden aprender mucho de la duras pruebas que ese Proyecto tuvo que
enfrentar. Este artículo formará parte de una edición especial de la revista
SurDA, la que se publicará en Septiembre. Si quieres reservar un ejemplar o
saber algo más sobre la SurDA, comunícate con [email protected].
A principios de 1970, se nominó a Salvador Allende como candidato
presidencial. Tras una ardua campaña y con el apoyo de los quince mil comités
de base, en septiembre la UP logró el 36.2% de los votos, dejando algo atrás a
Jorge Alessandri con 34.9% y a Radomiro Tomic con un 27.8%.
Allende habló así en la Concentración de victoria, el día 4 septiembre 1970
:
"Hemos triunfado para derrotar definitivamente la explotación
imperialista, para terminar con los monopolios, para hacer una seria y profunda
reforma agraria, para controlar el comercio de importación y exportación, para
nacionalizar, en fin, el crédito, pilares todos que harán factible el progreso
de Chile, creando el capital social que impulsará nuestro desarrollo."
"Ustedes se retirarán a sus casas sin que haya el menor asomo de una
provocación y sin dejarse provocar. El pueblo sabe que sus problemas no se
solucionan rompiendo vidrios o golpeando un automóvil. Y aquellos que dijeron
que el día de mañana los disturbios iban a caracterizar nuestra victoria, se
encontrarán con la conciencia y la responsabilidad de ustedes."
Con estas palabras, Allende enfatizó que las dos palancas centrales de la UP
eran la reforma y el control por el pueblo del poder político y económico,
pero también el control ejercido por parte del Gobierno sobre las actividades
mismas del pueblo. ¿ Cómo se integra el pueblo en el proyecto?-a través de
las acciones tomadas por el propio Gobierno, y también de la participación del
pueblo mismo en el proceso de cambios, lo que se llama el "poder
popular".
¿Cómo el Gobierno entendía el "Poder Popular"?
Salvador Allende entendía el poder popular como el contenido popular del
programa de la UP y por ende las actividades de su Gobierno:
"Qué es el poder popular?
Poder popular significa que acabaremos con los pilares donde se afianzan las
minorías que, desde siempre, condenaron a nuestro país al subdesarrollo.
Acabaremos con los monopolios, que entregan a unas pocas docenas de familias el
control de la economía.
Acabaremos con un sistema fiscal puesto al servicio del lucro, y que siempre ha
gravado más a los pobres que a los ricos; que ha concentrado el ahorro nacional
en manos de los banqueros y su apetito de enriquecimiento....."
La UP no aspiraba realizar su programa sin oposición, pero sí planteaba que la
disciplina popular era necesaria para enfrentar con éxito a un sector de
oposición cada vez. La falta de disciplina provocaría un frente único de los
patrones nacionales, los sectores medios y los imperialistas y la UP no podía
vencer una oposición así unida. Por lo tanto, Allende aceptó la firma de un
Estatuto de Garantías en Octubre como condición para dividir la oposición y
obtener el apoyo de la DC en su confirmación como Presidente. En este Estatuto
se garantizó respetar las instituciones centrales del Estado Chileno.
Sin embargo, en el intento de dividir a la oposición, la UP, con o sin proponérselo,
dividió sus propias fuerzas. Seguían divididos los trabajadores del campo de
los de la ciudad, los trabajadores del sector social de los del sector privado y
los trabajadores de las empresas grandes de los trabajadores de las empresas
pequeñas.
Como contrapeso a esta división, se proponía que el Gobierno popular podría
aprovechar la "flexibilidad" de las instituciones del estado chileno y
trabajar a unir el pueblo.
La Flexibilidad del sistema institucional del Estado Chileno.
No hay duda que, para Salvador Allende, la flexibilidad de las instituciones
del Estado era fundamental en su visión del proyecto de la UP:
"La flexibilidad de nuestro sistema institucional nos permite esperar que
no será una rígida barrera de contención. Y que al igual que nuestro sistema
legal, se adaptará a las nuevas exigencias para generar, a través de los
cauces constitucionales, la institucionalidad nueva que exige la superación del
capitalismo.
El nuevo orden institucional responderá al postulado que legitima y orienta
nuestra acción: transferir a los trabajadores, y al pueblo en su conjunto, el
poder político y el poder económico. Para hacerlo posible es prioritaria la
propiedad social de los medios de producción fundamentales."
La intervención estatal institucional no era nueva para Chile. Desde los años
'20, el Estado había tomado su lugar en la dirección de la economía. Por lo
tanto, ya existían las herramientas institucionales necesarias para la
implementación de la reforma:
"..(hay que señalar) la extraordinaria importancia que llegó a tener el
capitalismo del Estado en Chile, tanto desde el punto de vista de las fuerzas
del aparato económico administrativo - posibilidades de acción sobre el
mercado y la empresa privada a través de instrumentos legales- como por el número
de empresas pertenecientes al así llamado sector público. Las empresas
estatales creadas en el curso de la formación de este capitalismo del Estado,
evidentemente sirvieron para ese propósito, pero podían y pudieron ser
utilizadas con propósitos diferentes."
La UP proponía la creación de un Sector Social de la economía a través de la
intervención del Estado en la economía, sector constituido por 150 de las
empresas más grandes de la minería y la industria, las más grandes empresas
de distribución, todo el sector financiero, alrededor del 80% del rubro
exportaciones, 60% de las importaciones, parte de la industria de comunicaciones
y todos los predios de más de 200 hectáreas. El Gobierno planteaba también la
creación de un sector mixto compuesto por empresas que combinaran capitales del
Estado con los particulares, mientras el Área de Propiedad Privada comprendería
a aquellos sectores en donde aún permanecía vigente la propiedad privada de
los medios de producción. Estas empresas, en número, serían la mayoría.
Los trabajadores tomarían parte en este proyecto de reforma, ocupando un lugar,
junto con representantes del Estado, en la dirección de las empresas del Área
Social.
"El establecimiento del área de propiedad social no significa crear un
capitalismo de Estado, sino el verdadero comienzo de una estructura socialista.
El área de propiedad social será dirigida conjuntamente por los trabajadores y
los representantes del Estado, nexo de unión entre cada empresa u el conjunto
de la economía nacional. No serán empresas burocráticas e ineficaces, sino
unidades altamente productivas que encabezarán el desarrollo del país y
conferirán una nueva dimensión a las relaciones laborales...."
Pero el pueblo tiene que trabajar.... :
"Reitero, el gran combate, la gran batalla de Chile es ahora y siempre la
producción. La producción, que lo entiendan, que se lo graben aquí y para
siempre, que se lo graben aquí en el cerebro y en el corazón, repito, la
batalla de ahora y de siempre es la batalla de la producción. Hay que producir
más. Y para aumentar la producción a largo plazo necesitamos también aumentar
las inversiones, los excedentes, óiganlo bien, los excedentes de las empresas.
Las utilidades de las empresas servirán, en parte, para mejorar los sueldos y
salarios de los que allí trabajan, pero el más alto porcentaje de las
utilidades y de esos excedentes deben ser invertidos para crear nuevas fuentes
de trabajo, nuevas empresas, para movilizar la capacidad ociosa de muchas de
ellas."
Sin embargo, se integraba solamente una pequeña minoría, unos ochenta mil, de
los trabajadores al Área Social, dejando millones afuera. Por ende, los ochenta
mil trabajadores "de punta" ejercen su influencia a través de la
fuerza económica, la eficiencia, tecnología de punta y posicionamiento de sus
empresas en la economía nacional, en vez de a través de relaciones sindicales,
políticas o sociales directas con otros trabajadores.
Este tipo de ordenamiento del proceso de cambios se basaba en los cimientos
ideológicos de la UP.
El camino hacia el otro mundo posible.
Existen dos caminos hacia el otro mundo que es posible, dos "almas del
socialismo". Por un lado, del lado de la vía parlamentaria, se propone un
proceso ordenado, controlado, con "más posibilidades de éxito". Se
construye primero una base económica para un nuevo futuro, y después se
reconstruye la sociedad.
Por el otro lado, del lado del socialismo desde abajo, se organiza el accionar
explosivo, de un pueblo que comienza a despertarse y ejercer su propio poder. Es
un Proyecto que corre el riesgo del fracaso por la falta de experiencia del
pueblo que comienza a ejercer su propio poder.
El proyecto parlamentario o desarrollo nacional ha sido levantado en varias
oportunidades para integrar un Gobierno popular, empresarios nacionales,
sectores de las Fuerzas Armadas y otras ramas del Estado, los sectores medios y
la agro-industria dedicada a la producción local. La UP fue pensado así, y
también el gobierno de Lula. Más difícil, sino imposible, es concretar tal
alianza si, dentro de cada empresa, población o cuartel, brotan las semillas de
un "poder popular" de base.
Los Límites de un Proyecto de Desarrollo Nacional ayer y hoy.
¿Existe la posibilidad efectiva de la construcción de un mundo nuevo
basado en el desarrollo nacional en América Latina?. El programa de la UP
respondió que sí, era posible, que existía una vía chilena, distinta, hacia
el futuro soñado. ¿Cómo responder hoy en día, cuando cada país en América
Latina está integrado aún más con el mundo que hace treinta años?. ¿Cuáles
son los obstáculos que enfrenta un nuevo lanzamiento del proyecto de desarrollo
nacional?
El primer obstáculo, estrechamente relacionado con la inversión que llegó al
continente durante la década de los '90, es el tamaño de la deuda externa. El
caso de Brasil es un buen ejemplo; el pago de intereses sobre la deuda externa
ocupa más que 20% de del total del gasto público. O sea, en vez de invertir
esos recursos en la satisfacción de las necesidades del pueblo, se los
depositan en las cajas de seguridad de bancos y multimillonarios.
El segundo obstáculo que enfrenta el proyecto hoy en día es el grado de
integración de la producción nacional con el proceso de producción global -
la globalización. O sea, la integración de la economía con el
"libre" mercado internacional controlado por las economías grandes
del norte.
Los estrechos límites que el pago de la deuda externa y el estado de la economía
mundial imponen a un proyecto de desarrollo independiente obligan a cualquier
gobierno que lo sostenga de exigir una cierta moderación y paciencia por parte
del pueblo; plantean lo que en Brasil se llama el Pacto Social, negociaciones
tripartitas entre el Gobierno, trabajadores y los empresarios. Durante la UP,
este proceso se llamó la "consolidación" en el debate en Lo Curro en
1972.
¿Los Movimientos deben "sacrificarse" al Gobierno?
Los que creen que la organización consciente, de base, es condición
indispensable para el pleno desarrollo del movimiento y la creación de un nuevo
mundo no pueden aceptar que los movimientos deben sacrificar su política y
ritmo de lucha a un Gobierno que plantea un Pacto Social o ofrece una Garantía
a los poderosos. El MST ya ha dicho que no va a sacrificar su lucha al gobierno
del PT. ¿Pero cual es la alternativa al tipo de cambios propuesto por ese tipo
de Gobierno?
¿ El Huevo o la Gallina ?
Durante el debate dentro del Partido Socialista sobre el tema de la
consolidación del movimiento y la creación de un mundo nuevo, Salvador Allende
habló en éstos términos:
"..Sólo a partir de una perspectiva extraña de la realidad concreta del
aparato estatal en estos momentos, puede llegarse a la conclusión de que no hay
otro camino para el proceso revolucionario chileno que la quiebra y destrucción
del actual régimen institucional y constitucional. La burocracia del Estado
chileno actual es la DIRINCO, es la Dirección de Impuestos Internos, es el
Servicio Nacional de Salud, es el Banco Central, es la CORFO y la Corporación
de la Vivienda, etc. ¿Al servicio de qué interés de clase están hoy
trabajando estos organismos del Estado?...Están operando al servicio inmediato
de los trabajadores, y contribuyendo a crear el embrión de lo que debe ser el régimen
institucional de transición, correspondiente a la etapa de superación del
sistema capitalista.
Sin embargo, no es, como planteó Allende, el aparato estatal que debe definir
el rol de la organización de base. Para los que creen que las organizaciones
populares son la semilla de la nueva sociedad, es la organización, la
conciencia y la confianza de la gente misma que define el rol que juegan los
organismos gubernamentales. Y aún más importantes, cuando se refiere no
solamente al Gobierno sino también a las Fuerzas Armadas, el sistema judicial y
los Carabineros.
El Estado dentro del Estado.
Es cierto que el Estado capitalista, como organización que ordena y proteja
la producción capitalista, integra muchos y distintos sectores de la sociedad -
desde el Ministerio de la Economía y Obras Públicas, hasta algunos medios de
comunicaciones, las Fuerzas Armadas, la burocracia del sistema legal y de
impuestos internos. Algunos de estos sectores aseguran que vamos a trabajar
todos los días.
Sin embargo, cuando algunos comienzan a plantear que otro mundo muy distinto es
posible, entonces otros sectores del Estado empiezan a cumplir su rol como
protectores del mismo sistema - los jueces rechazan las leyes que no reconocen
la existencia de la competencia, la policía impone orden y las Fuerzas Armadas
se preparan para problemas mayores y una represión más fuerte.
Una forma de evitar la represión por parte del Estado es dar una garantía que
algunas formas de lucha, tales como la elección de jueces por parte de la
gente, no caben dentro del proyecto de cambios. Esta garantía durante la UP se
llamaba el Estatuto de Garantías.
La historia de la UP nos enseña que existe una alternativa a esta auto-censura.
Durante 1973, crecía la impresión que la única alternativa que le quedaba al
Gobierno era retroceder frente al caos económico, la presión ejercida por
parte de los empresarios, del Senado, de las Fuerzas Armadas. Pero otra fuerza
floreció frente al intento de golpe a fines de junio de ese año....los
Cordones Industriales se opusieron a los militares , tomaron control de varios
sectores industriales del país. Se liberaron de los límites impuestos por la
Garantía. Sin embargo, la gran mayoría de los que participaron en los Cordones
Industriales no eran concientes que podrían crear una alternativa al Gobierno
que ya estaba paralizado. No eran conscientes que sus organizaciones eran
semillas del otro mundo posible. No pensaban que las organizaciones populares de
base tienen que tomar control de todo un país.
Ese sueño es una alternativa que se construye dentro de las luchas, una
alternativa pensada, coherente, organizada. La democracia directa, el socialismo
desde abajo, debe ser un sueño y una alternativa real con la fuerza de
convencer que otro mundo es posible. Que podemos enfrentar el capitalismo y
ganar.
Miguel Silva
SurDa