Julio:

Che1967. JULIO 1

Sin que el d�a despejara completamente, salimos en direcci�n de Barchel�n,
Barcelona en el mapa. El viejo Lucas nos dio una manito en el arreglo del camino
pero, con todo, �ste qued� bastante abrupto y resbaladizo. La vanguardia sali�
por la ma�ana y nosotros a mediod�a, invirtiendo toda la tarde en bajar y subir
la quebrada. Debimos quedarnos a dormir en el primer chaco, separados de la
vanguardia que sigui� adelante. Eran 3 ni�os de apellido Y�pez, sumamente
t�midos.
Barrientos tuvo una conferencia de prensa en la que admiti� mi presencia pero
vaticin� que en pocos d�as quedar�a liquidado. Habl� la habitual retah�la de
sandeces, llam�ndonos ratas y v�boras y reiter� su prop�sito de castigar a
Debray.
h-1,550.
Retuvimos a un campesino llamado Andr�s Coca, que encontramos en el camino y
llevamos con nosotros a los otros dos, Roque y su hijo Pedro.
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Por la ma�ana nos unimos a la vanguardia que hab�a acampado en lo alto, en casa
de Don Nicomedes Arteaga, donde hay un naranjal y nos vendieron cigarros. La
casa principal est� abajo, en el r�o de la Piojera y all� fuimos, comiendo
op�paramente. El r�o Piojera corre enca�onado completamente y por �l s�lo se
puede transitar a pie hacia abajo, rumbo a la Angostura; la salida es hacia la
junta, otro punto sobre el mismo r�o, pero atravesando la loma, bastante alta.
Es importante por constituir un cruce de caminos. Este lugar est� a s�lo 950 ms.
y es mucho m�s templado; aqu� se cambia la garrapatilla por el marig�y. Est�
formado el caser�o por la vivienda de Arteaga y de varios hijos; tienen un
cafetalito adonde vienen a trabajar a partido gente de distintos puntos
cercanos. Ahora hay unos 6 peones de la zona de San Juan.
La pierna de Pombo no evoluciona con suficiente rapidez debido, probablemente, a
los interminables viajes a caballo pero no tiene complicaciones ni se temen ya.
JULIO 3
Seguimos all� todo el d�a, tratando de darle mayor descanso a la pierna de
Pombo. Las compras se est�n haciendo a precios altos y esto hace que los
campesinos mezclen el miedo con el inter�s y nos consigan las cosas. Saqu� unas
fotos que me valieron el inter�s de todos ellos; veremos c�mo las revelamos, las
ampliamos y se las hacemos llegar: 3 problemas. Un avi�n pas� por la tarde y por
la noche alguien habl� del peligro de los bombardeos nocturnos y todo el mundo
sal�a por la noche, cuando lo atajamos, explic�ndoles que no hab�a peligro. Mi
asma sigue dando guerra.
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Salimos temprano rumbo a Pe�a Colorada, cruzando una zona habitada que nos
recib�a con terror. Al atardecer llegamos al Alto de Palermo, 1,600 ms., e
iniciamos la bajada hacia ese punto, donde hay una peque�a pulper�a en la que
compramos por las dudas. Ya de noche desembocamos en la carretera donde s�lo hay
una casita de una vieja viuda. La vanguardia no estuvo muy feliz en la toma de
la misma por indecisiones. El plan era tomar un veh�culo que viniera de
Sumaipata, averiguar las condiciones reinantes y partir hacia all� con el
conductor del veh�culo, tomar el DIC, comprar en la farmacia, saquear el
hospital, comprar alguna later�a y golosinas y retornar.
Se cambi� el plan porque no ven�an veh�culos de Sumaipata y se tuvieron noticias
de que no estaban deteniendo veh�culos en esa localidad, es decir, la barrera
estaba alta. Fueron comisionados para la acci�n Ricardo, Coco, Pacho, Aniceto,
Julio y Chino. Pararon un cami�n que ven�a de Santa Cruz, sin novedad, pero
detr�s ven�a otro que par� por solidaridad y tambi�n hubo que detenerlo; all�
comenz� el tira y afloja con una se�ora que viaja en el cami�n y no quer�a bajar
a su hija, un tercer cami�n par� a ver qu� pasaba y ya se obstruy� el camino,
parando un cuarto, ante la indecisi�n de la gente. Se arreglaron las cosas y
quedaron los 4 veh�culos a un costado y un chofer hablaba de descanso cuando le
preguntaban. La gente sali� en un cami�n, lleg� a Sumaipata, captur� dos
carabineros luego al teniente Vacaflor, jefe del puesto y al sargento lo
hicieron decir la contrase�a y tomaron en acci�n rel�mpago el puesto con 10
soldados, tras una breve escaramuza con cruce de disparos con un soldado que se
resisti�. Se lograron capturar 5 mausers y 1 Z-B-30 y subieron los 10 presos,
dej�ndolos desnudos a 1 km. de Sumaipata. En el orden de los abastecimientos, la
acci�n fue un fracaso; el Chino se dej� mangonear por Pacho y Julio y no se
compr� nada de provecho y en las medicinas, ninguna de las necesarias para m�,
aunque s� las m�s imprescindibles para la guerrilla. La acci�n se realiz� ante
todo el pueblo y la multitud de viajeros, de manera que se regar� como p�lvora.
A las 2 ya est�bamos caminando de vuelta con el bot�n.
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Caminamos sin descanso hasta llegar a un campo de ca�a donde un hombre nos hab�a
recibido bien la vez anterior, a una legua de la casa de Ram�n. El miedo sigue
entronizado en la gente; el hombre nos vendi� un puerco y fue amable, pero nos
previno que hab�a 200 hombres en los Ajos y que su hermano acababa de venir de
San Juan y anunciaba que all� hab�a 100 soldados. Quer�a sacarse unas muelas
pero prefiri� no hacerlo. El asma m�a est� en aumento.
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Caminamos desde la casa de la ca�a hasta el r�o Piojera, con precauciones, pero
todo estaba limpio y no hab�a ni rumores de soldados y la gente que ven�a de San
Juan negaba que all� hubiera soldados. Parece que fue una treta del hombre para
que nos fu�ramos. Caminamos unas dos leguas por el r�o hasta el Piray y de all�
una legua hasta la cueva, a donde llegamos anocheciendo. Estamos cerca del Filo.
Me inyect� varias veces para poder seguir usando al final una soluci�n de
adrenalina al 1/900 preparada para colirio. Si Paulino no ha cumplido su misi�n,
tendremos que retornar al �acahuaso a buscar medicamentos para mi asma.
El ej�rcito dio el parte de la acci�n, reconociendo un muerto que se debe haber
producido en el tiroteo; Ricardo, Coco y Pacho tomaron el cuartelito.
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Al salir, perdimos el camino y pasamos la ma�ana busc�ndolo. A mediod�a seguimos
uno no muy claro que nos llev� a la mayor altura alcanzada hasta ahora 1,840
ms., poco despu�s se lleg� a una tapera donde hicimos noche. No hay seguridad
sobre el camino al Filo. La radio dio la noticia de un acuerdo de 14 puntos
entre los trabajadores de Catavi y Siglo XX y la Empresa Comibol, constituye una
derrota total de los trabajadores.
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Salimos tarde, porque se hab�a perdido un caballo, que apareci� luego. Pasamos
por la altura m�xima 1,900 ms., por un camino poco transitado. A las 15.30 se
lleg� a una tapera donde decidimos pernoctar, pero la sorpresa desagradable fue
que se acababan los caminos. Se mand� exploraci�n a unas sendas desechadas, pero
no conducen a ning�n lado. Enfrente se ven unos chacos que pod�an ser el Filo.
La radio dio la noticia de un choque con guerrilleros en la zona de El Dorado,
que no figura en el mapa y es ubicado entre Sumaipata y R�o Grande; reconocen un
herido y nos atribuyen dos muertos.
De otro lado, las declaraciones de Debray y el Pelado no son buenas; sobre todo,
han hecho una confesi�n del prop�sito intercontinental de la guerrilla, cosa que
no ten�an que hacer.
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Al retornar, en un d�a lluvioso y de bruma intensa, perdimos todos los caminos,
quedando, en definitiva, separados de la vanguardia que baj� reabriendo una
vieja senda. Matamos un ternero.
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Todo el d�a lo pasamos esperando noticias de Miguel, pero s�lo al anochecer
lleg� Julio con la noticia de que se hab�a bajado a un arroyo que corr�a en
direcci�n sur. Quedamos en el mismo lugar. El asma me dio una t�ngana
regularcita.
Ahora la radio trae otra noticia que parece ver�dica en su parte m�s importante;
habla de un combate en el Iquira, con un muerto de parte nuestra, cuyo cad�ver
llevaron a Lagunillas. La euforia sobre el cad�ver indica que algo de verdad hay
en el caso.
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Por la ma�ana bajamos una loma empinada y resbaladiza, dado lo malo del tiempo;
encontrando a Miguel a las 11.30. Hab�a mandado a Camba y Pacho a explorar un
sendero que apartaba del que segu�a el curso del arroyo y volvieron una hora
despu�s con la noticia de que se ve�an chacos y casas y hab�an estado en uno
abandonado. Nos trasladamos all� y luego, siguiendo el curso de un arroyito,
llegamos hasta la primera casa, donde pernoctamos. El due�o de casa lleg� m�s
tarde y nos inform� que una mujer, la madre del corregidor, nos hab�a visto y ya
deb�a haber informado a los soldados que est�n en el propio rancho del Filo, a
una legua de aqu�. Se mantuvo posta toda la noche.
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  Tras una noche de continuo chilcheo(1), continu� as� todo el d�a, pero a las
  12 salimos llevando dos pr�cticos, Pablo, cu�ado del alcalde, y Aurelio
  Mancilla, el hombre de la primera casa. Quedaron llorando las mujeres.
  Llegamos a un punto donde se bifurcan los caminos; uno lleva a Florida y
  Moroco, el otro a Pampa. Los gu�as propusieron seguir el de Pampa, de donde se
  pod�a tomar una trocha recientemente abierta hasta el Mosquera y se acept�,
  pero cuando hab�amos caminado unos 500 ms. aparecieron un soldadito y un
  campesino con una carga de harina en un caballo y un mensaje para el
  subteniente del Filo de su colega de Pampa, donde hay 30 guardias. Decidimos
  cambiar el rumbo y nos internamos por el camino a Florida, haciendo campamento
  al poco rato.
  El PRA y el PSB se retiran del frente de la revoluci�n y los campesinos
  advierten a Barrientos sobre una alianza con Falange. El gobierno se
  desintegra r�pidamente. L�stima no tener 100 hombres m�s en este momento.
1 Chilcheo: lluvia fina (N. del E.)
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Caminamos bastante poco debido a lo malo del camino, abandonado desde hace
muchos a�os. Por consejos de Aurelio, matamos una vaca del corregidor, comiendo
op�paramente. El asma me ha abandonado un poco.
Barrientos anunci� la operaci�n Cintia, para liquidarnos en pocas horas.
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Iniciamos la marcha muy lentamente, debido al intenso trabajo de chapea y los
animales sufrieron mucho dado lo malo del camino, pero llegamos sin mayores
incidentes al fin de la jornada, a un ca�ad�n donde es imposible seguir con los
caballos cargados. Miguel y 4 hombres de la vanguardia siguieron adelante y
durmieron aparte.
No hubo noticias dignas de importancia por radio. Pasamos una altura de 1,600
ms. cerca del cerro Dur�n que qued� a nuestra izquierda.
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Seguimos caminando lentamente, debido a lo perdido del camino. Ten�amos la
esperanza de llegar a un naranjal que hab�a indicado el gu�a, pero al hacerlo
nos encontramos con las matas secas. Hay una poza que nos sirvi� para acampar.
No hicimos m�s de 3 horas efectivas de camino. Mi asma est� mucho mejor. Parece
que empataremos con el camino que usamos para llegar a Piray.
Estamos al lado del Dur�n.
h-1,560 ms.
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A la hora de camino, el gu�a perdi� la ruta y manifest� no conocer m�s. Al fin
se encontr� una senda vieja y, mientras se abr�a, Miguel la sigui�, rompiendo
monte, y lleg� al cruce del camino al Piray. Llegando a un arroyito donde
acampamos, se liber� a los 3 campesinos y el soldadito, luego de leerles la
cartilla. Coco sali� con Pablito y Pacho para investigar si Paulino dej� algo en
el hueco; deben volver ma�ana a la noche si todos los c�lculos salen bien. El
soldadito dice que va a desertar.
h-1,300 ms.
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Hicimos el corto trayecto hasta el antiguo campamento y all� quedamos, con
guardia reforzada, a la espera de Coco, el que lleg� despu�s de las 18.00 horas
anunciando que all� todo est� sin novedad; el fusil en su lugar y no hay huellas
de Paulino. En cambio hay muchas huellas del paso de una tropa que ha dejado sus
se�ales tambi�n en la parte del camino en que estamos.
Las noticias pol�ticas son de una tremenda crisis que no se ve en qu� va a
parar. Por lo pronto, los sindicatos agr�colas de Cochabamba han formado un
partido pol�tico �de inspiraci�n cristiana� que apoya a Barrientos y �ste pide
que lo �dejen gobernar 4 a�os�; es casi una imploraci�n. Siles Salinas amenaza a
la oposici�n con que la subida nuestra al poder le costar� la cabeza a todos y
llama a la unidad nacional, declarando al pa�s en pie de guerra. Parece
implorante por un lado y demag�gico por otro; tal vez se prepara a una
sustituci�n.
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Caminamos con precauci�n hasta llegar a las dos casitas primeras donde se
encontr� a uno de los muchachos Paniagua y al yerno de Paulino. De �ste no
sab�an nada ellos, salvo que el ej�rcito lo buscaba por habernos guiado. Las
huellas corresponden a un grupo de 100 hombres que pasaron una semana despu�s
que nosotros y siguieron hasta Florida. Parece que el ej�rcito sufri� 3 muertos
y 2 heridos en la emboscada. Se mand� a Coco, con Camba, Le�n y Julio a explorar
Florida y comprar lo que se encontrara all�. Volvi� a las 4 con algunos v�veres
y un tal Melgar, due�o de dos de nuestros caballos que se ofrec�a a cualquier
servicio y ten�a una informaci�n detallada y poco fantasiosa, de lo que se
extrae lo siguiente: 4 d�as despu�s de nuestra partida fue descubierto el
cad�ver de Tuma, comido por los animales; el ej�rcito s�lo avanz� al d�a
siguiente del combate, luego de la aparici�n del teniente desnudo; la acci�n de
Sumaipata se conoce con pelos y se�ales y agregados y es motivo de burla de los
campesinos; encontraron la pipa de Tuma y algunos enseres regados; un mayor
llamado Soperna parec�a ser medio simpatizante o admirador nuestro; el ej�rcito
lleg� hasta la casa de Coco, donde muriera Tuma y de all� pas� a Tejer�a,
retornando a Florida. Coco pensaba utilizar al hombre en llevar una carta, pero
me pareci� m�s prudente probarlo primero envi�ndolo a comprar algunos
medicamentos. Este Melgar nos habl� de un grupo que viene hacia aqu�, donde hay
una mujer, y que lo supo por carta del corregidor de R�o Grande al de este
punto; como el hombre est� en el camino a Florida mandamos a Inti, Coco y Julio
a que lo entrevistaran. Neg� tener noticias de otro grupo pero confirm�, en
general, las declaraciones del otro. Pasamos una noche perra por el agua. La
radio dio la noticia de la identificaci�n del cad�ver del guerrillero muerto y
que ser�a Mois�s Guevara, pero Ovando, en conferencia de prensa, fue muy cauto
al respecto y carg� la identificaci�n sobre el Ministerio del Interior. Cabe la
posibilidad de que sea todo una farsa o inventada la supuesta identificaci�n.
h-680 ms.
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Pasamos el d�a en calma. Se habl� con el viejo Coco sobre la vaca que nos hab�a
vendido sin ser de �l, y luego dijo que no se la hab�an pagado, pero neg�
enf�ticamente el hecho; lo emplazamos a que pagara.
Por la noche fuimos a Tejer�a, comprando un puerco grande y chankaka(1). Aquella
gente recibi� muy bien a Inti, Benigno y Aniceto que son los que fueron.
1 Chankaka: especie de raspadura (N. del E.)
JULIO 22
Salimos temprano, con abundante carga en hombros y animales y la intenci�n de
despistar a todo el mundo sobre la realidad de nuestra presencia. Dejamos el
camino que conduce a Moroco y tomamos el de la laguna. A uno o dos kil�metros al
sur. Desgraciadamente, ignor�bamos el resto y debimos mandar exploradores, en el
inter�n, Mancilla y el muchacho Paniagua aparecieron por la laguna campeando
ganado. Fueron apercibidos de no decir nada pero ya la cosa es muy distinta.
Caminamos un par de horas durmiendo a la vera de un arroyo que tiene una senda
hacia el sureste, siguiendo su curso y otras menos marcadas al sur.
La radio trae la noticia de que la mujer de Bustos (Pelao) confirma que me vio
aqu�, pero dice que vino con otras intenciones.
h-640 ms.
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Permanecimos en el mismo campamento mientras se mandaban exploraciones por los
dos caminos posibles. Uno de ellos conduce al R�o Seco, en un punto en que ya el
Piray le da sus aguas y todav�a no las absorbe la arena, es decir, entre la
emboscada que pusimos y Florida; el otro conduce a una tapera a unas 2-3 horas
de camino y, seg�n Miguel, que hizo la exploraci�n, de all� es posible salir al
Rosita. Ma�ana tomaremos ese camino, que puede ser uno de Melgar, seg�n los
cuentos hechos por �ste a Coco y Julio.
JULIO 24
Caminamos unas 3 horas siguiendo la senda explorada, la que nos hizo trasponer
alturas de 1,000 ms., acampando a 940 ms., a la orilla de un arroyo. Aqu� se
acaban los caminos y el d�a de ma�ana �ntegro debe dedicarse a la b�squeda de la
mejor salida. Aqu� hay una serie de chacos en producci�n que indican su relaci�n
con Florida; podr�a ser el lugar llamado Canalones. Estamos tratando de
descifrar un largo mensaje de Manila. Ra�l habl� a la promoci�n de oficiales de
la Escuela M�ximo G�mez y, entre otras cosas, refut� las calificaciones de los
checos sobre el art�culo de los Vietnam. Los amigos me llaman un nuevo Bakunin,
y se lamentan de la sangre derramada y de la que se derramar�a en caso de 3 � 4
Vietnams.
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Pasamos el d�a en reposo, mandando 3 parejas a explorar diversos puntos, Coco,
Benigno y Miguel fueron los encargados de hacerlo. Coco y Benigno desembocaron
al mismo lugar y de all� se puede tomar el camino a Moroco.
Miguel inform� que el arroyo sale, con toda seguridad, al Rosita y que se puede
caminar por �l aunque haciendo camino a base de machete.
Se informa de dos acciones, una en Taperas y otra en San Juan del Potrero, que
no pueden haber sido hechas por el mismo grupo y surge la inc�gnita sobre su
existencia real o la veracidad de los hechos.
JULIO 26
Benigno, Camba y Urbano fueron comisionados para hacer un camino por el arroyo,
huy�ndole a Moroco, el resto del personal qued� en el campamento y el centro
hizo una emboscada atr�s. Sin novedad.
Las noticias de la acci�n de San Juan del Potrero fueron difundidas por las
radios extranjeras con pelos y se�ales: captura de 15 soldados y un coronel,
despojo y libertad, nuestra t�cnica. Ese punto est� al otro lado del camino
carretero. Cochabamba-Santa Cruz. Por la noche di una peque�a charla sobre el
significado del 26 de Julio; rebeli�n contra las oligarqu�as y contra los dogmas
revolucionarios. Fidel le dio su peque�a menci�n a Bolivia.
JULIO 27
Ten�amos todo listo para salir y la gente de la emboscada hab�a recibido orden
de hacerlo autom�ticamente a las 11, cuando lleg� Willy, faltando pocos minutos
para esa hora, anunciando que estaba el ej�rcito; fueron para all� el mismo
Willi, Ricardo, Inti, Chino, Le�n, Eustaquio, los que junto con Antonio, Arturo
y Chapaco hicieron la acci�n. <144>sta se desarroll� as�: 8 soldados aparecieron
en la cresta, caminaron hacia el sur, siguiendo un caminito viejo y retornaron,
tirando algunos morterazos, haciendo se�as con un trapo. En alg�n momento se
escuch� el llamado a un tal Melgar, que podr�a ser el de Florida. Luego de
descansar un rato, 8 soldaditos emprendieron la marcha hacia la emboscada. S�lo
cayeron en ella 4, pues el resto ven�a un poco reposado; hay 3 muertos seguros y
el cuarto probable, pero de todas maneras, herido. Nos retiramos sin quitarle
armas y equipo por lo dif�cil que se hac�a el rescate y salimos arroyo abajo.
Luego de la confluencia con otro ca�oncito se hizo una nueva emboscada, los
caballos avanzaron hasta donde llega el camino.
El asma me trat� duro y se van acabando los m�seros calmantes.
h-800 ms.
JULIO 28
Se mand� a Coco, con Pacho, Ra�l y Aniceto a cubrir la desembocadura del r�o que
pensamos es el Suspiro. Se camin� poco, abriendo camino por un ca��n bastante
cerrado. Acampamos separados de la vanguardia, pues Miguel avanz� demasiado para
la posibilidad de los caballos que se hunden en la arena o sufren por las
piedras.
h-760 ms.
JULIO 29
Seguimos caminando por un ca��n que baja hacia el sur con buenos refugios a los
costados en zona de bastante agua. A las 16 aproximadamente nos encontramos con
Pablito, quien avis� que est�bamos en la desembocadura del Suspiro sin novedad;
cre� por un momento que ese ca��n no era el del Suspiro, por la mantenida
direcci�n sur, pero en la �ltima vuelta, vir� al oeste y desemboc� en el Rosita.

A las 16:30 aproximadamente lleg� la retaguardia y decid� seguir viaje para
alejarnos de la desembocadura pero no me anim� a exigir el esfuerzo necesario
para llegar m�s all� del chaco de Paulino e hicimos campamento a orillas del
camino, a una hora de marcha de la desembocadura del Suspiro. Por la noche di la
palabra al Chino para que se refiriera a la independencia de su patria, el 28 de
julio, y luego expliqu� por qu� este campamento estaba mal situado, dando la
orden de levantarse a las 5 y partir a tomar el chaco de Paulino.
Radio Habana inform� de una emboscada en la que cayeron algunos efectivos del
ej�rcito, que fueron rescatados en helic�ptero, pero no se oy� bien.
JULIO 30
El asma me apur� bastante y estuve toda la noche despierto. A las 4.30, cuando
Moro estaba haciendo el caf�, avis� que ve�a una linterna cruzando el r�o,
Miguel, que estaba despierto por hacer camino de posta, y Moro fueron a detener
a los caminantes. Desde la cocina o� el di�logo as�: Oiga, �qui�n es?
Destacamento Trinidad. All� mismo la balacera. Enseguida Miguel tra�a un M-1 y
una canana de un herido y la noticia de que eran 21 hombres en camino hacia
Abap� y en Moroco hab�a 150. Se les hicieron otras bajas no muy bien precisadas
en la confusi�n reinante. Los caballos tardaron mucho en ser cargados y el Negro
se perdi� con el hacha y un mortero que se le hab�a ocupado al enemigo. Ya eran
cerca de las 6 y todav�a se perdi� m�s tiempo porque se cayeron algunas cargas.
Resultado final fue que ya en los �ltimos cruces est�bamos bajo el fuego de los
soldaditos quienes se envalentonaron. La hermana de Paulino estaba en su chaco y
con gran tranquilidad, nos recibi�, informando que todos los hombres de Moroco
hab�an sido apresados y estaban en la Paz.
Apur� a la gente y pas� con Pombo, nuevamente bajo el fuego, el ca��n del r�o
donde se acaba el camino y por ende, se puede organizar la resistencia. Mand� a
Miguel con Coco y Julio a que tomaran la delantera mientras yo espoleaba la
caballer�a. Cubriendo la retirada quedaban 7 hombres de la vanguardia, 4 de la
retaguardia y Ricardo, que se rezag� para reforzar la defensa. Benigno, con
Dar�o, Pablo y Camba, estaba en la margen derecha; el resto ven�a por la
izquierda. Acababa de dar la orden de descanso, en la primera posici�n
aceptable, cuando lleg� Camba con la noticia de que hab�an ca�do Ricardo y
Aniceto, cruzando el r�o; envi� a Urbano con el �ato y Le�n con dos caballos y
mand� a buscar a Miguel y Julio, dejando a Coco de posta hacia adelante.
<144>stos pasaron sin recibir instrucciones m�as y, a poco, Camba de nuevo con
la noticia de que los hab�an sorprendido junto con Miguel y Julio que hab�an
avanzado mucho los soldados y que aqu�l hab�a retrocedido y esperaba
instrucciones. Le reenvi� al Camba m�s Eustaquio y quedamos s�lo Inti, Pombo,
Chino y yo.
A las 13 mand� a buscar a Miguel dejando a Julio de posta adelantada y me retir�
con el grupo de hombres y los caballos. Cuando llegaba a la altura de la posta
de Coco, nos alcanzaron con la noticia de que hab�an aparecido todos los
sobrevivientes, Ra�l estaba muerto y Ricardo y Pacho heridos. Las cosas
sucedieron as�: Ricardo y Aniceto cruzaron imprudentemente por el limpio e
hirieron al primero. Antonio organiz� una l�nea de fuego y entre Arturo, Aniceto
y Pacho lo rescataron, pero hirieron a Pacho y mataron a Ra�l de un balazo en la
boca. La retirada se hizo dificultosamente, arrastrando a los dos heridos y con
poca colaboraci�n de Willi y Chapaco, sobre todo de este �ltimo. Luego se le
juntaron Urbano y su grupo con los caballos y Benigno con su gente, dejando
desguarnecida la otra ala por la que avanzaron sorprendiendo a Miguel. Tras una
penosa marcha por el monte, salieron al r�o y se nos unieron. Pacho ven�a a
caballo, pero Ricardo no pod�a montar y hubo que traerlo en hamaca. Envi� a
Miguel, con Pablito, Dar�o, Coco y Aniceto a que tomara la desembocadura del
primer arroyo, en la margen derecha, mientras nosotros cur�bamos los heridos.
Pacho tiene una herida superficial que le atraviesa las nalgas y la piel de los
test�culos, pero Ricardo estaba muy grave y el �ltimo plasma se hab�a perdido en
la mochila de Willi. A las 22 muri� Ricardo y lo enterramos cerca del r�o, en un
lugar bien oculto, para que no lo localicen los guardias.
JULIO 31
A las 4 salimos por el r�o y, luego de cruzar un atajo, nos largamos r�o abajo
sin dejar huellas, llegando por la ma�ana al arroyo donde estaba emboscado
Miguel que no hab�a entendido la orden y dej� huellas. Caminamos r�o arriba unos
4 kil�metros y nos metimos al monte, borrando huellas de nuestro paso y
acampando cerca de un afluente del arroyo. Por la noche expliqu� los errores de
la acci�n: 1� Mal situado el campamento; 2� mal uso del tiempo, lo que les
permiti� tirotearnos; 3� exceso de confianza que hace caer a Ricardo y luego a
Ra�l en el rescate; 4� falta de decisi�n para salvar toda la impedimenta. Se
pierden 11 mochilas con medicamentos, prism�ticos y algunos �tiles conflictivos,
como la grabadora en que se copian los mensajes de Manila, el libro de Debray
anotado por m� y un libro de Trotsky, sin contar el caudal pol�tico que
significa para el gobierno esa captura y la confianza que le da a los soldados.
Calculamos unos 2 muertos y hasta 5 heridos de ellos, pero hay dos noticias
contradictorias: una, del ej�rcito, reconociendo 4 muertos y 4 heridos el d�a
28, y otra de Chile, habla de 6 heridos y 3 muertos del 30. El Ej�rcito da
despu�s otro parte en que anuncia la toma de un cad�ver y que un subteniente
est� fuera de peligro. De nuestros muertos, Ra�l no puede ser casi catalogado,
dada su introspecci�n; era poco combativo y poco trabajador, pero se le notaba
constantemente interesado en problemas pol�ticos, aunque no hac�a nunca
preguntas. Ricardo era el m�s indisciplinado del grupo cubano y el que menos
decisi�n ten�a frente al sacrificio cotidiano pero era un extraordinario
combatiente y un viejo compa�ero de aventuras en el primer fracaso de Segundo,
en el Congo y ahora aqu�. Es otra p�rdida sensible por su calidad. Somos 22,
entre ellos, dos heridos, Pacho y Pombo, y yo, con el asma a todo vapor.
An�lisis del mes
Se mantienen los puntos negativos del mes anterior, a saber: imposibilidad de
contacto con Joaqu�n y con el exterior y la p�rdida de hombres, ahora somos 22,
con 3 baldados, incluy�ndome a m�, lo que disminuye la movilidad. Hemos tenido 3
encuentros, incluyendo la toma de Sumaipata, ocasion�ndole al Ej�rcito unos 7
muertos y 10 heridos, cifras aproximadas de acuerdo con partes confusos.
Nosotros perdimos dos hombres y un herido.
Las caracter�sticas m�s importantes son:
1) Sigue la falta total de contacto.
2) Sigue sinti�ndose la falta de incorporaci�n campesina aunque hay algunos
s�ntomas alentadores en la recepci�n que nos hicieron viejos conocidos
campesinos.
3) La leyenda de las guerrillas adquiere dimensiones continentales; Ongan�a
cierra fronteras y el Per� toma precauciones.
4) Fracas� la tentativa de contacto a trav�s de Paulino.
5) La moral y experiencia de lucha de la guerrilla aumenta en cada combate:
quedan flojos Camba y Chapaco.
6) El ej�rcito sigue sin dar pie con bola, pero hay unidades que parecen m�s
combativas.
7) La crisis pol�tica se acent�a en el gobierno, pero E.U. est� dando peque�os
cr�ditos que son una gran ayuda a nivel boliviano con lo que atempera el
descontento.
Las tareas m�s urgentes son:
Restablecer los contactos, incorporar combatientes y lograr medicinas.

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