Debido a que el hombre tiene algunas limitaciones con respecto a su capacidad mental de cálculo y ya que son de mucha utilidad en todas sus actividades.
Se ha visto en la necesidad de desarrollar artefactos o métodos para desarrollar sus cálculos. Sobre los métodos no hablaremos en este espacio. Sin embargo, sobre las herramientas nos es necesario hablar un poco, sobre todo para comprender por que se crearon los ordenadores y sus posibles usos.
Estas herramientas de cálculo van desde las más simples hasta las más complejas.
Empecemos por mencionar los dedos de las manos, que aunque dé risa aceptémoslo aún hoy en día nos son de mucha utilidad a la hora de realizar cálculos sencillos.
Sin embargo, ya que no siempre nos es posible encontrar a alguien que nos de una mano, esto no siempre es muy practico.
Otro antecesor (un poco menos lejano) que aun hoy día utilizamos es el ábaco.
Anteriormente constaba de un tablero rectangular donde se colocaba una capa de fina arena donde el operador podía realizar sus cálculos ayudándose de piedrecillas que acompañaban al tablero (en esta época las partes no se vendían por separado).
Este por supuesto evoluciono hasta llegar a ser el ábaco que actualmente conocemos, un marco de diversos materiales en el cual se encuentran unas columnas que contiene ensartadas cuentas.
Este instrumento aun se sigue utilizando ya que con él es posible efectuar sumas, restas, multiplicaciones y divisiones (operaciones aritméticas básicas).
En 1946 en Estados Unidos se realizó una competencia entre un Japonés con su ábaco (Soroban: Ábaco japonés el cual esta dividido en dos partes, en una parte hay únicamente columnas con 2 cuentas y en la otra las columnas consta con 5 cuentas.) y un soldado del ejercito estadounidense con una calculadora eléctrica de mesa.
De 5 competencias para efectuar las 4 operaciones aritméticas básicas, juzgándose velocidad y exactitud, la victoria fue para el ábaco por 4 a 1. (Hablando de desventajas. Tómese en cuenta que las calculadoras de esta época estaban diseñadas con partes mecánicas y no tenían memoria interna).
En 1642 el matemático, físico, filósofo y escritor francés Blaise Pascal (1623-1662) desarrollo la primera "máquina aritmética" para ayudar a su padre en las cuentas que tenía que realizar como fiscal (recaudador de impuestos) en Normandía.
Esta máquina el "aritmómetro", estaba basada en ruedas dentadas y numeradas del 0 al 9, las cules giraban sobre un mismo eje de tal manera que el acarreo se efectuaba automáticamente. Esto es, que cada rueda dentada al concluir una rotación la siguiente a la izquierda aumentaba en uno. Por supuesto estaba limitada ya que esta solo sumaba y restaba, pero en comparación ya era un gran avance.
A finales del siglo XVII el matemático Leibniz construyó una calculadora mecánica capaz de realizar sumas, restas, multiplicaciones, y divisiones basándose en un sistema de rueda escalonada.
Todas estas máquinas no son automáticas ya que dependen en mucho de sus operadores. Estos se encargan de introducir datos, mover teclas, dispositivos mecánicos, e ir copiando los datos intermedios en papel.
Como es comprensible, en estas máquinas es muy posible el error ya que la mayor parte la realiza el operador.
Fue Babbage quien ideó una maquina capaz de automatizar todos los procesos intermedios.
Prácticamente el enumero las características que debería tener una máquina de cálculo automática, las cuales son: