( Nota del
Jueves 22 de marzo de 2007 )
Un líder ¿nace o se
hace?
Addy E. Calderón Madera
(*)
Las definiciones de liderazgo coinciden
con que un líder tiene una serie de características que
definen su personalidad: capacidad, arte o actividad
para influir, dirigir, guiar, motivar o estimular en un
grupo de personas, a fin de hacer cosas y que sientan
satisfacción o sensación de ganancia, de haberlas
hecho.
¿El líder nace o se hace? Considerando las
características que definen la personalidad del líder,
nos podríamos preguntar, ¿el líder nace con estas
características o las adquiere en la formación de su
vida?
Para contestar a esta pregunta deberíamos
reflexionar y contestarnos lo siguiente: ¿en algún
momento de nuestra vida hemos influenciado a otra
persona para que haga algo que nosotros queremos, y que
a la vez se sienta satisfecho por hacerlo?
Piense
en un bebé recién nacido: con su llanto consigue
exactamente lo que necesita, sin hablar logra que el
adulto que lo cuida complazca sus necesidades y se
sienta feliz y satisfecho de haberlo
ayudado.
Otro ejemplo lo vemos al acercarse el
Día de Reyes: los niños dicen a sus papás lo que quieren
y lo piden con mucha insistencia; estoy seguro de que en
muchas ocasiones se cumplen sus deseos y los papás se
sintieron orgullosos, contentos y satisfechos; es decir,
el niño influyó, dirigió, guió, motivó o estimuló a un
grupo de personas para que hicieran cosas y se sintieran
satisfechas. Y podemos encontrar más ejemplos sobre cómo
se logra un fin por medio de otras personas.
Con
el análisis de lo anterior, deducimos que aún no
habíamos asistido a la escuela y ya influíamos en otras
personas para hacer cosas, y se sintieran satisfechas de
hacerlas, no en todo, por supuesto, pero sí en algunas
cosas.
Entonces, ¿dónde aprendiste eso? ¿Dónde lo
compraste? ¿Quién te lo regalo? ¿Cuántas personas están
en la misma situación?
Concluyendo, el líder
nace, no se hace; lo que sucede es que con el tiempo
dejamos de practicar ese liderazgo. ¿Por qué crees que
algunos líderes de repente surgen? Porque el liderazgo
lo traen, sólo es cuestión de que se les presente la
oportunidad, que lo dejen salir; fíjense en los niños:
cuando están en grupos, en alguna ocasión son líderes
por naturaleza.
Si aún así lo dudas, recuerda que
en la concepción es necesario que un espermatozoide le
gane la carrera a un millón; en el caso de cada quien,
tal vez no fuimos los primeros en llegar, pero sí el
elegido para fecundar el óvulo; en casos excepcionales
uno, dos, tres o cuatro o más, fueron seleccionados casi
al mismo tiempo que tú, y desde ese momento fuiste un
triunfador, un líder y no has perdido esa
capacidad.
Hay que recordar que “Dios no hace
basura”, todas la cosas que Él hace son perfectas.
Observa un paisaje, los colores, su contraste, su
tranquilidad, su armonía, etcétera. Tú también eres una
creatura de Dios, con belleza y perfección, algo sin
igual. Por eso te recuerdo que además de haber nacido ya
como un líder, eres una maravilla creada a imagen y
semejanza de Dios.— Mérida, Yucatán.