Los profes no somos tomados en cuenta ni siquiera para resolver cómo se enseña a leer a los niños, por lo cual somos incrédulos y bien justificados ante la nueva Ley de Educación.

Sobre todo cuando estamos acostumbrados a que las leyes son una cosa distante, difusa, elaboradas por políticos o copiadas de otros países.

Por eso vale la pena organizar e intercambiar ideas sobre nuestra Ley de Educación en nuestro centro de trabajo. Las discusiones pueden presentarse en dos planos: por un lado las repercusiones que puede tener el proceso del debate de la ley para los profes y para el día a día de las escuelas, y por otro lado las consecuencias que va a tener el nuevo contexto legal en sí mismo como producto ideológico.

No seas indiferente, no asumas el rol de crucificar, no te comportes como Judas el traidor, o Anás el hombre intrigante y ambicioso, o Caifás el hombre orgulloso, o Pilatos el político cobarde, o Herodes el líder cruel, o Barrabás el criminal, o el mal ladrón obstinado, o Nicodemus y José de Arimatea miedosos. Asume el rol del verdadero Maestro, o del Cirineo, del Buen ladrón, de San Juan, del Centurión.

¿Cuál será tu rol en la discusión de la nueva Ley de Educación?

Ayudemos a resucitar una excelente Ley de Educación.

Este articulo fue publicado en Thursday, April 5th, 2007 a las 11:28 pm y fue etiquetado bajo la categoria: Legislación educativa. usted puede seguir los comentarios mediante RSS RSS 2.0 . Usted Puede Dejar un Comentario, o trackback de su sitio web.