Ultima noción de una vida perdida,
Roces de llantas contra la acera,
Boca abajo estoy contra el suelo,
Con la garganta hinchada de gritar tu nombre.

No se a ciencia cierta que tomé,
Quedé atrofiado por los recuerdos,
Quede tirado en el suelo llorando los momentos juntos,
Tantos, no muchos, pero bien vividos.

Seguí la luna desde el suelo con los ojos húmedos,
Y hasta ella me abandonó al amanecer,
Dormí, no mucho tiempo, pero recuerdo que dormí,
Me despertó el ruido, sórdido ruido de mis lamentos.

Como ya te dije, no recuerdo que tomé,
Solo sé que amanecí tirado, llorando,
Maldiciendo aquel bello momento sabiendo bien que solamente no se,
Traduciendo mis balbuceos de borracho, así, borracho.

Sabiendo a ciencia cierta que simplemente me he dado cuenta que no se,
Llorando mares por las noches en los bares sin saber por quien,
Si el tiempo pasa y no logro hacer conciencia,
Solo siento mis piernas cansadas y los ojos llorosos.