Tu me mareas,
Eres la droga que necesito,
Para vivir,
La inyección de alegría...
Me sobrevuelas,
Y destilo versos,
Que a muchos parecen,
Y en el papel perecen,
Como tiros de cañón,
Y aunque los pies no tenga bien plantados,
Estoy mas cerca del suelo,
Que otros tantos...
Y así voy,
Sin muchos sobresaltos,
Me equilibro en la cuerda floja,
¡Tu tienes la red!
¡No la quites!
Pues una caída sería mi fin.
Y aunque pierdo sintonía, a veces,
Los peces siguen en el mar.