Ayer justamente vi a Dios y le pregunte cuando me voy a morir,
Ayer precisamente ayer vi cómo me movía la cabeza como diciéndome:

YA NO HAY REMEDIO

Y me contestó...

Vas a morir cuando te toque.

Y aquí sigo, escupiendo versos sin sentido consentido.

Pidiendo perdón, en vez de pedir permiso.

Cantando versos al paisaje de la triste figura
Viendo como en Babylon se rompen la madre por un billete

A mi no me va, pero si me viene
Todo es nada, la mentira verdadera, la oscuridad iluminada
Donde no queda nada
Nada
Nada
Nada
Nada de tristeza.