He cruzado muchos caminos,
Por episodios raros de mi cruel vida,
Extensos territorios plagados de mí mismo,
Y esto es solo es punto de partida.

Pero la noche abatida,
Ha hecho trizas mis ganas de vivir,
Seguir imaginando un rato tirado en el césped,
Mirando las estrellas y nuestro porvenir.

¡Es el ansia loca de abrazarte,
la que me ha hecho vivir con miedo,
la que me hace vivir con la idea,
de que sin ti ya no puedo!... no miento.

Porque en realidad lo siento,
No por nada me paso la noche escribiendo,
Y el alba me sorprende sorbiendo,
Tragos amargos de un café negro.

Negro como el manto que imagino,
Pueda cubrirnos de brillos estelares,
A la luz de tus cabellos, viendo,
Y viviendo experiencias singulares.

Ahora estoy viviendo lo que me queda,
No llevo ni la mitad del camino recorrido,
¡Quiero recorrer lo demás, acompañado!

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Contigo.
 

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