A- Un celofán con flores.
C- Caes en la espiral de los entrañable y duradero.
A- Dejo las llaves en la cerradura.
C- En un instante envuelves la cuarta parte con tus alas rojas.
A- No muy seguido corro a ningún lado.
C- En un oscuro torbellino.
A- No existe un lugar más cerca de tus ojos.
C- Son tiempos difíciles para los soñadores.
A- Alza la copa, corren lobos por el bosque.
C- Lo habías traído todo y ahora intentas llevartelo contigo otra vez.
A- Quiero un cielo para tener tus ojos.
C- Apartaste las vendas del ensueño.
A- A la hora del ángelus verte dormir.
C- Podríamos inundar atardeceres.
A- Entre el humo del porro leer tus manos.
C- Al final del tiempo.
A- Y... ¿Que me queda en todo esto?.
C- A estas alturas ya es sabido que tu tampoco y yo también.
A- Tu aroma en mi sweater casi un mes.
C- Dentro del estanque paralizado.
A- Un diamante en bruto, un libro y tu sonrisa.
C- Intentando salir del laberinto lineal.
A- Dame un mar para tener paz en mis ojos.
C- ¿Por qué no?
A- Y al final todo fué nada...
C- Dá igual... al final, como siempre, la nada.

Pie de pagina... o comentario al margen:

Esta maravillosa historia de este maravilloso cadáver exquisito, nació en alguna tarde de agosto de 2002, en una jardinera del estacionamiento de Plaza Ticomán.
Esa tarde que jamás olvidare, que en la pagina penúltima de algún libro, misma que conservo...
nos dimos cuenta de que somos polos opuestos, pero mirábamos al mismo punto.

Donde quiera que estés...

Claudia Yenisey Rivas Ochoa

En mi vida lograre olvidar esas tardes mágicas y no cierro la oportunidad de verte otra vez.