Consejos
para vivir con optimismo
No todos reaccionamos de la misma
manera ante los problemas que se nos presentan. Mientras algunos, derrotados, se ahogan de
inmediato en un vaso de agua, otros siguen adelante, triunfantes, esgrimiendo aquella
vieja frase que dice: "Siempre que llovió, paró". ¿Qué es lo que produce
reacciones tan opuestas? Sin duda la diferencia radica en adoptar una determinada actitud
mental frente a las circunstancias. Es decir, si nuestra mirada es pesimista nos
sentiremos vencidos ante el primer sinsabor. Por el contrario, para un optimista, nada es
lo suficientemente grave. Y es tan fuerte esta predisposición de ánimo que una persona
desilusionada no sólo suele hacerle culto al fracaso sino que es propensa a sufrir
algunas enfermedades. Los optimistas sobresalen en los estudios, son exitosos en su
trabajo, ganan dinero, se llevan a las mil maravillas con su familia y amigos, gozan de
buena salud y viven más.
A continuación, te detallamos doce
de las actitudes con las cuales todo optimista enfrenta alegremente la vida. Ponlas en
práctica y disfruta de los resultados.
1- Las dificultades no los
sorprenden
Poseen una mezcla de realismo y
esperanza. Tienen un concepto bastante alto de sí mismos y esto los conduce perfectamente
en situaciones en las que otros se verían desbordados. No existe el fracaso para ellos ya
que no se detienen. Tampoco en su vocabulario figuran los siguientes términos: mala
suerte, torpeza, equivocación, confusión o error.
2- Aceptan lo que no se
puede modificar
No malgastan tiempo ni energías
quejándose por cómo resultaron las cosas. Son flexibles y, cuando algo no funciona,
buscan diferentes formas que les permitan llegar a su objetivo. De todas maneras, cuando
están seguros de que una situación es irreversible, hacen borrón y cuenta nueva, es
decir, la aceptan tal cual es.
3 - Jamás dramatizan
Nunca se toman demasiado en serio a
sí mismos, además siempre tratan de conservar la alegría. Saben que si una persona se
ríe con frecuencia, los sentimientos de desánimo o abatimiento tienden a desaparecer.
Por eso, tratan de encontrar el lado ridículo y risible de la situación. Todas lo
tienen.
4 - Siempre se vinculan con
personas positivas
Ya lo decía Salvador Dalí, nunca
hay que pasar mucho tiempo con personas depresivas pues uno termina
"contagiándose". Los optimistas consideran que los malos momentos pueden ser el
puntapié inicial para encontrar la solución a aquello que los aqueja y, como saben que
para lograr su propósito necesitan tener apoyo para apuntalar el ánimo alicaído con una
cuota de alegría y convicción, buscan personas capaces de hacerlo. Es decir, tienden a
relacionarse con individuos entusiastas. Recuerda que dos personas llenas de esperanza se
potencian mutuamente.
5 - Si aparece un
pensamiento negativo, lo expulsan
En principio, diferencian los
pensamientos propios de los heredados. Por ejemplo, aquel "no tiene sentido, es
inútil intentarlo", que quizás escucharon decir decenas de veces a su madre veinte
años atrás y que, seguramente, retornará a la mente ante cualquier continencia, lo
cortan de cuajo cuando asoma a la conciencia. Tampoco suelen personalizar o generalizar
situaciones que son ajenas. Si algo les sale mal no recurren al "que mala suerte
tengo, siempre es igual". Piensan de inmediato en intentarlo nuevamente, seguros de
que alcanzarán el éxito.
6 - Poseen mucha capacidad
para disfrutar y sacan provecho de ello
Cómo Gene Kelly en el filme
Cantando bajo la lluvia, cuando chapoteaba en los charcos mientras se empapaba, siempre le
encuentran el lado positivo a todo. Aún en las situaciones más difíciles, toman la
aciaga experiencia como una enseñanza. Además, no envidian lo que el otro tiene,
disponen de esa preciada sabiduría que les permite disfrutar en todo momento de lo que
poseen.
7 - Expresan en voz alta
sus frustraciones y no se creen perfectos
No se tragan las amarguras, saben
que es necesario expresar en voz alta los sentimientos que les molestan. Por ejemplo,
expresan su ira, en el momento oportuno y de manera adecuada. El resentimiento no entra
dentro de su registro emocional. Aceptan la naturaleza humana tal como es y procuran ser
tolerantes con las propias imperfecciones, él "acéptate a ti mismo" les sirve
para comprender a los demás y los errores los toman como un mero aprendizaje.
8 - No se paralizan ante el
fracaso y buscan soluciones parciales
Están seguros de que tarde o
temprano el éxito llamará a su puerta. Por eso, la estrategia habitual que emplean es no
detenerse ante los errores. Si falla alguna de las alternativas que han puesto en
práctica para alcanzar un objetivo, automáticamente tienen alguna otra a mano, y avanzan
hasta encontrar lo que buscan.
9 - Sienten que su
capacidad de producción es ilimitada
No importa la circunstancia ni la
etapa de la vida que se encuentren transitando, siempre creen que todos somos capaces de
alcanzar la notoriedad. Para ello deberán rendir al máximo. Un ejemplo concreto es el
siguiente: un optimista no le teme a la vejez porque considera que una persona a los 70
años es más productiva que a los 30, pues cualquier tarea que emprenda estará avalada
por la experiencia adquirida.
10 - Están convencidos de
que tienen control sobre su futuro
Difícilmente algo les coge
desprevenidos. Siempre analizan las consecuencias que puede acarrear cada resolución a
tomar. Para ello consideran todos los recaudos necesarios para no encontrarse nunca sin
defensas. Nunca le echan la culpa a las circunstancias por sus fracasos. Enfrentan la
realidad tal como es y no como les gustaría que fuese. Lo que creen es que si uno se
considera a sí mismo un impotente ante determinadas situaciones termina por serlo.
11 - Programan su mente en
positivo
Siempre proyectan en sus mentes
imágenes positivas y felices. Esto les surge en forma espontánea, pues les es imposible
imaginarse en situaciones no placenteras. Tratan de huir de las situaciones angustiantes
y, si no pueden resolverlas con calma y sin ansiedad, esperan a encontrar el momento
propicio antes de tomar una decisión.
12 - Construyen su vida
sobre la base del amor
La premisa de un optimista es: todo
resulta más fácil si se tiene a alguien a quien amar y que nos ame. El amor alimenta el
entusiasmo, pero para que sea genuino no sólo debe enriquecernos a nosotros sino que
también debe alimentar a otras personas. Ser magnánimo en el plano de los afectos es el
mejor acto de generosidad. No olvides que quien cultiva margaritas, recoge margaritas.
Pero el que siembra... |