ABDOMINALES
Pocos grupos musculares son tan conocidos popularmente como los abdominales. Las razones
de esta fama pueden ser varias: el recuerdo de aquellas clases de gimnasia en las que el
profesor nos sometía a duras sesiones, un ligero sentimiento de envidia cuando en la
playa vemos un abdomen recto, plano y fibroso; o una sensación de frustración si nos
miramos en el espejo y observamos una esfera saliente que se empecina en estar siempre muy
por delante de nuestro cuerpo. No olvidemos que ahora la TV nos acosa permanentemente
intentando vender productos mágicos que "en tres minutos" nos deja como un
atleta olímpico.
El hecho es que asociamos los abdominales a una cuestión estética, pero poco sabemos de
la relación que tienen con la salud.
Abdominales y postura
Estos músculos cumplen una misión muy importante para mantener una postura correcta. Si
ellos están débiles podemos tener la cadera inclinada hacia delante y generar una
lordosis exagerada (hiperlordosis), es decir una curvatura anormal a nivel de las
vértebras lumbares. Además son músculos importantes para estabilizar el cuerpo y por lo
tanto influyen en la ejecución de gestos deportivos.
Buenos ejercicios
Una buena opción es realizar ejercicios abdominales evitando la acción de otros
músculos como el psoas ilíaco. Si fortalecemos mucho este músculo y mantenemos
debilitada la zona abdominal, podemos provocar inconvenientes en la cintura lumbar
(lumbalgias, hiperlordosis, lesiones). Los movimientos indicados son aquellos en los que
el cuerpo se encuentra acostado boca arriba, las rodillas flexionadas y los pies apoyados
a unos cincuenta centímetros del suelo aproximadamente, pudiendo apoyarlos en una silla o
un banco.
Errores comunes
Uno de los errores más comunes al ejercitar la pared abdominal, es hacer fuerza con el
cuello. Esto no solo impide la correcta ejecución de la zona deseada sino que puede
afectar al segmento cervical. Para evitar estas desviaciones podemos apoyar suavemente las
manos detrás de las orejas o bien, cruzar los brazos apoyando las manos en los hombros.
En realidad lo que debemos evitar es llevar el mentón al pecho. Mantengamos la cabeza
alineada con la espalda y la mandíbula separada del pecho. De esta manera lograremos
concentrarnos exclusivamente en los músculos abdominales.
No se aconseja para las personas de pobre condición física realizar ejercicios de
elevación y descenso de las piernas extendidas porque estaremos priorizando la
contracción del psoas ilíaco en vez de los abdominales, y aumentaremos el riesgo de
padecer dolores y/o lesiones en la parte baja de la espalda. Nuestra recomendación es que
hagamos abdominales con las rodillas flexionadas, por lo menos para aquellas personas con
una pobre condición física.