y
En los últimos años muchos países han experimentado una crisis de naturaleza
fiscal caracterizada por una importante
pérdida de crédito público y por la incapacidad creciente del Estado para
generar recursos que le permitieran financiar políticas públicas.
Al propio tiempo, los gobiernos se enfrentan al
reto de dirigir a una ciudadanía con mayor educación democrática, exigente,
participativa y ávida de estrategias y resultados gubernamentales que garanticen
mejores políticas sociales, una mayor transparencia de recursos y crecimiento
económico sostenido, entre otras prioridades. Resulta cada vez más patente la
necesidad de llevar a cabo una gestión más profesional y preocupada por la
economía, la eficiencia, la eficacia y la efectividad de las acciones
gubernamentales, dando lugar a lo que se conoce como New public Management.
De este modo, herramientas de administración del
desempeño como el CMI están siendo analizadas y utilizadas por diversos
gobiernos federales y locales, así como por otros organismos públicos,
presentando un enorme potencial de éxito en la compleja tarea de administrar los
bienes y servicios públicos .
Evidentemente, es preciso tener en cuenta la diversidad de organizaciones
existentes dentro del sector público.
Algunas agencias gubernamentales tienen metas claramente definidas, sus misiones
son relativamente no-cuestionables, se desenvuelven en un ambiente externo
estable y se conoce en profundidad el contenido de su actividad. Sin embargo, en
otras sus objetivos no están claros, las prioridades son polémicas, los
ambientes externos son turbulentos y no hay un sentido claro de lo que es la
misión. Para el primer grupo la medición del desempeño constituye un aspecto de
su cultura que reviste particular importancia, mientras que para el segundo
resulta más complejo aceptar el uso de indicadores de gestión.
Los
sistemas de gestión que más se están aplicando son el Balanced Scorecard (BSC) y
los Sistemas de Gestión de la Calidad propuestos por ISO, los cuales tienen más
similitudes que diferencias. Eso ha quedado de manifiesto en el interés mostrado
por diferentes organizaciones, de diversos países, sobre el artículo
“Integración del BSC e ISO 9000, Un ejemplo de éxito” que fue distribuido en el
mes de Junio del 2004, ha sido de enorme satisfacción las solicitudes recibidas
para conocer la empresa del ejemplo.
Desde su introducción, decena de miles de empresas ya la han adoptado y los
resultados han sido realmente sorprendentes. El instrumento ha sido utilizado
exitosamente en empresas privadas (desde grandes Multinacionales hasta PYMES),
organismos del gobierno y en entidades sin fines de lucro.
a
1990, cuando el Instituto Nolan Norton, (unidad de investigación de la KPMG),
patrocinó un estudio de un ano entre diversas empresas, titulado "Measuring
Performance in the Organization of the Future". El estudio fue desarrollado al
considerarse que los métodos existentes para evaluación de desempeño
empresarial, apoyados en indicadores contables y financieros se estaban tornando
obsoletos. Asimismo
aplicación del BSC estaba orientada hacia el sector comercial e industrial, sus
bondades pueden ser igualmente consideradas para el sector público. La
diferencia entre el sector privado y público está en las metas, así por ejemplo:
la meta fundamental del sector privado es lograr en el corto y largo plazo un
nível óptimo de utilidades, mientras que en el sector público la meta esta
orientada a la prestación eficiente y eficaz de servicios para la comunidad, por
lo tanto, se deben definir objetivos tangibles para clientes y participantes.
Lic.Patricia
González G.
determinadas
prácticas del sector privado, cuando son utilizadas en el público, deben ser
precedidas de adaptaciones que tengan en cuenta esas diferencias
Joao Batista Barros da Silva Filho
y
Ricardo Rodríguez González
Grupo
Kaisen
empresarial desarrollada por la alta dirección, luego el mapa estratégico,
objetivos e indicadores de primer nivel, y luego progresivamente ira controlando
otros niveles jerárquicos de la organización.
Grupo
Kaisen S.A.