Viajá conmigo
te invito
a dar un vuelta por el pasado
ponete el cinturón
se anda muy rápido
por esos caminos.
Te llevaré
a la vieja cancha de Quilmes
con sus tablones semipodridos
y en el medio de la hinchada
agitando banderas azules y blancas
saltarás y gritarás conmigo
conocerás al Negro Thompson
al loco Golato
al Tigre, a Colador
a Guarda el Hilo
y después de la primera pelea,
si la ganás
empezarás a hacer amigos.
Aprenderás a robar
dos dedos, así, ves,
entre la malla y el cuadrante
un tirón, seco, fuerte,
y saltan los pernitos.
ahí está, ves.
qué lindo reloj
de ese fascinante color amarillo.
Viajarás en el techo de los trenes
te meterás en feroces bataholas
palos, cadenas, ladrillos,
herirás y serás herido
romperás vidrieras
robarás, golpearás
serás un barrabrava
y comenzarán a llevarte preso
por cualquier motivo.
Conocerás los calabozos
los golpes, el dolor, el frío,
te endurecerás
aprenderás con lágrimas y sangre
los códigos del delito
y no faltarás a ellos
nunca, por ningún motivo
y entre arrebatos, peleas,
patrulleros, baibas, institutos,
te empezarán a crecer los colmillos.
Conocerás el peligro
pero no podrás asustarte ni bajarte
aun falta un largo, largo camino.
Te endurecerás
y entonces podré llevarte al río
y conocerás sus famosos recreos
el Rancho Grande, El Zorzal,
el Costa Azul, El Pescadito
te codearás con guapos y malandras,
ladrones, putas, cafishios.
La Turca te enseñará a hacer el amor
y El Sabalero a manejar el cuchillo.
Pelearás por un lugar
para que te respeten
porque para los viejos lobos
sos un cachorro, apenas un chico,
pero ya se está corriendo la voz,
"ojo con el pibe, es choro"
te estás haciendo conocido
y una noche gloriosa
bailarás y te acostarás
con esa mina que te gustaba tanto
la famosa Tanguito.
Conocerás el peligro
y querrás más
y un día
el Matrero te contará que tiene un hecho
al oído.
Conseguirás un revolver
y allá irás
cada vez más rápido
lanzado vertiginosamente hacia el abismo.
Viajá conmigo.
Caeremos presos
y conocerás Devoto, Caseros,
y en La Pampa,
en aquel lejano y duro presidio
caminarás en los recreos
del brazo de los carteles
el hampa te ha hecho sitio
porque no fallaste
y porque has aprendido mucho.
Muchísimo.
Saldremos en libertad
y volveremos a robar
porque nos gusta la noche
las minas platinadas
los caballos, los garitos,
porque queremos cartel
pero, sobre todo,
porque probamos la peor de las drogas
el peligro
y queremos seguir apostando
jugando a la ruleta rusa
apretar el gatillo
oír el click
y seguir vivo.
Y ahora debo cobrarte
el precio del pasaje
el precio es
que en el último asalto
ocuparás mi lugar
y vos recibirás el tiro
estarás tres meses
esposado a la cama de un hospital
entre la vida y la muerte
sufriendo delirios.
Y luego Olmos
quinto piso
entre los carteludos
y en una celda
gastarás tu juventud
y te romperás día a día
hasta quedar hecho añicos.
Yo me bajo
para mí
hasta aquí llegó el viaje, amigo.
No, no te he traicionado
ni mentido
sólo hice con vos.
Lo que hicieron conmigo.
Horacio Cabezón Sotelo