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Demián

(Hermann Hesse)

Demián es una obra literaria sumamente interesante y rica en situaciones espectaculares que tienen gran cercanía con la vida que personas que viven en busca de su propio “yo”   viven día a día y, es precisamente ese el punto alrededor del cual gira en torno la historia que Hermann Hesse nos narra, todos alguna vez en nuestra vida nos hemos preguntado ¿Quién soy?, y valla que es difícil responder a esa pregunta, hay quienes viven para descubrirse y conocerse a si mismos, hay quienes creen que conocen hasta el mas intimo y remoto rincón de su ser, pero hay también quienes viven sin percatarse de que dentro de ellos llevan a alguien, llevan lo que son, y es este tipo de gente quien nunca vive plenamente su vida, que nunca se propone metas, quienes solo pasan por este mundo sin dejar huella y atraviesan los grandes resintuos de toda una vida sin vivir, sin sentir y sin entenderse.

            Dos mundos ¿verdad o mentira?, soy de los que piensa que debemos vivir la vida, vivirla en todas sus tonalidades, disfrutar y luchar por alcanzar su ideal, desde pequeños se nos entrena para andar por los caminos del bien, de lo puro, de lo que socialmente es visto con los mejores ojos, siempre se nos habla de lo recto y los valores que los hombres debemos tener,  se nos habla del respeto, se nos habla del amor y se nos enseña que el odio, el rencor, el egoísmo y todos esos sentimientos negativos son malos, pero son solo parte de ese mundo que Sinclair nos describe, y es verdad, yo no creo que la iglesia o mis padres estén mintiendo, pero tampoco creo que Sinclair esta en un completo error, existe también ese otro mundo, el mundo del mal, de la oscuridad, ¿quién dijo que no era valido vivirlo?, es parte también de la vida, de esta vida que todos vivimos. Muchas filosofías nos hablan de que todos podemos cometer errores y es cierto, es ahí donde radica ese mundo de penumbras, es entonces donde trato de preguntarme ¿hay acaso alguien que desconozca el mundo del mal?, ¿Acaso Jesucristo?. Sinclair descubre que existe un Dios, un Dios que puede unir estos dos mundos contrastantes, eso le fascina y lucha por alcanzar y conocer a ese gran Dios, ese Dios es Abraxas.

            Demián nos habla de Caín y Abel, todos tenemos algo de Caín y por supuesto que también de Abel, pero ¿Quién es mejor? ¿Caín? ¿Abel?, ¿que será mejor? Ser ese  fuerte y poderoso ser que lleva la marca en su frente, la marca de diferencia y originalidad, la marca de valor y poder, tal vez realmente Caín no era tan malo como se cree, tal vez Caín solo cometió un accidente, y fue presa de ese mundo oscuro.
En esta y muchas de las reflexiones que Hermann Hesse hace en su libro, puedo ver claramente esa capacidad que Sinclair, Demian y Pistorius tenían para poder relacionar, todo eso que había pasado hace muchos años, hace siglos, incluso en las eras primitivas de nuestro mundo, con los hechos actuales, con sus vidas actuales, y como una gran parte de su “YO” estaba estrechamente racionado con todo aquello, es algo así como lo que Wright Mill llama Imaginación Sociológica y tiene un gran sentido.

            Demián nos dice: " El pájaro rompe el cascarón. El huevo es el mundo. El que quiere nacer tiene que romper un mundo. El pájaro vuela hacia Dios. El Dios se llama Abraxas", pienso que el pájaro representa a uno mismo, muchas veces en nuestro propio mundo y no nos atrevemos a salir o tal vez no podamos hacerlo, lo hacemos en el momento en el que maduramos y descubrimos todo lo bello que tiene nuestro mundo, nuestras vidas, al fin de cuentas volaremos y viviremos en ese mundo del bien y del mal, es imposible vivir solo en uno de ellos; muchos dicen por ahí “Nadie es perfecto” esta frase se nos representa muy claramente con esta filosofía y estoy completamente de acuerdo con ella.

            Podríamos, también, basar la interpretación de  esto que Demián nos dice con base en el contexto de ese tiempo, el contexto de la Guerra (EUA – Alemania), y encontramos que el pájaro representa las grandes potencias mundiales, tratando de romper al mundo, tratando de dominarlo y hacerlo suyo pero para poder lograrlo tendría que hacer el mal, destruir, matar y transformar. ¿Acaso no es eso lo que ocurrió?. Demián es una obra que, en lo personal me hizo reflexionar acerca de muchas cosas de mi vida, incluso en varios momentos de la vida de Sinclair me sentí muy estrechamente relacionado con él, ¡identificado!, es la magia de los libros, la magia que no todos se atreven a descubrir y aprovechar, esos que solo viven  como todos los demás, llevados por la corriente, son: ¡Esos que no llevan la marca! .

Alan Bracamonte Montijo

 de Caballero estaba recostada en el

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