Una familia se había comprado un coche nuevo, hermoso, se mire por donde se mire, el tapizado, el color... todo.

     El padre amaba ese coche, todo su esfuerzo estaba allí. Salieron él, su esposa y la pequeña de ambos de solo 3 años.

     Llegando a una gasolinera bajan los padres y, viendo que la niña estaba en el asiento de atrás, dibujando tranquilamente, deciden dejarla dentro del coche el rato de echar gasolina.

     La niña estaba dibujando con un rotulador, y de pronto comenzó a escribir en todo aquel tapizado, con un gran entusiasmo y amor, ya que los niños hacen sus cosas en esta condición.

     Después de un rato llegan los padres y al ver todo aquello, el padre comenzó a enfurecerse y al ver su "hermoso tapizado" todo pintado, comenzó a golpear a la niña en sus manos para que aprendiera la lección, hasta que la madre tuvo que pararle, ya que el padre parecía haberse vuelto loco.      Cuando se dieron cuenta, la niña estaba en muy mal estado. Tuvieron que llevarla hospitalizada. A los pocos días, suena el teléfono en casa de la familia y lo coge el padre: los llamaban del hospital, era necesario que se presentaran, se habían complicado las cosas...

     El padre se presenta y le notifican que debieron amputarle las manos a la niña, ya que no había otra opción posible. Entrando el padre a la habitación envuelto en lagrimas, la niña le dice sonriente: ¡¡Hola papi... ya aprendí la lección... no lo voy a hacer más papi...pero por favor devuélveme mis manitas!!.