El mando de Rota rechaza al militar transexual como mujer, y le obliga a seguir el procedimiento masculino.


    Jueves 30 de Enero de 2003 - Mandos de la Flotilla de Aeronaves advierten al cabo segunda gaditano Jos� Antonio Gordo que no podr� reincorporarse a su destino con su nuevo aspecto como Mar�a del Mar.

 
El cabo segunda, ayer por tarde ante la Catedral de C�diz.
"No estoy sola: mi caso no es el �nico"

    C�DIZ. "Af�nate en cuidar tu vestuario y tu aspecto f�sico porque me ha dicho el comandante que tendr�s que seguir cumpliendo dentro del recinto militar con el reglamento vigente para los hombres". Con esta advertencia recibi� ayer un mando de la Flotilla de Aeronaves de la Base de Rota al cabo segunda de la Armada Jos� Antonio Gordo Pantoja que se declar� transexual cuando quiso reincorporarse a su destino como Mar�a del Mar, seg�n relat� a DIARIO DE C�DIZ.

    Pese a que la Armada Espa�ola no se ha pronunciado oficialmente a�n sobre el ins�lito caso, el primero que se registra en toda Europa, la reacci�n oficiosa del mando parece ser meridianamente clara: en su rol figura un hombre y debe reincorporarse un hombre que tendr� que vestirse y comportarse como tal. Hace un par de d�as, los mandos de la Guardia Civil de Manacor (Mallorca) aprobaban que un guardia civil gay viviese en la casa cuartel con su pareja.

    El convencimiento de Mar�a del Mar sobre su nueva identidad de g�nero es tal que rehus� quedarse en el acuartelamiento. Como ya public� este peri�dico, el militar gaditano declar� honestamente su condici�n cuando se present� en su nuevo destino en la Base Naval de Rota el pasado mes de diciembre, tras ocho a�os de vida castrense ocult�ndola. "Mi comandante, soy transexual", le confes� abiertamente a su superior.

    La intenci�n de Mar�a del Mar ayer era regresar a su puesto de trabajo despu�s de una baja m�dica por depresi�n, pero la actitud de los mandos cuando recog�a unas n�minas en el departamento de personal le hizo volverse a casa. "Voy a luchar por todos los medios por que se me acepte tal y como soy", afirm� con seguridad a este peri�dico. La militar gaditana est� preparando concienzudamente una instancia a trav�s de la que solicitar� que se le permita acogerse al reglamento que regula la uniformidad de las mujeres.

    Confiesa que no est� dispuesta a aceptar un no por respuesta y reconoce que, en tal caso, continuar�a rebajada, con el consiguiente riesgo de perder el empleo. "El a�o que viene tengo que renovar mi contrato y es muy probable que, si sigo de baja, ya no me necesiten. Pero no me importa. Ahora estoy m�s segura de lo que estoy haciendo y si eso llegase a suceder, ya saldr� adelante".

    La actitud de los mandos contrasta con la de sus compa�eros de la Flotilla de Aeronaves, que la han recibido con toda naturalidad. "Ven en mi a la persona, no mi carn� de identidad", comenta. Eso precisamente es lo que pide. Defiende que no ha habido ning�n cambio sustancial en las condiciones del contrato que firm� y que el cambio de su aspecto s�lo requiere un ajuste: si antes se reg�a por el reglamento de normas masculinas, a partir de ahora lo har�a por el de las femeninas.

    Lo que podr�a suceder a nivel contractual una vez cambiase de sexo es una inc�gnita. Pero eso tardar� en llegar. Mar�a del Mar no puede acogerse a las ayudas que brinda la Consejer�a de Salud porque sanitariamente depende del Instituto Social de las Fuerzas Armadas, que no asume la operaci�n de cambio de sexo porque la considera de car�cter est�tico. "Pienso reclamar ese derecho porque creo que me asiste", dice.



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