Silkscreen 20 x 20, II / XXV del 2000
SANTO DOMINGO.- En
las salas de exposiciones temporales del Museo de las Casas Reales fue
presentada la exposición individual del artista
puertorriqueño Carlos Cancio, titulada ‘‘En los mares que he
vivido’’. Carlos
Cancio Simbolismo
y Sustancio Humanística en la Obra del Pintor
Puertorriqueño por Abil
Peralta Aguero Una
lectura crítico-visual de la obra pictórica del artista
puertorriqueño Carlos Cancio,1961, provoca a su primer contacto
con el espectador una sensación de agitación sedante que
pone en tensión todo el territorio generatriz capaz de estimular
el entendimiento, sentimiento y emociones a las que está sujeta
la naturaleza humana. Su obra es vigilia, seducción y silencio,
portadora de una resonancia sutil, desde la que emergen palabras
únicamente propias para la reflexión espiritual o la
nada. Su pintura es de un radicalismo existencial que sobrepasa lo
ideológico y lo religioso a la vez, para situarse en el centro
mismo de una verdad plasmada visualmente como una correspondencia
directa con el ser. La vida en su obra es fuga, tránsito y
mensaje cifrado que se perderá en el espacio terreno de la
demencia colectiva y solo ganará permanencia en los estadios del
misterio insondable de lo desconocido; su arte anarquiza el orden y la
moral de los diarios, de la cátedra y de la lógica. Sin
embargo su anarquía atmosférica es de una saludable
espiritualidad porque trasciende el delito de la percepción
cotidiana y la mirada de la realidad tangible, para en cambio propiciar
el reino de la fantasía y de lo maravilloso. Un fenómeno
que se produce en su obra debido a que su presupuesto argumental
está basado en la metáfora del signo y en una
concepción-visión del hombre, inscrita dentro de un
humanismo místico redentor, en el que el hombre-humanidad asiste
al hombre humano como una expansión plenaria del supremo
ser-Dios. Carlos Cancio apela al simbolismo de sus escenas, que tienen
como centro hegemónico conceptual a la papaya como una
semiologización del poder y fecundidad perenne de la naturaleza
a partir de la semilla, como parte de un proyecto de
visualización que le permite exponer plásticamente
experiencias espirituales y personales trascendentes, asociadas a un
humanismo gnoseológico a la manera del filósofo
alemán F. C. S. Schiller, procurando que toda verdad en su obra
esté simbólicamente determinada por las necesidades
humanas más profundas. Partiendo del diseño de una
dialéctica estructura compositiva, el artista nos presenta
escenas inscritas dentro de una ortodoxia representacional que le
permite exponer una composición no unitaria, sino abierta,
atrevida, desafiante y radical que potencia las partes del todo en la
semantización y visualización de su personal manera de
ver la existencialidad y el misterio de vivir. En su obra opera el
fenómeno activo de la up pictura poesis: una pintura portadora
del lenguaje profundo de la poesía en su expansión y
contacto con el espectador. Uno
de los murales del pintor en EL Conquistador Wyndham Hotel en Fajardo,
Puerto Rico.
Sorteo de obra 11/03/05 ( Ganador - Dr. Carlos Negron)
Carlos Cancio expone en el Museo de las Casas Reales
Luego de regresar de un largo viaje por la India donde estuvo
explorando nuevas expresiones culturales para su arte, el artista
inauguró la muestra que recoge una selecta colección de
pinturas, esculturas, dibujos y fotografías con impactante
comunicación plástica y de una gran dimensión.
A la exposición asistieron críticos de arte y galeristas
quienes disfrutaron de un espectáculo visual catalogado por el
curador de arte Abil Peralta, como un valioso puente de
comunicación y de intercambio cultural entre Puerto Rico y
República Dominicana.
La exposición contó con el apoyo de los críticos
de arte Marianne de Tolentino, vicepresidente de la Asociación
Internacional de Críticos de Arte y Amable López
Meléndez, vicepresidente de la Asociación Dominicana de
Críticos de Arte.
http://argentina.artealdia.com/content/view/full/19594
Carlos Cancio no aspira a la sacralización modélica de la
tradición artística en la pintura. Él se muestra
fúrico. Proponiéndonos formulaciones anárquicas de
una asociación simbólica radical que se inscribe como en
el poeta y teatrista francés Antonin Artaud, dentro de la
dialéctica del absurdo, sin llegar al surrealismo con sus
fantasías, impregnadas de un sociologismo bárbaro,
tántrico, mágico y sensual. El artista desmitifica la
mecánica, asociándola magistralmente a la naturaleza en
obras como la titulada "El delivery de la papaya", en la que asocia en
forma dialogante dos elementos mecánicos: camión de
carga/ fruta-papaya helicóptero.
En otra formulación plástica y conceptual suya, entroniza
el hombre en el territorio seminal de la naturaleza cuando nos propone
con paranoico acierto estético y conceptual su obra titulada "Un
bañito", en la que una bañista reposa dentro de una
sensual y erótica visualización de la papaya, una
formulación pop-simbólica que niega toda posible
estridencia visual o conceptual para legitimarse como una propuesta
estética / pictórica honrada en su plasticidad y en su
pictorialidad. Para la conformación de su universo
plástico, Carlos Cancio aplica una pincelada táctil,
facturalmente anárquica en su armonización,
racionalizando así una gramática del color que se apoya
en un espectro prismático, denso, plomizo y opositivo en
cálido-frío, para traducirlo en sus telas en una
atmósfera de contemplación y misterio, en la que el ego
trasciende la oración, como afirmación del absoluto
humano, no como pecado o aurora corrompida, sino como mística
afirmación del vínculo directo del hombre con su ser.