Resalta sus diligencias por los enfermos de sida

domingo, 16 de enero de 2000
Por Sandra Ivelisse Villerrael
The Associated Press

CANSADO DE defenderse de los continuos señalamientos de opositores políticos que insisten en vincularlo con el presunto recibo ilegal de fondos federales provenientes del Instituto del Sida, el ex alcalde de San Juan, Héctor Luis Acevedo, resaltó este domingo con vehemencia sus gestiones en beneficio de los afectados con el virus. "Jamás pasó por mi mente que alguien pudiera desviarles recursos a nuestros enfermos. Nos agotamos gestionando y obteniendo nuevos tratamientos y recursos para hacerlos disponibles a nuestra gente", expresó este domingo en declaraciones escritas el también ex presidente del Partido Popular Democrático. En un documento de cuatro páginas, Acevedo agradeció las muestras de apoyo y la deferencia que le han mostrado algunas figuras públicas que se han abstenido de comentar las imputaciones. Los señalamientos en su contra se derivan del testimonio del testigo principal en el juicio sobre el desfalco millonario al Instituto del Sida, Angel Corcino Maurás, quien alega haber escuchado de terceras personas la presunta participación de Acevedo en el esquema fraudulento que fue orquestado por el médico Yamil Kouri para el robo de $2.2 millones. Denuncia el oportunismo Por otro lado, Acevedo calificó de oportunista a quien "repite y a veces tergiversa por conveniencia política o personal las discusiones públicas". Destacó que hasta el momento nadie lo ha relacionado directamente con el supuesto recibo de dinero proveniente del Instituto. "Nadie lo puede declarar porque sería falso", sentenció. "Quiero alertar al país que en este asunto hay personas tratando de adjudicarme actuaciones e intenciones por razones ajenas a los méritos. Cuando uno desmiente una imputación enseguida cambian la versión y hacen una nueva", dijo. Señaló como ejemplo que algunos opositores insisten en repetir "maliciosamente" el error cronológico que coloca a Acevedo como alcalde de San Juan entre 1987 y 1988, a pesar de que el alcalde para ese momento era el ahora juez asociado del Tribunal Supremo, Baltasar Corrada del Río. "De hecho, quien seleccionó al Instituto, escogió su personal y pactó inicialmente con la Universidad de Harvard fueron el Dr. Pedro Rosselló y el alcalde Corrada. Yo comencé en enero de 1989 con un contrato válido entre el Municipio y Advanced Community, el cual honré hasta principios de 1993, cuando ordené su cancelación", recordó. Reiteró que fue él quien en 1993, "años antes de que se descubriera evidencia de fraude, ordené cancelar el contrato del Instituto ante la salida del Dr. Jaime Rivera Dueño como director ejecutivo y en quien el Gobierno Federal y nosotros teníamos confianza profesional". Resaltó que prefirió anteponer "los grandes intereses de la lucha contra el sida" a las diferencias político partidistas con Rivera Dueño, de quien dijo "entendía entonces que tenía las mejores relaciones y el mayor prestigio ante el Gobierno Federal". Destaca las loas al municipio "El secretario de Salud de Estados Unidos, la presidenta de la Comisión del Sida de EE.UU., la cirujano general, la Organización Panamericana de la Salud, entre otros, felicitaron al Municipio por esa actitud y al Instituto por su trabajo", señaló. Aunque aun adversarios políticos han mostrado escepticismo sobre la presunta vinculación de Acevedo con el espinoso caso que se ventila en el Tribunal Federal, muchos señalan la alegada falta de supervisión adecuada sobre el Instituto bajo su Administración, que habría propiciado irregularidades en las operaciones fiscales. Acevedo, sin embargo, hizo hincapié en que "ni el Gobierno Federal ni el de Puerto Rico ni ningún departamento del gobierno municipal trajo a mi atención que no se habían hecho las auditorías del Instituto". También tuvo una de cal y una de arena para su predecesor. Primero, lo distanció de cualquier irregularidad interna. "Entiendo que esa fue la misma situación del alcalde Corrada del Río. Por el contrario, la información que teníamos era que todo estaba al día al punto que aumentamos significativamente las cantidades de fondos federales", argumentó. No obstante, compartió con él la falta de efectividad en la supervisión. "Tanto el Gobierno Federal, como el estatal, como el municipal bajo mi dirección y la del alcalde Corrada fallaron en no ver a tiempo esa deficiencia", sostuvo. Acevedo se atribuyó ser quien primero detectó deficiencias en las auditorías al Instituto, tras los informes de la firma de auditoría externa Peat Marwick, que él ordenó. "Durante mis años en la alcaldía luchamos junto a cientos de extraordinarios seres humanos en la lucha contra el sida, junto a pacientes que sacrificaron su anonimato para servir de ejemplos; con profesionales de primera clase que ayudaron a establecer los primeros programas para evitar el contagio de dos terceras partes de los niños que podían nacer contaminados, para establecer las campañas de prevención más efectivas para los jóvenes... y para las mujeres", resumió. Añadió en su documento que "junto a otros alcaldes trajimos un tema delicado a la discusión pública y líderes religiosos establecieron programas de orientación y apoyo a los pacientes con nuestra ayuda. Esa fue la obra".
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