Resumen
de los Principales Errores en la Ecclesiología del Vaticano
II
Tomado de "The
Catholic Counter-Reformation in the XXth Century"
Editor: R.P.
Georges de Nantes, enero de 1984
Concepto de
Ecumenismo
El concepto que
tiene el Vaticano II de la Iglesia como "Pueblo de
Dios", es ecumenismo falso. Lleva a la creencia de que el
Protestantismo no es más que una forma particular de la misma
religión Cristiana.
El documento
"Unitatis Redintegratio", del Concilio Vaticano II,
heréticamente enseña que "...el Espíritu Santo no rehúsa
utilizar a otras religiones como medio de salvación".
El documento
"Catechesi Tradendae", de Juan Pablo II, repite la
misma herejía.
El concepto que
tiene el Vaticano II del Ecumenismo, condenado por las enseñanzas
y leyes morales de la Iglesia, ha llegado hasta el punto de
permitir que los sacramentos de penitencia, Eucaristía y
Extremaunción sean recibidos por parte de "ministros no
Católicos" (Vaticano II, Cánon 844 N.C), y favorece la
"hospitalidad ecuménica" autorizando a los ministros
Católicos a dar el sacramento de la Eucaristía a los no Católicos.
Cánon
del Vaticano II, 844 "Está
permitido a los fieles a quienes resulte física o moralmente
imposible acudir a un ministro católico recibir los sacramentos
de la penitencia, Eucaristía y unción de los enfermos de
aquellos ministros no católicos en cuya Iglesia son válidos
esos sacramentos. Los ministros católicos administran lícitamente
los sacramentos de la penitencia, Eucaristía y unción de los
enfermos a los miembros de Iglesias orientales que no están en
comunión plena con la Iglesia católica, si los piden espontáneamente
y están bien dispuestos. Si hay peligro de muerte o, a juicio
del Obispo diocesano o de la Conferencia Episcopal, urge otra
necesidad grave, los ministros católicos pueden administrar lícitamente
esos mismos sacramentos también a los demás cristianos que no
están en comunión plena con la Iglesia católica".
Concepto de
Gobierno Democrático
Explícitamente
adoptado en el Cánon 336, está el documento "Lumen
Gentium", del Vaticano II, doctrina por la cual el colegio
de Obispos juntamente con el "papa" disfrutan de la
suprema potestad sobre la Iglesia, habitual
y constantemente.
Cánon
del Vaticano II, 336 "El
Colegio Episcopal, en el que continuamente persevera el cuerpo
apostólico, es también, en unión con su cabeza y nunca sin
esa cabeza, sujeto de la potestad suprema y plena sobre toda la
Iglesia.".
Esta doctrina de
una doble potestad, es contraria a la enseñanza y práctica de
la Iglesia Católica, especialmente en el Primer Concilio
Vaticano (Dz. 3055) y en la Encíclica "Satis
Cognitum" de León XIII. Solamente el Papa tiene esta
suprema potestad, que comunica cuanto juzgue oportuno y en
circunstancias extraordinarias.
Concepto de
los Derechos Naturales del Hombre
La declaración
"Dignitatis Humanae", del Vaticano II, afirma un falso
derecho natural humano "en materia de religión", que
es contrario a enseñanzas previas de los papas, los cuales
formalmente niegan tal blasfemia.
Pío IX en su Encíclica
"Quanta Cura", León XIII en sus Encíclicas
"Libertas Praestantissimum" e "Immortale
Dei", Pío XII en su alocución "Le Riesce",
dirigida a los juristas católicos italianos, niegan que tal
derecho tenga base alguna en la razón o en la revelación.
Estas doctrinas
están basadas en un falso concepto de la dignidad humana,
producto de pseudofilósofos gnósticos y materialistas de la
Revolución Francesa, condenados por San Pío X en su carta
pontificia "Nuestro Mandato Apostólico".
El documento
"Gaudium et Spes", del Vaticano II, expresa un falso
principio cuando considera la dignidad humana y Cristiana como
la consequencia de la Encarnación, la cual restauró esta
dignidad a todos los hombres. Este mismo error lo repite la Encíclica
"Redemptor Hominis" de Juan Pablo II.
Concepto de
la Misa
El nuevo concepto
de la Iglesia, definido por Juan Pablo II, hace un llamado por
un cambio profundo en el acto principal de la Iglesia, que es el
Sacrificio de la Misa. La nueva definición del Vaticano II es
que la Misa es "un servicio y una comunión colegial y ecuménica".
No hay mejor definición para la nueva misa, la cual, como la
nueva Iglesia del Vaticano II, es una desviación del Magisterio
y la Tradición de la verdadera Iglesia.
Es un concepto
que es más Protestante que Católico y explica todo lo que ha
sido indebidamente exaltado y todo lo que ha sido aminorado.
Contrario a la
enseñanza de la 22a Sesión del Concilio de Trento, y contrario
a la Encíclica "Mediator Dei" de Pío XII, la parte
de los fieles en la Misa ha sido exagerada y la parte del
sacerdote aminorada hasta el punto en que éste ya no es sino un
presidente, a manera de los Protestantes.
El lugar de la
palabra en la liturgia ha sido exagerada a expensas del
Sacrificio.
La cena de la
comunión ha sido exaltada y profanada a expensas del respeto (y
fe) por la presencia real a través de la Transubstanciación.
Los Papas San Pío
V y Clemente VIII insistieron en la necesidad de evitar cambios
y mutaciones adhiriéndose prepetuamente a este rito Romano
consagrado por la Tradición.
Las
Constantes Herejías del Vaticano II
El Vaticano II
introduce la práctica Protestante de la libre interpretación,
consequencia de los muchos credos dentro de la Iglesia del V2.
Las universidades
y seminarios mayores del Vaticano II ahoran enseñan las filosofías
modernas en vez de la tradicional doctrina Católica.
El Vaticano II
favorece al "Humanismo", haciendo eco del mundo
moderno al hacer del hombre el fin último de todas las cosas.
El Vaticano II
favorece al "Naturalismo" que exalta al hombre y los
valores humanos, causando el olvido de los valores
sobrenaturales de la gracia y la Redención.
El Vaticano II
favorece a la "Evolución" que causa el rechazo de 20
siglos de enseñanza Católica.
El Vaticano II se
rehúsa condenar los errores del "Socialismo y el
Comunismo". La actitud de los falsos papas desde los años
60's lo confirma, en ambos lados de la Cortina de Hierro.
Los acuerdos con
la "Masonería", el "Concilio Mundial de
Iglesias" y "Moscú" han reducido a la secta del
Vaticano II al status de prisionero de estas organizaciones.
Conclusión
En el Concilio
Vaticano Segundo (1962-1965), los dos hombres que se hacían
pasar como papas Católicos, Juan XXIII y Paulo VI, se llevaron
a todo el cuerpo de Cardenales y Obispos fuera de la Iglesia Católica
hasta su nueva secta Protestante. Los sacerdotes y los fieles,
en su mayoría, los siguieron en esa gran apostasía para su
eterna condenación. Puedan todos los verdaderos Católicos
permancer siempre separados de este nuevo monstruo, y quedar
unidos con Cristo en Su Iglesia que es Una, Santa, Católica y
Apostólica.
-
VOLVER -