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.:: Parapsicología ::.

 

Alquimia

 

Literalmente, el antiguo arte de la transmutación y disciplina precursora de la moderna química y metalurgia. Simbólicamente, un arte místico para la transformación de la conciencia.

El actual interés occidental por la alquimia se debe en gran medida al psiquiatra Carl G. Jung, quien le vio una dimensión espiritual tanto como física: el verdadero propósito de este arte es la transformación psicológica y espiritual del alquimista.

A la alquimia se le llama también "arte espagírico”, término derivado del vocablo griego que significa "desgarrar" y "reunir". Como arte místico, tiene sus fuentes en varias tradiciones espirituales incluyendo la hermética, el gnosticismo, el islam, la kabbalah, el taoísmo y el yoga.

Las artes de la alquimia oriental y occidental se han desarrollado de manera distinta.

Alquimia occidental

La alquimia occidental tiene sus orígenes en la tradición hermética y en las enseñanzas esotéricas greco‑egipcias. Según la leyenda, su fundador fue Hermes Trismegisto, una forma del dios egipcio y griego de la magia y la sabiduría, Thoth y Hermes respectivamente. En los últimos siglos antes y los primeros siglos después de Cristo, los egipcios combinaron la metalurgia con la filosofía hermética y con ideas sacadas de los misterios occidentales del neoplatonismo, el gnosticismo y la cristiandad. Los egipcios desarrollaron uno de los fundamentos básicos de la alquimia, que supone que el mundo fue creado por la fuerza divina, a partir de una masa caótica llamada prima materia o "materia prima".

Así, en la alquimia todas las cosas pueden ser reducidas a esa materia prima a través del adagio solee et coagula ("disuelve y combina") y transmutadas en algo más deseable. Específicamente, los alquimistas buscaban la transmutación a través de la unión de los opuestos.

En el siglo IV d.C., la alquimia había asumido su forma histórica y había ya reemplazado esencialmente los misterios en estado de desintegración. Se difundió a través de Europa a partir del siglo XII, producto de la ocupación de España por los musulmanes. Fue una ciencia altamente respetada y practicada por adeptos que escribían sus tratados y manuales en un lenguaje deliberadamente oscuro. El término "gibberish" (que en inglés describe una charla incoherente o incomprensible) deriva del nombre de un alquimista medieval llamado Jabir ibn Hayyan, generalmente conocido como Geber (c.721‑815), cuyos escritos eran mayormente ininteligibles.

La alquimia alcanzó su cumbre entre el final de la Edad Media y el Renacimiento. Los alquimistas buscaban la "piedra filosofal" o lapis, una misteriosa sustancia que se creía hacía posible la transmutación de los metales en oro o plata. La "piedra filosofal" también servía como el elixir de la vida, el medio hacia la inmortalidad. Aunque la mayoría de los intentos por transmutar metales fracasaban, algunos alquimistas declararon haber tenido éxito en lograrlo. Se dice que Nicholas Flamel, uno de los grandes alquimistas del siglo XIV, transmutó mercurio en oro o plata en tres ocasiones.

Los escritos y dibujos producidos por los alquimistas tienden a ser oscuros y difíciles de comprender. Los alquimistas basaban sus estudios, primordialmente, en la revelación directa y personal a través de las visiones y de los sueños. No describían su trabajo en términos directos sino que lo escribían y dibujaban en símbolos capaces de ser entendidos sólo por otros adeptos. El uso de la terminología también variaba.

De acuerdo con la alquimia temprana, todas las cosas tienen una composición hermafrodita de dos sustancias: el azufre (que representa el alma y el "fogoso" principio masculino) y el mercurio (que representa el espíritu y el "acuoso" principio femenino). La alquimia europea posterior añadió un tercer ingrediente: la sal, que corresponde al cuerpo. El proceso de transmutación implica la separación de estos elementos esenciales y su recombinación en forma diferente. E1 proceso debe hacerse de acuerdo con auspicios astrológicos.

Como continuación de los misterios, la alquimia pudo haber sido esencialmente un eufemismo para definir el servicio sagrado de la co‑creación, hecho posible por la inmortalización, un estado que se alcanzaba a través de la iniciación en los misterios.

La naturaleza hermafrodita de la alquimia se expresó a menudo en el arte erótico, aunque no hay evidencia de que se practicaran ritos sexuales en la realidad.

Los alquimistas medievales y renacentistas fueron responsables de muchos descubrimientos importantes en la metalurgia, la química y la medicina. Ver Paracelso. Sin embargo, a principios del siglo XIX la alquimia fue desacreditada por los descubrimientos del oxígeno y la composición del agua. Se redujo entonces al nivel de pseudociencia y superstición y fue reemplazada por  la física. El interes por la alquimia permaneció muy debil hasta aproximadamanete la segunda mitad del siglo XX, cuando comenzó a resurgir en Occidente. Se fundaron escuelas de alquimia para enseñar el arte antiguo, dando como resultado productos cosméticos, hierbas medicinales, bebidas y vinos, perfumes, etc.

Alquimia oriental

La alquimia fue extensamente desarrollada en la antigua China. Fue una tradición oral hasta el año 320 d.C., cuando Ko Hung escribió su texto clásico de alquimia, Nei Pien.

1a inmortalidad perseguida por los chinos no era de ninguna manera una extensión de los años terrenales; en su lugar, buscaban alcanzar un estado más allá del tiempo vívido con los Inmortales, en el cual uno alcanzaba poderes supranormales. A ese fin, la antigua alquimia china se concentraba en varios elixires, los cuales se purificaban mediante la combinación de ingredientes calentados repetidamente en recipientes varios.

El proceso alquímico es análogo al de la meditación taoísta, en el cual ch'i que es la fuerza vital universal‑ se crea y se purifica en el cuerpo humano. El ch'i se crea cuando los elementos nutricios de los alimentos se combinan con las secreciones glandulares y de los órganos del cuerpo. Esto forma la sangre y la energía sexual (ching). El calor en la forma de aliento transforma la energía sexual en ch'i, que circula hacia arriba y hacia abajo por ciertos canales psíquicos a lo largo de la espina dorsal, desde la coronilla hasta el abdomen, de manera similar a la energía kundalini del yoga. El ch'i pasa a través de 12 centros psíquicos localizados a lo largo de los canales. Tras muchos ciclos, el ch'i se refina. Alcanza la coronilla en un estado muy concentrado, donde puede ser manipulado o enviado de nuevo al abdomen. El ch'i puede ser almacenado para un uso futuro.

En la India se encuentran raíces de la alquimia antes del año 1000 a.C. en el desarrollo de la medicina Ayurvédica ("la sabiduría de la vida"), donde desempeña un papel hasta nuestros días.

La alquimia hindú es una unión de los principios de Shiva (masculinos) y Parvati (femeninos); el resultado de tal unión es ¡¡van, un ser iluminado. Tanto en la tradición hindú como en la china, uno también puede alcanzar la inmortalidad a través del yoga tánirico. La prolongada abstinencia sexual o el coito sin eyaculación, se cree que intensifican la fuerza vital (prana o ch'i) y produce cambios fisiológicos.

Jung y la alquimia

El interés de Carl G. Jung por la alquimia surgió de su intenso entusiasmo por el gnosticismo y su deseo ya desde 1912‑ de encontrar un nexo con los procesos del inconsciente colectivo que allanaría el camino para que la sabiduría (sophía) gnóstica volviera a entrar en la cultura moderna. Jung encontró tal conexión en la alquimia, a la cual vio como análoga a la individuación, el proceso de convertirse en un todo. Jung tuvo muchos sueños significativos durante su vida, entre ellos uno en 1926 en el cual se vio a sí mismo como un alquimista del siglo XVII que estaba creando un gran trabajo de alquimia. El sueño resultó ser profético, porque Jung hizo de la alquimia un punto importante en muchos de sus estudios. Inspirado por éste y otros sueños alquémicos, Jung reunió una gran cantidad de trabajos acerca de la alquimia y se sumergió en el estudio de la materia.

Su investigación estuvo influida en gran medida por The Secret of the Golden Flower, un pasaje chino místico y alquémico descubierto por su amigo Richard Wílhehn y que éste le había entregado en 1928 para que escribiera un comentario. The Secret of the Golden Flower le reveló a Jung el vínculo entre el gnosticismo y la psicología del inconsciente. Al comparar el tratado chino con los trabajos de alquimia latinos, Jung encontró que los sistemas de alquimia tanto de Oriente como de Occidente trataban esencialmente acerca de la transformación del alma.

Jung se asombró al notar que muchos de sus pacientes, hombres y mujeres de ascendencia tanto europea como norteamericana, producían en sus sueños y fantasías símbolos similares o idénticos a los de mitos, cuentos de hadas, cultos misteriosos y trabajos de alquimia. Esto le condujo a desarrollar sus ideas del inconsciente colectivo, una reposición de imágenes primitivas y patrones de conducta compartidos por la humanidad.

Las primeras palabras importantes de Jung sobre de la alquimia fueron pronunciadas en una conferencia en la que se refirió a los símbolos de la alquimia en los sueños, titulada "Símbolos de los sueños y el proceso de individuación" y ofrecida en 1935 en Villa Eranos, en el lago Maggiore, al sur de Suiza. Un año más tarde, también en Eranos, ofreció otra charla acerca de la idea de la redención en la alquimia. Su primer libro sobre el tema fue Psychology and Alchemy (1944). Aion, Alehemiea! Studies y Mysterium Coniunctíonis también tratan sobre la alquimia. El conocimiento que Jung reunió acerca de la alquimia se ejemplifica a través de todos sus últimos escritos.

Jung vio la alquimia como un proceso espiritual de redención que comprendía la unión y la transformación de la naturaleza. El procedimiento experimental de los alquimistas para disolver y coagular simbolizaba la "muerte" y el "renacimiento" de las sustancias que usaban. Los alquimistas eran parte del proceso y transmutaban su propia conciencia en un estado superior a través de la muerte y el renacimiento simbólicos.

Según Jung, los primeros alquimistas cristianos usaron la piedra filosofal como un símbolo de Cristo. Así, en un sentido místico elevado, la alquimia representa la transformación de la conciencia en el amor, personificado por lo hermafrodita, la unión de los opuestos masculino‑femenino (lo físico y lo espiritual) fusionados en un todo.

 

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