El conjuro es una fórmula
mágica que se dice, recita o escribe para
conseguir algo que se desea. También se dice
que los conjuros se utilizan para increpar o
invocar la presencia de los espíritus.
Por otro lado, el término
conjuro se utiliza para la acción y efecto
de exorcizar. Pero nos vamos a centrar en
las dos primeras definiciones.
Los conjuros a diferencia
de los hechizos, no requieren herramientas
para producirlos, salvo en pequeñas
excepciones, como el uso de velas para una
mejor canalización de la energía. Por todo
lo demás, solo se necesita escribir en un
papel con anterioridad unas frases que
tengan un atractivo escrito, como por
ejemplo las rimas. En el papel se escribe
aquel propósito que se desea conseguir en
forma de ritual o conjuro. Mediante la
lectura de estas palabras y con la ayuda de
velas se producirá su cometido.
Los conjuros también se
utilizan para invocar a los espíritus, al
igual que antes, se escribe en un papel el
ritual para invocar a este espíritu y tras
leer estas palabras se procederá a la
aparición del espíritu invocado. Para
realizar esta operación se deberá crear un
circulo de protección para que el espíritu
no salga del mismo y traspase la línea
divisoria que separa al mundo de los vivos y
los muertos (espíritus, sombras, djinns...).
Antes de realizar un
conjuro se debe tener una base mágica
asentada y largos años de experiencia para
no cometer equivocaciones o errores que
podrían acarrear muchas consecuencias negativas
y con difícil solución.