El mito es un
fenómeno cultural complejo que puede ser
encarado desde varios puntos de vista. En
general, es una narración que describe y
retrata en lenguaje simbólico el origen de
los elementos y supuestos básicos de una
cultura. La narración mítica cuenta, por
ejemplo, cómo comenzó el mundo, cómo fueron
creados seres humanos y animales, y cómo se
originaron ciertas costumbres, ritos o
formas de las actividades humanas. Casi
todas las culturas poseen o poseyeron alguna
vez mitos y vivieron en relación con ellos.
Los mitos difieren de los cuentos de hadas
en que se refieren a un tiempo diferente del
tiempo ordinario.
La secuencia
del mito es extraordinaria, desarrollada en
un tiempo anterior al nacimiento del mundo
convencional. Como los mitos se refieren a
un tiempo y un lugar extraordinarios, y a
dioses y procesos sobrenaturales, han sido
considerados usualmente como aspectos de la
religión. Sin embargo, como su naturaleza es
totalizadora, el mito puede iluminar muchos
aspectos de la vida individual y cultural.
La Ilustración y el romanticismo estimularon
el interés por el Mito, a través de teorías
sobre su origen y la aparición de nuevas
disciplinas académicas. Aunque la
ilustración acentuaba la racionalidad de los
seres humanos, dirigía su atención a todas
las expresiones humanas, incluidas la
religión y la mitología. Los estudiosos
ilustrados intentaron dar un sentido a los
relatos míticos aparentemente irracionales y
fantásticos. Sus explicaciones incluían
teorías históricas evolucionistas —la
cultura humana avanzaría desde un primitivo
estado de ignorancia e irracionalidad hacia
la cultura moderna de la racionalidad—
viendo a los mitos como productos de las
primeras épocas de ignorancia e
irracionalidad. Los mitos eran también
analizados como resultado del evemerismo, es
decir, la divinización de las virtudes
heroicas de un ser humano. Sin embargo, se
desarrollaron disciplinas sistemáticas
dedicadas al estudio de los Mitos. En nuevos
campos, tales como la antropología social y
cultural y la historia de las religiones,
los estudiosos se vieron obligados a
enfrentarse con mitos de los más antiguos
periodos históricos fuera de la tradición
occidental, y comenzaron a relacionar el
estudio del mito con una comprensión más
amplia de la cultura y la historia.