LA HISTORIA DE GOLIATH




Cuándo, un poco sin querer y un poco por el amor que le tengo a los animales, comencé a recoger perritos y gatitos en la calle, rehabilitarlos, bañarlos, alimentarlos y vacunarlos para mas tarde buscarles un hogar adoptivo, nunca me imagine las historias que iría encontrando a mi paso, llegó el día en que se corrió la voz de la labor que humildemente llevabamos a cabo mi familia y yo, y no tardó en presentarse una persona a "dejarme" un perrito, es aquí donde conocí a Goliath, su historia quizá es como muchas otras, pero él es sin duda un perrito extraordinario.


El día que ésta "persona" se presentó a dejar a Goliath, ni mi esposo ni yo nos encontrabamos en casa, la señora les dijo a mis hijos de 11 y 9 años que si no se lo aceptaban lo iba a ir a tirar al río y mis niños lo recibieron.


Al llegar a casa encontré en el baño un perrito de talla pequeña, en buen estado de salud, limpio, asustado y triste y a la expectativa, parando a cada momento las orejitas castañas, atento al ruido de cada auto y cada voz, esperando en vano que volvieran por él.


Todavía traía puesto su collar de cuero, así que pensé: quizá no tenían otra alternativa....el perrito se veía bien cuidado...quizá realmente ya no podían tenerlo...


Goliath se portó mal los primeros días, nos gruñía, trataba de escapar hacia la calle y terminó mordiendo a mis hijos y mi esposo, si alguien se atrevía a tomarlo por el collar y tratar de hacerlo obedecer de inmediato se volvía y mordía, era imposible hacerlo entrar a casa a menos que le pusieramos una correa, era ésa la única manera.


Llegamos a pensar que sería necesario dormirlo, con el carácter que demostraba sería muy difícil darlo en adopción, además de riesgoso para la familia que lo adoptara y también para él, por las tardes me sentaba a contemplar su cuerpo pequeño, su pelaje sedoso color blanco con miel, la cola de abanico, los ojitos tristes que aun no entendían que había sucedido y donde estaba su familia adorada....me dolía pensar que quizá sus días terminarían antes de lo debido....¿que hacer?


Al cabo de una semana conoci a la cuñada de la señora que lo había traído, su dueña anterior....la historia que me contó es una historia de crueldad, negligencia y total ausencia de sentimientos.


Goliath fué un regalo de la ex-suegra de ésa mujer para los niños de la familia, llegó siendo un bebé , a la señora, no le quedó más remedio que aceptarlo y "aguantarlo", Goliath amaba a sus niños y los niños a él, pero por desgracia el matrimonio terminó en divorcio un poco después.


La familia vivía en la ciudad de México cuando Goliath llegó a ellos, puedo imaginar que al principio era un cachorro pequeño, juguetón y travieso, como lo son todos los cachorros, la familia lo acusaba de tragón, y de destructor....y llegó el día en que al ya no "aguantarlo más" lo fueron a "perder", lo llevaron lejos y allí lo dejaron, por fortuna (o quiza no tanta) para Goliath un pariente lo reconoció en la calle, lo recogió y lo devolvió a la familia sin saber que ellos mismos lo había abandonado en la vía pública,"ya ni modo" dijo la señora cuando se lo regresaron, fue así como Goliath pudo permanecer con sus niños un tiempo más.


Poco después la familia emigró a provincia, y ya en la nueva casa, de nuevo decidieron "deshacerse" del fiel amigo, por lo que lo sacaron a la calle "para que se lo llevara la perrera", Dios debe querer mucho a éste chiquito porque la perrera nunca pasó, pero hasta en la calle les parecía molesto el perrito, el pobre, creyendo que su familia lo quería, nunca se iba lejos, se quedaba afuera y cuidaba la casa, ahuyentando a ladridos y gruñidos a todo aquel que osara pasar por enfrente de su hogar, así pasaban los días para nuestro amiguito.....hasta que decidieron que hasta en la calle y sin darle de comer era un estorbo y fue asi como vino a dar a nuestra casa.


Los primeros dias los redondos ojitos nos miraban ir y venir con desconfianza y recelo, solo de noche lo veia dormitar intranquilo y podia ver la tristeza en esos ojitos oscuros.


Con el paso de los días y una dosis diaria de amor y cuatro de paciencia, Goliath, el terrible, se fue transformando en un perrito manso y dulce, nos dimos cuenta que sabe bailar sobre sus patitas traseras y lo hace por bastante tiempo, es noble y paciente, se nota que no está acostumbrado a que lo cuiden y consideren, cuando por falta de espacio tenemos que meterlo al baño, se queda esperando a que llegue la hora del paseo, nunca rasca la puerta, como si no quisiera molestar se queda quietecito, solo podemos ver su negra naricita por debajo de la puerta, cada vez mas podemos dejarlo libre por la casa, el fiel perrito aprendió a respetar a los gatos, a esperar su turno para comer, la hora del paseo, etc, nos ve pasar junto a el y sus ojitos nos siguen mientras la blanca colita ondea cual bandera.....esta alegre....y nosotros tambien....


¿Cuanto tiempo has imaginado que tuvo que pasar para este cambio tan dramático? ¡¡ solamente un mes!!,en tan solo un mes, el perrito intratable, gruñon, acusado de destructor y tragón, despreciado, abandonado reiteradamente, probablemente maltratado (pues teme a cualquier movimiento brusco, se encoje como esperando el golpe) se ha transformado en un perrito amable, cariñoso, alegre, festivo, que acepta de buen grado que bailen los niños con el tomándolo de sus manitas y lo hace sonriendo, con esa sonrisa de perrito que dicen los cientificos que no existe, pero que los que amamos a los perros hemos visto tantas veces,y hasta se deja cargar, confiado y feliz...


Goliath está en adopción ...pero sabemos bien que será difícil encontrar un hogar para él...no por su carácter ..pues es un perrito grandioso...sino por su edad, Goliath tiene 6 años, seis años con esa gente de porqueria, seis años de dar amor y ver que nadie lo apreciaba...o quiza sus niños...quiza ellos lloraron al ver que lo subían al coche para irlo a tirar...espero que sí...quiero creer que al menos alguien apreció a Goliath en todo lo que vale...porque dejó su juventud en cuidarlos y quererlos y pensar que nadie pudo ver en él al ser maravilloso que es me hace pensar que quizá se ha perdido todo sentimiento.....


También sabemos que aquél que adopte a Goliath será un gran ser humano y que será un privilegiado de poder cuidar a esta criatura por lo que le quede de vida, quizá seis años mas o un poco mas.


Como también sabemos que el día que lo veamos partir con su nueva familia.....nuestra mirada será como era la de Goliath al llegar a esta casa...una mirada de tristeza ....y de esperanza...de que sea feliz para siempre.




ENVIANOS TUS HISTORIAS
1