CAPITULO 13

EL ASISTENTE ECLESIASTICO

OBJETIVO: Distinguir el papel del asistente eclesiástico en la Acción Católica Mexicana.

• Los miembros de la Iglesia como se ha visto tienen diversas formas de relacionarse con ella según, el estado y la tarea que les toca cumplir.
• El laico, en cuanto tal transforma las cosas temporales en Cristo.

Cambia las estructuras temporales de la sociedad para que ésta haga más presente el Reino de Dios.

• El laico en la acción católica tiene una especial unión con la jerarquía. El episcopado determina esa unión por medio de sus planes y por medio de la misión que cada obispo encomienda especialmente a h Acción Católica.
• El religioso o la religiosa puede prestar un servicio muy cualificado a la Acción Católica puesto que él o ella evangeliza.

• Según los estatutos, los asesores tendrán varias obligaciones y derechos.

Asimilar progresivamente, junto con los laicos, el fin, objetivo y medios de le Acción Católica Mexicana. Esto supone un acompañar en su camino al miembro de la misma acción. Supone también, como tarea, la asimilación de los estatutos que señalan y explican cada una de las obligaciones anteriormente descritas.

Promover y estimular en los grupos la reflexión teológica actualizada. Esto supone en el mismo asesor una renovación continua y promover los medios para que se profundice en la fe y en sus consecuencias.

Orientar y acompañar a los militantes y dirigentes en la búsqueda de su propia espiritualidad seglar.

Respetar las funciones de dirección y gobierno que competen a los laicos y ser solidarios con ellos. Iluminar las opciones personales que asuman en su compromiso temporal. Más que nunca es necesario este punto para poder evitar los dos peligros que señala la exhortación de su Santidad sobre el laico. El asesor no puede suplantar al laico, puede suplirlo en algunas contadas situaciones siendo subsidiario con el laico. Su papel del asesor es principalmente de consejo y orientación.

Propiciar con su propio testimonio el mutuo conocimiento, la caridad fraterna y la convivencia entre todos los miembros de la Acción Católica. Se refiere de una manera primaria al mutuo conocimiento entre los mismos asesores, entre los asesores y los dirigentes. Se tienen que buscar los momentos de convivencia.

Representar a la Jerarquía, conforme a su propio carisma, conforme a su propio ministerio. Por lo tanto se le está pidiendo al asesor y al asistente una actitud de solidaridad con el episcopado y en especial en las diócesis con sus propios pastores. La fidelidad crítica a la Jerarquía tiene que ser una de las características del asesor. Por una parte estar atento a las orientaciones de la jerarquía pero por otra llevar también el parecer, de los miembros de AC a la jerarquía.

Favorecer el diálogo entre los seglares y los pastores.

Cultivar la convivencia y colaboración fraterna de la Acción Católica con las diversas organizaciones y personas que promuevan los valores humanos. Debe ser una búsqueda sincera de los medios para alcanzar estos fines, a veces más difíciles de alcanzar dentro de la misma acción por la proximidad de las organizaciones. Los asistentes eclesiásticos, por su sacerdocio ministerial, tienen responsabilidad en cuanto a la vida eucarística y sacramental de la Acción Católica.

Los asistentes eclesiásticos y los asesores tienen voz y voto en las deliberaciones de la Acción Católica. El asumir las decisiones, junto con los laicos, es un signo de solidaridad y corresponsabilidad.

IMPORTANTE RECORDAR:

PREGUNTAS: