De El Campeón de los Obreros
Del 15 al 31 de Marzo del 1990

La Brutal Explotación de los Obreros Inmigrantes Mexicanos en los EE.UU.

Parte 3: Brega contra el Chauvinismo Anti-Obreros Inmigrantes

Por Jim Rosenbaum y Al Johnson

"El obrero de piel blanca no puede librarse mientras aquel de piel negra siga herrado." - Carlos Marx

El chauvinismo desenfrenado y los ataques racistas contra los obreros inmigrantes forman puntos de la balanza en la estrategia para dividir la clase obrera estadounidense. Estos ataques diariamente se intensifican, exponiendo la farsa de la tal llamada "democracia americana." Varios incidentes de una naturaleza particularmente agresiva han ocurrido en tiempos recientes en la parte sureña de California que tipifican la situación. Dos agentes de la policía en San Diego han sido acusados con el secuestro y robo de tres obreros indocumentados en agosto último. En Carlesbad, California, un peor ultraje ocurrió. Un propietario de tienda blanco golpeó y secuestró a un campesino. El obrero del campo, Cándido Salas, de 26 anos, fue secuestrado el 3 de enero. Fue golpeado, amordazado, maniatado y puesto en un saco. Las palabras "No Mas Aquí" fueron escritas en lo afuera del saco.

El gobierno anima estas actividades de vigilanteismo violento por parte de los propietarios con dejarles salir de custodia al no fiarles fianza.

Los campesinos no han aceptado todo esto sin resistencia. Más de 200 de ellos se congregaron y organizaron una manifestación de protesta frente a la tienda de la agresión, exigiendo un fin a su mal tratamiento. Uno de los manifestantes hizo ver a los presentes que los obreros del campo también son gente como los demás y que "estas personas crecen su alimento. Ellos recogen lo que usted consume y que se envía al mercado."

Dijo otro vocero: "Queremos justicia. No estamos aquí soló por lo del secuestro. Han habido otros abusos perpetuados contra obreros del campo... Este incidente racista es sólo uno de tantos."

Esta fue una excelente muestra de resistencia, pero lo que faltó en aquella protesta fue una fuerte exhibición de apoyo para los campesinos por parte de los obreros blancos estadounidenses. Este apoyo no se realizo debido a la falta de conciencia obrera dentro de sus filas. La mayoría de los obreros estadounidenses, hasta los más pobres, se han sucumbido a las mentiras y al racismo extendido por los patrones contra los obreros agrícolas. Por lo tanto, es de suma importancia que los obreros conscientes de clase ayuden a sus compañeros de clase, quizá menos claros en la política, con denunciar las falsedades difundidas por los chauvinistas.

Se Rechazan las Mentiras

Una de las principales mentiras esparcidas por el gobierno para enardecer más el chauvinismo es la declaración falsa de que es el obrero inmigrante quien ocasiona el desempleo. La administración liberal de Carter con intención intensificó esta maledicencia hasta los cielos. El Secretario del Trabajo bajo Carter, Ray Marshall, afirmó en 1977 que el desempleo podía ser reducida significativamente si no fuera por la presencia de los "extranjeros ilegales." Toda administración desde aquel entonces ha sonada la misma sonaja en alto volumen.

Esta mal información se ha promovido en especial durante estos tiempos de alta desocupación; ha traído grandes estragos para la unidad proletaria enfrentando a los obreros estadounidenses contra los obreros inmigrantes. En 1982, a la altura de la crisis económica más severa desde los años 1930, el Servicio de Inmigración y Naturalización llevó a cabo una serie de redadas repentinas con mucha publicidad en talleres y vecindades, arrestando a miles de obreros inmigrantes, la gran mayoría de ellos procedentes de México.

Este terror estatal, denominado "Operación Trabajos," llevaba como su fin desviar la ira de los obreros estadounidenses contra la clase dominante por el alto desempleo y enfrentarla en vez hacia los obreros inmigrantes. Pero después que se había apaciguado ya la publicidad sensacionalizada por la prensa capitalista, se hizo evidente que estas redadas no disminuían ni podían disminuir el desempleo, ya que esto no representa la base del problema.

Se sabe que los obreros estadounidenses rehúsan tomar los trabajos abandonados (obligadamente) por los inmigrantes porque les falta destreza, es trabajo excesivamente arduo y el sueldo es demasiado bajo. Así es que esos trabajos de nuevo acuden, en su gran mayoría, a los obreros inmigrantes quienes, debido a su angustiosa y crítica situación (en su país así como en los EE.UU.) y debido también a la discriminación racial, no les queda alternativa.

Otra de las tantas mentiras chauvinistas expuestas por la clase dominante y sus agentes es que los obreros inmigrantes no pagan impuestos pero sí se benefician de los servicios sociales supuestamente pagados por estos impuestos. Pero el caso es de lo contrario. Los obreros inmigrantes pagan los mismos impuestos de ingreso y de seguridad social, cuales son descontados de su sueldo, y pagan los mismos impuestos regresivos en compras que pagan los obreros estadounidenses. Muchos obreros indocumentados pagan impuestos de ingresos aún más altos ya que por lo regular no aplican para recibir reembolsos de impuestos sobre ingresos, pues los inmigrantes temen que este procedimiento le daría al gobierno una residencia fija que pudiera resultar en su arresto y deportación.

Los inmigrantes de temporada, tal como los obreros inmigrantes agrícolas, por lo común dejan a las familias en su país, o con regularidad traen a los hijos jóvenes consigo para que ayuden en el campo. Así ni siquiera con esto logran los inmigrantes los beneficios de la enseñanza inferior que los hijos de los obreros estadounidenses reciben.

Además, los hijos de los inmigrantes que sí acuden a las escuelas con frecuencia atienden escuelas segregadas que son instituidas con fondos federales, aparte de las escuelas regulares administradas con fondos de los condados.

Los obreros inmigrantes casi nunca aplican para recibir beneficios sociales, tales como asistencia pública, ayuda médica (medicaid) y otros servicios para el pueblo. Como ya hemos visto, estos hechos se han convertido en ley bajo los estatutos de la "legalización" del Acto de Control y Reforma de Inmigración (IRCA), cual puede impedir a los inmigrantes nuevamente "legalizados" de aplicar por beneficios federales antes de por lo menos cuatro y media años.

Así es con pagar impuestos sin recibir beneficios sociales los inmigrantes sufren un nivel de explotación aún más alto en comparación a los obreros estadounidenses. Esto se debe a que su labor forma cuando menos el mismo valor para los capitalistas, mientras los obreros reciben menos en todo, no sólo en bajos sueldos, sino en la forma de reducidos beneficios sociales lo que estos servicios representan.

Los burócratas sindicalistas forman uno de los primeros baluartes del chauvinismo contra los obreros inmigrantes. Es de esta manera por la cual los burócratas asisten a sus amos de la clase dominante en dividir a la clase obrera. Los burócratas de la AFL-CIO pasaron una resolución en 1977 que postulaba: "Los obreros extranjeros ilegales toman los trabajos de los estadounidenses y debilitan los sueldos y condiciones de trabajo en los EE.UU. Sus estatus les ponen a la merced de los patronos sin escrúpulos quienes usan la amenaza de deportación para impedirles de protestar contra los sueldos bajos y condiciones de trabajo intolerable." Estos burócratas combinan sus ataques con lágrimas de cocodrilo acerca de la explotación de los obreros inmigrantes y en vez de hacer ver que los obreros inmigrantes y estadounidenses deben unirse contra los capitalistas, hablan de trabajar hacia a la desunidad. En hecho, apoyan la clara política nazi de la deportación forzada masiva de inmigrantes.

Hacia la Unidad de los Obreros
Inmigrantes y de los EE.UU.

Ya hemos visto que los obreros inmigrantes de México y de otros países son expuestos a una explotación feroz por parte de los capitalistas estadounidenses. Sufren bajo los sueldos más reducidos, las peores de las condiciones de trabajo y en las tareas más duras. Es por este procedimiento que su labor produce las superganancias para los patrones. Son expuestos también a las redadas repentinas de la "migra," resultando en frecuentes arrestos, detenciones y deportaciones. Son embestidos con la histeria chauvinista de la clase dominante y de los burócratas sindicalistas traicioneros. Es el deber de todos los obreros ciudadanos de rechazar sus prejuicios contra los obreros inmigrantes y forjar un frente común unido en lucha contra los patrones propietarios. Un reflexión concentrado sobre la situación nos indicaría que esto es absolutamente indispensable. Hasta el punto a que los obreros inmigrantes son explotados y discriminados, a ese punto se aproxima la condición de los obreros estadounidenses. Con la falta de unidad dentro de los distintos sectores obreros, los patrones pueden también forzar a los obreros blancos a vivir en un nivel más bajo, aunque sea éste más alto que aquel forzado contra los obreros inmigrantes.

Los obreros estadounidenses deben unirse con los obreros inmigrantes para hacer frente contra esta superexplotación. Esta división dentro de la clase obrera reduce el standard de vida de todos los obreros.

Como dijera un líder sindicalista de campesinos en Tejas: "Bajo el actual sistema capitalista, se trata de la teoría de dividir y conquistar, cual divide a los obreros de México y de los EE.UU.... Ustedes son pobres en México; somos pobres en los EE.UU. Ambos somos explotados por los ricos y por el gobierno. También es la realidad que estos gobiernos son tan sólo frentes de los ricos." Debemos luchar por los derechos en su totalidad de los obreros inmigrantes y debemos además apoyar las luchas de los pueblos obreros de México y de otros países contra las condiciones de dependencia capitalista que los obliguen a venir a los Estados Unidos en el primer lugar.

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