Un vuelo de Spantax, en Convair 990, de Madrid a Burdeos, sobrevolaba Nantes cuando sufrió una fuerte vibración y su tripulación perdió el control del aparato. Poco después lograron aterrizar milagrosamente en la Base Militar de Cognac. Nada más bajar vieron que al ala le faltaba un pedazo, desde la punta hasta el motor número 4.
¿Qué pasó y por qué?
El Spantax había sido ordenado a pasar a las 14:00 sobre el Vor de Nantes. Dado que el avión llegaría antes de esa hora, aún yendo a la mínima velocidad, la tripulación pidió permiso para un 360. Su solicitud fue repetida varias veces, pero las respuestas "carecían de coherencia o, simplemente, no respondían" declaró el comantante.
Para evitar mayores problemas se decidió realizar el 360, y la vibración fue la colisión con un DC-9 de la compañía Iberia que se dirigía a Londres. El DC-9 estaba autorizado para proceder a Nantes antes que el Convair, y aquí empiezan las incogruencias:
1- Los controladores militares tenían frecuencias por aerovías, no por zonas.
2- El CV990 es más rápido que el DC-9, así que habría sido más lógico que procediera antes al citado Vor.
3- Los controladores tenían una fraseología deficiente y no estaban preparados para mantener conversaciones en inglés, y en ocasiones, para pedir que repitieran una solicitud decían "euh?", fuera de toda normativa internacional.
4- Hubo dos riesgos de colisones más, y algunas grandes compañías suspendieron sus vuelos a Francia hasta que se restableciese la situación.
El DC-9 cayó despedazado a tierra. Afortunadamente, tenemos unos controladores virtuales con unos niveles de inglés bastante aceptables, pero es importante utilizar fraseología estándar, para evitar malos entendidos o retrasos en las comunicaciones.