2352 Por masturbación se ha de entender la excitación
voluntaria de los órganos genitales a fin de obtener un placer venéreo. ‘Tanto
el Magisterio de la Iglesia, de acuerdo con una tradición constante, como el
sentido moral de los fieles, han afirmado sin ninguna duda que la masturbación
es un acto intrínseca y gravemente desordenado’. ‘El uso deliberado de la
facultad sexual fuera de las relaciones conyugales normales contradice a su
finalidad, sea cual fuere el motivo que lo determine’. Así, el goce sexual es
buscado aquí al margen de ‘la relación sexual requerida por el orden moral;
aquella relación que realiza el sentido íntegro de la mutua entrega y de la
procreación humana en el contexto de un amor verdadero’ (CDF, decl. "Persona humana" 9).
Para emitir un juicio justo acerca de la responsabilidad moral de los
sujetos y para orientar la acción pastoral, ha de tenerse en cuenta la
inmadurez afectiva, la fuerza de los hábitos contraídos,
el estado de angustia u otros factores psíquicos o sociales que reducen, e
incluso anulan la culpabilidad moral.
2351 La lujuria es un deseo o un goce desordenados del placer
venéreo. El placer sexual es moralmente desordenado cuando es buscado por sí
mismo, separado de las finalidades de procreación y de unión.