Durante este año y pico que venimos a las reuniones ede ACA, varias veces se
habló de los tantos temas que surgen del Evangelio de hoy (08/08/2002): Mt.
16:13-23

El Magisterio de la Iglesia (figurada en San Pedro; Cf: Mt 16:17-19); la
Infalibilidad del Papa (figurada en San Pedro; Cf: Mt 16:17-18); le confiere
Jesús al Papa especial autoridad para aceptar o rechazar miembros dentro de
la Iglesia y la capacidad de decir lo que es lícito e ilícito en materias no
determinadas por la Ley Divina (Cf: Mt 16:19) la autoridad de Pedro es la
que da la estabilidad y fuerza al edificio social de la Iglesia y, como tal,
es su «roca» y fundamento.  Y también se relaciona con el sacramento de la
confesión (Cf: Mt 16:19)

Pero por otra parte, al comienzo del Evangelio, Jesús hace una paregunta
importantísima: "¿Quién dicen los hombres que yo, el Hijo del Hombre, soy?"

Varias veces dijo Mauro que existen en Jesús dos Naturalezas: la Naturaleza
Humana y la Naturaleza Divina; pues aquí se demuestra.

Jesùs pregunta de esa forma y no lo hace diciendo «¿quién dicen los otros
que soy yo?» sino que declara algo que no se puede negar: la existencia
física de su cuerpo y dando por sentado que es Hijo nacido de una Mujer,
engendrado (es dedcir: se hizo carne) en María Virgen

A aquella pregunta contestan los apóstoles que algunos creen que es Juán el
Bautista (de acuerdo con lo que afirmaba Herodes), otros Elías (profeta que
fué llevado al cielo en un carro o bola de fuego), otros Jeremìas u otro de
los profetas.

Cuando Jesús dice "Quién dicen los hombres" se refiere a los hombres
comunes, porque éstos no no están pervertidos por la maldad como lo estaban
los fariseos y escribas.  Aunque los hombres comunes poseían un muy limitado
conocimiento de las escrituras y poca capacidad para reconocerlo como Mesiah
(o Mesías); de todas formas, los apóstoles de Jesús tampoco supieron
reconocerlo hasta Su Resurrección.

Luego Jesús dirige la pregunta hacia los apóstoles y San Pedro, "Ex
Cathedra" confiesa a Jesús como el Mesia, el Cristo, el Ungido, el "Hijo de
Dios Vivo" (entiéndese: revela Su Naturaleza Divina)

De ésto dijo San Hilario que no debemos de olvidar de mencionar a Jesús como
"Hijo de Dios" y como "Hijo del Hombre" porque "el uno sin el otro no ofrece
ninguna esperanza de salvación," y por lo tanto Él enfatisa su naturaleza
humana, para que nosotros podamos proclamar Su Naturaleza Divina.

Si nos ponemos a pensar, otra forma de preguntar lo que Jesús quiso, nos
llevaría a no poder demostrar con total claridad la unidad de las dos
Naturalezas; y por lo tanto no quedaría clara la elevación de la humanidad
caída hacia el rango de la divinidad (lo que significa que Dios se hizo
Hombre -a través de la Naturaleza Humana de Jesús- para devolverle a la
humanidad su estado de gracia, el que perdió con el pecado original -poder
que se le es confiado a Jesús a través de su Naturaleza Divina-)

¡Alabado Sea Jesucristo!