Friedrich Wilhelm Heinrich Alexander von Humboldt

Nació en Berlín el 14 de septiembre de 1769 y murió allí mismo el 6 de mayo de 1859. En sus primeros años vivió entre Tegel y Berlín, capital prusiana. Sus estudios estuvieron influenciados por la Ilustración Berlinesa, un movimiento intelectual inspirado por el filósofo Moses Mendelssohn y ligado a la comunidad judía. Sus estudios universitarios los comenzó en Frankfurt los cuales fueron interrumpidos al cabo de un año, en 1788 Alexander volvió a Berlín en donde realizó estudios de administración. Ese año conoció y empezó una amistad de por vida con el botánico Carl Ludwig Willdenow (1765-1812), que impulsaría su devoción por las ciencias naturales.

En 1789, ingresó a Gottingen, la más famosa universidad alemana de la época, en donde recibió se entusiasmó por investigación de campo. Continuó sus estudios en la Academia Busch de Hamburgo y luego en la Escuela de Minas de Freiburg, poco después Humboldt se empleó en el Departamento Prusiano de Minas.

En 1793 publicó su primer trabajo científico importante, relacionado con las plantas que crecen en los socavones.

A los 27 años de edad con una gran formación en los terrenos de geología, botánica, geografía, astronomía, zoología, humanidades clásicas e idiomas y una gran fortuna se propuso organizar grandes expediciones científicas. Realizó viajes a Jena, Dresden, Viena y Salzburgo, comprando el equipo necesario y también viajó a París en 1798 en donde conoció al joven Aimé Jacques Alexandre Goujaud Bonpland quien lo acompañaría en su viaje a América.

Los dos científicos salieron del puerto de La Coruña el 5 de junio de 1798 y arribaron a América el 16 de julio, la recorrieron durante cinco años realizando innumerables trabajos. En 1799 recorrió territorio venezolano haciendo todo tipo de registros, desde las condiciones de los esclavos negros, los cambios experimentados por el lago Valencia, recolección y clasificación de infinidad de plantas y animales, hasta observaciones astronómicas, incluidos un eclipse solar y una gran lluvia de meteoritos. En 1800 se adentró en los Llanos, rumbo al Orinoco, navegó por el Apure hasta el Atabapo y luego a la cuenca del Río Negro llegando el Casiquiare. Posteriormente pasó por Cumaná el 1 de septiembre. Habían colectado veinte mil plantas, de las cuales clasificaron más de mil cuatrocientas especies vegetales hasta entonces desconocidas.

A finales de noviembre de 1800 viajó a Cuba regresando al continente por Cartagena (Colombia), a donde arribaron el 30 de marzo de 1801. Viajó por tierra a través de la Nueva Granada visitando en Santa Fe de Bogotá a don José Celestino Mutis. Durante el viaje, navegó por el Magdalena durante cincuenta y cinco días hasta el pueblo de Honda. Desde allí, fue por la Cordillera Oriental, utilizando el camino real hasta la altiplanicie bogotana. Compartir con Mutis fue para Humboldt una de sus más gratas experiencias en el Nuevo Mundo.

El 8 de septiembre de 1801, continuó su recorrido hacia Quito, descendiendo al valle del Magdalena y pasando por Ibagué, Cartago, Popayán, Pasto, Ibarra y finalmente Quito, a donde llegó el 6 de enero de 1802. Los alrededores volcánicos de Quito concentraron la atención de Humboldt en exploración geológica. En la sierra ecuatoriana escaló el Pichincha y Chimborazo. En Quito, en 1801, conoció a Francisco José de Caldas, reconocido como el padre de la geografía colombiana. El Barón sin embargo rechazó cualquier asociación con él a pesar de que le reconoció sus méritos y comento sus trabajos con Mutis quien a su vez invitó a Caldas para desarrollar el proyecto del Observatorio Nacional en Bogotá.

Posteriormente en Lima, el mar fue de su mayor interés, descubriendo lo que ahora se conoce como corriente de Humbolt. Después se traslada a México y tras pasar otra temporada en Cuba terminó sus viajes por América en el norte en donde fue huésped del presidente Thomas Jefferson. Retornó a Europa por Burdeos el 30 de junio de 1804.

En Paris se dedicó a ordenar todos sus materiales científicos y a escribir uno tras otro los volúmenes del Voyage aux régions équinoxiales du Nouveau Continent en lo que dedicaría mas de 20 años.

En 1827, von Humboldt regresó a Berlín, que sería su residencia permanente. Uno de sus últimos viajes fue el que realizó por los dominios del zar de Rusia durante 1829. Entre noviembre de 1827 y abril de 1828 Humboldt ejerció como docente excepcional en la Real Academia de Ciencias de Berlín. Los temas tratados fueron los que constituirían su última obra, cuya redacción empezaría en 1834. En ella retrataba en un solo trabajo todo el universo material: "todo lo que conocemos de los fenómenos de cielo y tierra, desde las nebulas de las estrellas hasta los musgos que crecen en las rocas graníticas". El título fue Cosmos.