Veinte años y algo más

 

 

 

 

La andadura de la Coral Polifónica de Cangas del Narcea supera ya las dos décadas. Lo que nació gracias al entusiasmo de unos pocos hace tiempo que ha cumplido ya su vigésimo aniversario: veinte años de actividad musical.

 

A lo largo de todo este tiempo la vida de nuestro coro ha supuesto un enriquecimiento cultural para sus miembros, ya que es el gusto por la música lo que nos aglutina como grupo. Pero la vida del coro es mucho más que eso. Es la convivencia y el roce humano de varias generaciones de coristas. Es la amistad y el compañerismo, la autodisciplina para sentirse miembro de un colectivo dominando nuestra tendencia hacia el individualismo. Es la participación y el esfuerzo conjunto de mujeres y hombres, jóvenes y mayores.

 

Si el amor por la música tiene tanta importancia para nosotros, no lo es menos la alegría de poder compartir con amigos y compañeros lo que nos gusta a todos: cantar. Es gratificante sentirse miembro de un grupo humano que tiene un objetivo común y recibir continuamente el apoyo de todos los compañeros.

 

Después de estos años quedan atrás la ilusión y los nervios de los primeros ensayos y actuaciones. Pocos miembros quedan en activo de aquellos primeros integrantes, apenas un puñado. Sin embargo, éstos sirven de ejemplo a todos los demás aportando siempre su ilusión por hacerlo mejor cada día.

 

Están lejanos ya los tiempos en que ni siquiera había un uniforme común, e incluso la época de las sotanas negras pero, pese a ello, aún se mantiene viva la tensión previa a cada actuación y la alegre relajación que tras cada concierto da paso a la celebración gastronómico-musical.

 

 

 

 

 

 

No sería justo olvidar aquí los nombres de viejos compañeros que aunque físicamente ya no estén en el coro, seguirán unidos a él afectivamente para siempre. Algunos, desgraciadamente, ya no están con nosotros: D. Herminio, Justo, Cándido, Carlinos, Jesús Roney… Otros tienen aún las puertas abiertas para lo que ellos quieran: Pereda, Solís, Sandalio,  Pravos, Piris, Santiago el cura de Besullo, Alicia del Pénjamo, Ángel Casado, Josefa y Neto, Marta y Peire, Martín Arias y muchos otros que omitimos aquí por no hacer demasiado extensa esta lista, pero que guardamos en nuestro recuerdo.

 

Capítulo aparte merece José María Martínez, Chema, fundador y primer director de nuestra Coral. Aunque en otro apartado de este folleto se hace una reseña más detallada de su figura, cabe aquí recordar con alegría y una cierta nostalgia aquella época en que merced a su entusiasmo nació la pequeña y modesta historia de este grupo de aficionados a la música, que espera perdurar como tal, al menos, otros veinte años.

 

 

Cristina Casielles, nuestra directora, que lleva al frente de la Coral más de la mitad de la vida de ésta, sabe mantener viva la fe e ilusión de todos con su paciencia y habilidad para ir sorteando las dificultades, y va marcando nuevos objetivos cada año. Es una labor desconocida en muchos aspectos y por tanto, en ocasiones, poco valorada. Por eso y aunque sea modestamente, queremos mostrar aquí el reconocimiento del coro a su difícil y muchas veces ingrata labor, pero que tanto ayuda a que el coro se mantenga vivo y con renovadas ilusiones.

 

 

 

 

 

 

 

Hosted by www.Geocities.ws

1