COMO LLEGAR.

Se Encuentra Ablanque en la remeseta del Cejo, en un altillo que preside el valle del río Ablanquejo. Para llegar al pueblo los lugareños preferimos hacerlo por la carretera de Mazarete, no por ser el camino más corto sino porque, en mi opinión, la entrada por el pinar hace un viaje más atractivo. A mi me parece que viniendo por Mazarete la llegada al pueblo se asemeja al comienzo de una película, representando  los distintos parajes los títulos de crédito.

Si elegimos este camino es preciso llegar hasta Mazarete por la N-211 (Madrid-Teruel). Tomaremos la entrada a Mazarete y continuaremos hasta llegar a los altos del pedregoso páramo. A escasos metros vislumbraremos el pinar. Aprovechando que en esta carretera la marcha se hace más lenta, yo suelo abrir ligeramente la ventanilla del coche permitiendo que me refresque la brisa cargada de aromas del pinar. Aromas que son siempre diferentes, pero siempre agradables y penetrantes. Llegamos a "Cabeza el Mena", donde tomaremos el desvío que nos indica el camino de Ablanque. Antes de completar un Kilómetro se divisa "La Casa". Se trata de una bonita casa blanca de grandes dimensiones en la que actualmente tienen su cuartel los retenes de incendios. Esta casa está construida en el lugar que existió Solanillos, un pequeño caserío despoblado en el siglo XVIII, del que no quedan apenas restos ni memoria.

A partir de este punto comenzamos a descender suavemente sorteando curvas, hasta llegar al garganto. Atravesaremos el puente y según dicen algunos es recomendable decir "PIO" en este momento, no vaya a ser que caigamos al río de La Virgen sin haberlo dicho previamente….

El estrecho valle se va abriendo lentamente hasta que llegamos a la Junta de los Ríos, Fuente del Cura y Puente de la sierra. Tres parajes en uno que desbordan agua por todos sus costados.

Entre las copas de los chopos, allá en el altillo ya se puede ver el pueblo. Pasaremos junto a los huertos de la "Peña L’arena" y un poco más adelante vemos a nuestra izquierda las vegas de las Alamedas y el Salitre, hoy con la mayoría de sus huertos yermos o convertidos en choperas.

Pasamos por el Cerrillo y La Cruz, sin dejar los huertos llegamos a "LaBadía", encontrando ya las primeras casas del pueblo.

Como decía al principio de este apartado, no es éste el único camino para llegar a Ablanque. Si venimos desde Madrid podemos tomar como ruta alternativa la carretera de Luzaga, que parte de Alcolea del Pinar. Por este camino encontraremos peor firme, pero como contrapartida ahorraremos algunos kilómetros y tendremos una conducción más amena.

Continuaremos por esta carretera hasta llegar al desvío de Riba de Saelices, desvío que tomaremos para entrar bordeando el pueblo hasta encontrar la señal que nos indica el camino de Ablanque.

Ascenderemos por esta carretera estrecha hasta llegar al Alto de la Nava. Rápidamente comienza el descenso hasta llegar al pueblo que tras la última curva aparece como un conjunto de casas apiñadas.

VAMOS A TOMAR ALGO.

Nuestro catálogo de hostelería comienza  y termina con el Teleclub. Es lo que hay ¡¡y que dure muchos años!!. 

Para comer hay que desplazarse a Riba de Saelices, donde podremos tomar una comida casera a un precio muy razonable. Si queremos un restaurante de mayor nivel, el más próximo está en Molina, y si se me permite recomendar alguno, sin ninguna duda, yo me dirigiría al restaurante "El Castillo".

 

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