- Sus restos m�s antiguos son los conservados en ciertos poemas de car�cter sacro y en la Ley de las Doce Tablas (siglo -V).
- La traducci�n de las obras maestras de la poes�a griega marca el nacimiento de la literatura latina, que revel� desde entonces su extraordinaria capacidad de asimilaci�n. Sin embargo, ya desde la �poca arcaica se emplean formas t�picamente latinas, tanto en poes�a como en el teatro, cuyos m�ximos representantes fueron Plauto y Terencio.
- El esp�ritu griego tambi�n influy� en el terreno de la filosof�a, como ocurre el epicure�smo y estoicismo. Lo mismo puede decirse de la sof�stica, de la oratoria, cuya figura cumbre fue Cicer�n, y de la historia, que tuvo en Salustio un notable exponente.
- En el siglo I se produce en la poes�a una profunda mutaci�n con Catulo.
- En la �poca de C�sar, poetas y prosistas sentaron las bases del progreso de la literatura latina, que continu� hasta la desaparici�n del imperio, Virgilio y Ovidio destacan como m�ximas figuras.
- El reinado de Augusto coincide con la l�rica de Horacio y la ciencia hist�rica de Tito Livio, continuada, ya en la dinast�a Flavia, por T�cito. La cr�tica situaci�n social proporciona abundante material para la iron�a de Marcial, la picaresca de Petronio y la diatriba seudofilos�fica de S�neca, todo lo cual se decant� posteriormente hacia la ret�rica, que, con el tiempo, se transform� en mero ejercicio escol�stico.
- La irrupci�n del cristianismo coincide con el momento de mayor decadencia. Tertualiano crea el lenguaje teol�gico de la nueva Iglesia. Reconocido por Constantino (siglo IV), el cristianismo sirve de base a la literatura de sus m�ximas figuras: San Jer�nimo, San Agust�n Boecio, Casiodoro. Durante la Edad Media tuvo uno de sus mejores exponentes en San Isidoro de Sevilla.
- Despu�s, el lat�n, se regufi� en los monasterios y en las cortes, como la de Carlomagno, para pasar, en los siglos XII y XIII, a las universidades, dando lugar a figuras como: J. de Salisbury, H. de San V�ctor, E. Pisano, San Tom�s de Aquino, R. Bacon y P. Lombardo.
- Posteriormente, la expresi�n art�stica comenz� a hacer uso de la lengua vulgar, y el lat�n, y su literatura, se consider� s�lo como lengua docta y, sobre todo, como lengua de la Iglesia.
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