El acontecer noticioso del mundo, en especial el de América Latina, podría ser una fuente inagotable de inspiración para los escritores actuales. Sin embargo, por la naturaleza de cierto realismo-mágico que tienen las noticias, el periodista parece haberse visto obligado a usurpar el rol del escritor y éste, al intentar novelar esos hechos, pecaría de ser un plagiario de la realidad."En un mundo donde la verdad depende de la habilidad articulatoria de quien la expresa y en el que se legitima y excluye simultáneamente cualquier dogma, ¿quién puede ya hablar de lo real desde lo real?", se preguntó la escritora y periodista mexicana, Rosa Beltrán.
La autora de la novela La Corte de los ilusos, premio Planeta 1995 y de los libros Amores que matan y La espera, relató cómo en su país las fronteras del periodismo y la literatura se entrelazan. "Desde el asesinato de (el candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo) Colosio, lo que se muestra como el puro y llano acontecimiento nacional en México, es más digno de una novela fantástica que de un editorial periodístico".
El caso es considerado por Beltrán como el único best seller nacional que ha llegado a la pantalla grande y chica bajo la más pura "ortodoxia de un realismo-mágico trasnochado. Un texto a la altura de nuestro gusto literario y de nuestra escasez de grandes relatos".
Para relatar los acontecimientos el periodista llega a la redacción, se sienta frente a su máquina y escribe:
"Episodio número dos: Crónica de una muerte donde
nunca el que sale ileso es el difunto"
- "...La Paca informó al fiscal que en la finca El Encanto, se encontraba una osamenta".
- "Veo el cráneo...es el cráneo que todo México anda buscando..-", dijo la vidente mediante una llamada telefónica, quien aseguró que pertenecía al legislador Manuel Rocha y para mayor precisión hasta informó quién lo había asesinado.Luego de las excavaciones, de los análisis, los peritos determinaron que la osamenta no correspondía con la estatura del muerto.
- "Además que los mechones del cabello resultaron negros y no casi completamente canos como los que tiene el diputado.
- "¿Pero, cuáles mechones? se preguntó el ciudadano común. Si se trataba de un cráneo".Dos meses después, y esto fue un hecho verídico según la novelista, todos los mexicanos que tenían beepers, recibieron simultáneamente un mensaje generalizado que decía:
-"Urgente, urgente. La osamenta no es de Manuel Rocha, sino del consuegro de la Paca".El periodista apaga decepcionado la computadora. Se da cuenta que la realidad es una pésima novela policíaca.
Como parte de lo que ocurre, es un texto incompleto, está lleno de incoherencias... Como texto literario presenta aún más deficiencias, entre otras cosas porque aquí la ficción es una pálida metáfora de la realidad.
Para Beltrán el acontecimiento político mexicano es un largo cuento que no tiene final, que induce al lector a relacionar compulsivamente los hechos, a la narración por la narración misma.Retoma la situación del reportero decepcionado. "Vamos a ver a nuestro periodista que ahora intenta salvarse mediante las argucias del escritor".
"...Aquí hay un muerto, pero según los últimos informes este muerto pertenece a otra historia. Segundo, hay un presunto culpable y está preso, pero se trata de un asesino que ha adoptado el papel de víctima y por lo mismo no están claras sus motivaciones.Tercero, no se explica qué hace una vidente en un proceso judicial ni por qué lanza maldiciones a todo el mundo, incluidos los lectores potenciales de este relato. Cuarto, no se sabe por qué en el momento climático de la actuación, el fiscal decide usurpar el papel de la curandera y por qué, luego de aparecer los resultados de la investigación del cráneo, decide darse a la fuga".
A ese nivel de la situación todo el mundo había olvidado que estaba frente a una noticia periodística y no ante una novela, por lo cual nadie pensaba en la importancia de saber quién había matado al diputado y los motivos del asesinato.
Y el reportero escribe:
"Episodio número tres y último: No todo lo que deslumbra
es periodismo".
Rosa Beltrán mencionó cómo hace unas décadas muchos soñaban con retirarse a alguna cabaña para dar a conocer los hechos noticiosos en forma novelesca, "pero hoy se sentirían imposibilitados de narrar una realidad cuyo formato es ya una novela".Citó al escritor mexicano Carlos Fuentes, quien dijo: "hoy el escritor hispanoamericano, apabullado ante la realidad política de nuestros países, se siente indefenso. Escribirían con temor de exagerar cualquier rasgo... se apegarían a la forma más literal de presentación de los hechos y aún así, se sentirían plagiarios".
Por su parte, Beltrán considera que debido a la influencia del cine y la literatura en el periodismo, "hoy lo político se confunde con lo policíaco; lo fantástico es condición para legitimar lo real y la violencia se presenta como espectáculo.Y el periodista, cuya mente inspiradora no es ya la realidad sin literatura, no puede escapar a esta forma de interpretación de lo real que implica fabulación..."
Finalizó su conferencia, manifestando que el reportero confiando en lo que constituye su noción del periodismo, se limita a informar veraz y oportunamente, sin que el lector pueda distinguir la realidad del sueño.
"¿Pero, qué otra cosa puede hacer el pobre periodista? si, como todos saben, en México los cadáveres se desentierran solos para evitar las conspiraciones".
